
Esquina de Santo Domingo con Mac Iver, ubicación de la Casa Velasco. Se observa el desagüe de aguas lluvias que aún se encuentra en ese vértice de piedra canteada, aunque ha sido modificado ya su aspecto. Fotografía del Archivo Chilectra, sin fecha, aunque la aproximaríamos hacia 1930 (después de la remodelación de Víctor Heal al edificio).
Con este tema, me permito volver un poco al tema de la historia urbana: los desagües pluviales de las calles centrales de Santiago. Los del Centro son los más antiguos de la capital chilena, aunque cada año parecen tener menos trabajo a causa de los notorios cambios climáticos, que nos han ido apartando la lluvia de antaño.
Lo que vemos exteriormente del sistema, es sólo el imbornal o boca de tormenta, la apertura con rejas voluminosas y gruesas de metal, más una tapa trasera para acceder a la cámara interior, en caso de obstruirse o de requerir mantención. Dichas rejillas son las que, traicionando sus funciones, facilitarían las inundaciones de calles cuando se tapan con basura u hojas secas del otoño... O al menos eso nos dicen las autoridades cada vez que hay anegamientos durante las lluvias de invierno.
Las bocas más antiguas que quedan del sistema son, según parece, las dispuestas en posición vertical en al menos una de sus aberturas y con rejilla en arco, en los bloques de los sardineles y los bordillos de la acera (soleras generalmente armadas con piedra canteada, en esos años) mientras que las posteriores suelen ser sólo horizontales con boca de pozo en el suelo y la rejilla a ras de piso, o bien entradas dobles de boca mixtas pero rejillas más simples.