
Buque Escuela "Esmeralda", zarpando desde Ancud en 1959.
Continúo aquí con la selección de artículos del periodista chileno Raúl Morales Álvarez. Este texto pertenece al proyecto editorial "Temporal en Cartagena: antología de Raúl Morales Álvarez", de la Agrupación Cultural El Funye, exclusivamente dispuesta para los lectores de este blog.
Acaba de largar anclas en su querencia porteña, en Valparaíso, el buque escuela de la Armada de Chile, la Esmeralda, dando término al viaje de instrucción anual, realizado con los noveles oficiales recién egresados de la Escuela Naval, a la par con los grumetes que también entrega su propia escuela respectiva, a la siga, unos y otros, de verse capacitados como auténticos marinos.
Esta Esmeralda es la sexta que luce su nombre en nuestra nómina naval. Una hermosa historia marinera navega en estas quillas. La primera Esmeralda, la que Cochrane capturaba para Chile por su señoría en la Rada del Callao, al filo del bravo abordaje nocturno ocurrido el 5 de noviembre de 1828, fue fragata. La segunda, la de Prat llamada "mancarrona" por sus tripulantes querendones, fue la corbeta que alcanzó gloria inmortal en el combate del 21 de mayo de 1879, en las aguas de Iquique, muriendo con su bandera al tope junto a los hombres que la defendieron. La tercera Esmeralda lució en sus días como el crucero más rápido del mundo. La cuarta fue acorazado. La quinta, fragata antisubmarina. La sexta es el bergantín goleta que hunde en las olas el gallardo mascarón de proa, desde donde vuela el cóndor que sostiene el escudo.