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miércoles, 30 de septiembre de 2015

HISTORIA URBANÍSTICA Y ARQUITECTÓNICA DE UNA MANZANA (ALAMEDA, AHUMADA, MONEDA Y BANDERA): ORIGEN-CONFIGURACIÓN, CALLES INTERIORES Y EDIFICIOS

Imagen de la entrada de calle Nueva York en 1925, vista desde la Alameda de las Delicias. Al fondo, el Edificio Ariztía. A la izquierda, el Club de la Unión, y a la derecha, el Bidart Hotel. Fotografía del Archivo Histórico Chilectra.
Coordenadas: 33°26'34.26"S 70°39'4.12"W

Toda esta entrada está relacionada con la cuadra de las calles Alameda Bernardo O'Higgins, Ahumada, Moneda y Bandera. Sus características son bastante curiosas y particulares para el aspecto dominante de las manzanas en Santiago de Chile, rígidamente ajustadas a la cuadrícula. Con sus esquinas afiladas y distribución de las calles interiores Nueva York, La Bolsa y Club de la Unión, entonces, el aspecto que forman en el plano sus edificios es un caso único en toda la capital.

 De todos los edificios, aquellos más importantes que configuran el aspecto de la manzana del llamado Barrio Financiero (sector La Bolsa) y de la primera cuadra poniente de Ahumada, corresponden a los siguientes, enumerados según el esquema que usaré para ordenarlos en esta entrada:

  1. Club de la Unión
  2. Bolsa de Comercio
  3. Edificio Ariztía
  4. Edificio ex Hotel Mundial
  5. Iglesia Vieja de las Agustinas
  6. Edificio Díaz
  7. Edificio La Cañada
  8. Edificio Nueva York 17
Sin embargo, también revisaremos acá los otros de diferentes épocas, que también dan la configuración y característica determinante a esta manzana.

lunes, 28 de septiembre de 2015

LA PRÓXIMA VÍCTIMA DEL TRANSANTIAGO: EL INMUEBLE DE LA CASA FUNERARIA "LA UNIVER" DE MAIPÚ

Coordenadas: 33°30'38.02"S 70°45'37.53"W
¿Hasta qué punto ciudades como Santiago están realmente progresando y corrigiéndose, o bien sólo adaptándose al flujo de problemas más determinantes para su modus vivendi y que nadie ha logrado resolver? El más reciente intento de mejorar la calamidad que experimenta desde el año 2007 el transporte colectivo de la capital chilena, es la construcción casi frenética de las vías exclusivas para buses que ahora tienen gran parte de la ciudad sumida en visibles trabajos. Sin embargo, toda necesidad urgente involucra sacrificios, y la Comuna de Maipú tendrá que pagar con una cara cuota de su historia su parte según se ha sabido recientemente. Mas, ¿será este sacrificio un acto noble en nombre del progreso, o sólo el alcance más "cultural" de los costos que resultan a consecuencia de problemas urbanos y sociales no solucionados?
Entre otros que también pagaron por la urgencia por mermar los efectos de las malas decisiones tomadas con respecto al transporte colectivo (que no es lo mismo que corregirlos o mejorarlos, estamos claros), está el antiguo inmueble de avenida Matta con Cuevas que albergó por tanto tiempo al famoso restaurante "San Remo" y sus demandados arrollados, sacrificado para hacer ventilaciones menos onerosas de la ampliación del sistema del Metro subterráneo en este sector (proyecto Línea 6); y lo mismo sucede en estos precisos momentos con el edificio esquinero de "El Negro Bueno" de La Florida, esperando su inminente demolición para ampliar los corredores de buses del Transantiago. En estos casos y otros parecidos, parte de los propios barrios afectados se irá para siempre, cercenada por lo que se describe con justificación como vientos de bien común, pero que también son ecos de la improvisación y la perpetua prueba-y-error que dieron origen a los mismos problemas urbanos que justifican cada amputación como las señaladas.

