
La mítica tía Carlina, hacia principios de la década del setenta, en la
única fotografía que se ha conocido de ella de manera pública, hasta ahora.
Fuente imagen: diario "Las Últimas Noticias".
Coordenadas: 33°24'47.3"S 70°39'55.5"W
Muchos recordarán aún que, en la dirección de avenida Fermín Vivaceta
1224-1226, casi enfrente de la calle Río Jachal en Independencia, Santiago,
estuvo el quizás más célebre e importante centro de recreación de la
época dorada de los lupanares chilenos: la mítica tasca y cahuín de la
tía Carlina. En palabras sencillas y honestas, fue el burdel y casa de
burlesque más famoso de la historia nacional, mencionado en numerosas
canciones del folklore, obras literarias, teatrales y poemas.
Doña Carlina llegó a ser considerada una leyenda viviente. Su popularidad ha
trascendido a su propia muerte y a la desaparición de su célebre club
devenido en centro de eventos, allí en la populosa Vivaceta. La
cueca "Se arrancaron con el piano", tan del repertorio de Nano Núñez con
Los Chileneros, la recordaba con otras famosas regentas de la época,
como
la Lechuguina, la
Nena del Bajo y la Chabela:
Se arrancaron con el piano
que tenía la Carlina.
Le echan la culpa a la Lolo,
también a la Lechuguina.
que tenía la Carlina.
Le echan la culpa a la Lolo,
también a la Lechuguina.
Cómo lo cargarían
Si no es vihuela.
Dijo la Nena el Banjo
con la Chabela.
Si no es vihuela.
Dijo la Nena el Banjo
con la Chabela.
Su polémico pero concurrido boliche, en realidad llamado el "Bossanova",
albergó por casi 40 años una de las ofertas de espectáculos y recreación más
intensos y recordados del Santiago clásico y popular, marcando toda una
época en la capital. Los testimonios de sobrevivientes señalaban que comenzó
como burdel con disfraz de boite, pero con el tiempo dejaría que los
espectáculos se convirtieran en su impronta. Alcanzó así la gloria, con
dignísimas visitas de hombres públicos a su salón, pero después cayó en la
oscuridad y el olvido totales, superada por las circunstancias.