domingo, 27 de septiembre de 2015

EDUARDO ROJAS ÁVILA: MONTAÑISTA, AMIGO Y MAESTRO

Imagen de mi amigo Eduardo Rojas Ávila (1926-2005) en septiembre de 2002. Curiosamente, cuando tomé esta fotografía para una ficha de directorio, don Eduardo se colocó la camisa, corbata y chaqueta sólo para verse más formal, pues aquel día vestía de manera sport, como en sus buenos años de escalador y andinista. Abajo del encuadre aún vestía sus pantalones cortos y zapatillas deportivas.
Nacido el 5 de diciembre de 1926, Eduardo Rojas Ávila fue siempre un hombre de profundas convicciones valóricas y fe cristiana, poseedor de un impulso luchador que le permitió endulzar la vida con su pasión de montañista, y también poder sostener la difícil existencia hasta los últimos días de su duro combate con la cruel enfermedad que lo llevaría a la tumba. Su vasta cultura y sus experiencias me llevan a tener la seguridad de que no deben ser pocos los que lo consideramos un maestro y un enorme guía de vida.
En su casa, en el sector de avenida Macul con Las Torres, de la ciudad de Santiago, se demostraba como un hombre extremadamente atento y muy cordial anfitrión con sus visitantes. Compartía con los que llegaban allí comentarios sobre su gran biblioteca o sus innumerables recuerdos de odiseas varias por este país, Chile, al que se manifestó dispuesto a amar y defender más que a su propia vida, sin chovinismos ni baratijas patrioteras. Me consta que es así, pues uno de sus máximos dolores provocados por los padecimientos que lo arrebataron de este mundo, fue tener que alejarse de las actividades de defensa de las fronteras y límites de nuestro país, a las que se dedicara tras jubilar.

sábado, 26 de septiembre de 2015

QUE NO SE TE "ACONCHEN LOS MEADOS"

Aviso publicitario de una revista Zig-Zag de 1933.

"Se te aconcharon los meados", le gritan en nuestro país al amigo miedoso y pusilánime que no se atreve a ir a la pelea o al cobarde que se asustó en un pleito cuando tomó olor a riña y escapó escurridizamente. También al que posterga una decisión por puro miedo a las consecuencias e implicaciones. Pocos conceptos pueden ser tan extraños y surrealistas para referirse al acobardamiento, entonces.

Así definía la expresión el profesor Jaime Campusano, en las fichas del diario "La Cuarta" del 15 de agosto de 2005:

SE TE ACONCHARON LOS MEADOS: Particularmente este chilenismo no es muy bien visto (ni oído) por ser casi grosero, pero es claro al reflejar la cobardía, el temor o la timidez cuando alguien no se atreve a enfrentar con valentía un problema y retrocede con miedo, entonces no falta aquel que le enrostra la falta de osadía con este modismo.

jueves, 24 de septiembre de 2015

EL SABROSO Y DESDEÑADO PONCHE DE PLÁTANO

Esta ambrosía es poco conocida actualmente, y quizás ha sido siempre secreto de iniciados, aunque existen algunos recetarios en internet recomendándolo y dando tips sobre su preparación (buscarlo por banana con vino o ponche de banana). Es bastante diferente en sus resultados al conocido ponche de frutas claret o clericot, y a las variedades de borgoñas de vino blanco como el de chirimoyas o piñas, así que lo identificaremos como una bebida alcohólica definitivamente distinta.
El ponche de plátano se prepara igual que una inocente e inofensiva leche con plátano, pero con el imponderable toque local: vino blanco en lugar del lácteo, aunque algunos lo prefieren con pipeño, particularmente cuando quieren garantías de que quede dulce. La proporción también varía según el gusto: de medio o dos plátanos por caña, y alrededor de unos cuatro a seis por litro, pues todo depende de la consistencia que quiera dársele (sugiero ir probando). Se muele bien, pues no se debe pasar por cedazo, y suele producir algo de espuma.
Se aplica azúcar a gusto y también se recomienda -entre los más detallistas- un poco de canela en polvo y/o esencia de vainilla en la juguera o batidora que se use para la mezcla. En caso de no tener a mano estos artículos eléctricos, a mano se puede moler el plátano con un tenedor, siendo mejor hacerlo combinado con los granos del azúcar para obtener una pasta más homogénea y de ahí aplicar el vino o pipeño.

lunes, 21 de septiembre de 2015

HIDROLOGÍA-HIDROGRAFÍA DE LA CUENCA SANTIAGO ENTRE LOS SIGLOS XVI Y XIX

Mapa Europeo basado en el Plano de Santiago de Amadeo Frezier, de 1712. Se observa la red de canales desde el Mapocho y por las calles adyacentes al Cerro Santa Lucía, que movían los molinos y llegaban a La Cañada.
Recuerdo esa ocasión: alguien me había pedido urgente una descripción de la hidrología de la Cuenca de Santiago al momento de la Conquista, la Colonia y el primer siglo republicano aproximadamente, para adelantar parte de un afanoso trabajo de investigación urbana en curso, que lleva adelante en tierras lejanas. Algo recordaba del tema, pero echando mano a libros relacionados para refuerzo, especialmente las memorias de la Sociedad de Canalistas del Maipo y "Las aguas de Santiago de Chile, 1541-1999" de Gonzalo Piwonka, elaboré esta lista de tips sobre la situación de los cursos hídricos del valle santiaguino en aquellos años y sus influencias sobre el desarrollo urbano de la región en el Valle del Mapocho y el Llano del Maipo.
Luego de terminar de redactarlo, se lo envié por correo electrónico y quedé a la espera que me respondiese de vuelta con lo que creí podían ser sólo observaciones y comentarios... Pero había un error esencial en esto: lo que en realidad me pedía era un esquema gráfico, no textos con indicaciones y referencias, de modo que interpreté mal su requerimiento.
Aquí estoy entonces, con esta lista inútil al propósito para la que fue creada y que publico acá para no perderla. Agrego las imágenes y también una tabla de coordenadas del inicio, que me ha demandado varias horas más de cansancio así que agradecería cualquier comentario o indicación sobre posibles errores.

viernes, 18 de septiembre de 2015

LA "BOTICA DEL INDIO": TIEMPOS DE GLORIA FARMACÉUTICA EN ALAMEDA CON AHUMADA

La esquina de la "Botica del Indio" hacia el 1900. El edificio de la imagen fue demolido en tres etapas, a partir de los años veinte aproximadamente, pero fue hacia la década del cuarenta que desapareció el segmento donde estaba la botica en Ahumada con Alameda, siendo reemplazado por el actual edificio donde volvió a alojarse la farmacia por unos 40 años más.
Coordenadas:  33°26'36.80"S 70°39'2.25"W
Alguna vez fue ésta una célebre y acreditada farmacia-droguería del barrio comercial en el centro mismo de la ciudad de Santiago: la "Botica del Indio", fundada el año 1871 por farmacéuticos alemanes. No extraña que su nombre y su presencia en muchas fotografías antiguas sea advertida y comentada por varios buscadores de tesoros del pasado y coleccionistas de imágenes históricas, dada su relevancia en el rubro y su destacada ubicación dentro de la urbe.
La botica dominó por más tiempo que cualquier otro negocio haya podido hacerlo la esquina en la dirección de Ahumada 2 con la Alameda de las Delicias, donde ahora está el Edificio La Cañada. Ocupaba el vértice en los bajos de un gran edificio neoclásico de tres pisos (al que se agregó un cuarto en mansarda, hacia su última época) con primer nivel comercial y el resto hotelero y residencial. Este edificio hacía frente de cuadra entre todo el sector de la Alameda determinado por las calles Bandera a Ahumada (costado Norte), desapareciendo gradualmente, primero con la construcción de la sede del Club de La Unión y la apertura de la calle Nueva York, luego el Edificio de La Cañada en su otro extremo y, finalmente, la Torre Corporativa Bice en lo que quedaba del mismo al centro.