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jueves, 24 de diciembre de 2015

PASEANDO SOBRE LA HISTORIA Y BAJO LA SOMBRA DEL PARQUE SAN BORJA

Iglesia y Parque San Borja (aún árido) hacia 1970. Atrás, las torres de la Remodelación y a la izquierda arriba el ex convento y mercado, hoy Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile. Imagen de la colección fotográfica del Archivo del Instituto de Historia y Patrimonio de la FAU y del Archivo Personal del Profesor de la FAU don Ignacio Salinas (Fuente: uchile.cl/u86147).

Coordenadas:  33°26'26.31"S 70°38'15.49"W
El Parque San Borja de Santiago se constituye como el único terreno de este tipo en tal sector de céntricas cuadras. Si bien el barrio está próximo también a otros pulmones verdes centrales, se halla un tanto segregado de los mismos por las características del plano urbano de la capital chilena. En el caso del Cerro Santa Lucía y del Parque Forestal, por ejemplo, los separa la Alameda Bernardo O'Higgins; en el caso de Plaza Baquedano (a sólo una cuadra y media), hace lo propio la aislación de este punto y la propia configuración del tráfico vehicular que lo ha convertido en isla; y para el caso del Parque Bustamante, éste se encuentra en el sector Norte de Vicuña Mackenna, más distante. De esta manera, el Parque San Borja es un ojo verde principal y muy propio del sector de la Remodelación del mismo nombre y de sus inmediatos.
Ubicado así a pocos metros de la Alameda y rodeado de torres y edificios históricos, desde hace unos años está cercado con rejas metálicas, por las mismas razones de seguridad llevaron a hacer lo propio en el Cerro Santa Lucía. Su perímetro está contorneado por las calles Marcoleta, Barón Pierre de Coubertin, Jaime Eyzaguirre y Carabineros de Chile, esta última antes llamada José Alfonso y rebautizada tras la construcción de la Plaza y el Monumento a los Mártires de Carabineros. De alguna manera, es el corazón de la Remodelación San Borja.
A su vez, al San Borja se lo encuentra también en una ubicación un tanto aislada y "oculta" dentro de la geografía urbana, a pesar de su proximidad a los grandes puntos neurálgicos de la actividad y movimiento en la urbe. No es de extrañar el vínculo estrecho que los residentes del sector sienten con él, por lo tanto, rasgo que se ha ido traduciendo también en pasiones, recientemente: es este parque el que se planifica intervenir y transformar en el Museo Humano o Museo de la Humanidad, del escultor nacional Mario Irarrázabal, generando una controversia que ha persistido por varios meses y pasado ya a fuertes colores de conflicto.

viernes, 18 de diciembre de 2015

"AGUA, HARINA, SAL Y LEVADURA": UN LIBRO PARA DEVORARLO COMO AL PAN CALIENTE

Ha llegado a mis manos y gracias a su propia autora, un nuevo trabajo para la biblioteca patrimonial de folklore y tradición chilena: "Agua, harina, sal y levadura. Relatos del oficio panadero en Santiago de Chile". Con sello de Ocho Libros Editores y cofinanciamiento del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, la joven diseñadora Gabriela Diéguez Santa María, devenida con este trabajo también en probada buena investigadora, ha lanzado recientemente tan notable trabajo sobre una de las artes más tradicionales pero menos sondeadas de nuestro país: la alquimia dorada del pan.
Ya de entrada se nota la mano diestra de una diseñadora gráfica en este trabajo de verdadero y romántico homenaje a la panificación. Y sospecho que intuye el enorme valor de lo que está presentando en sociedad:
Por qué una diseñadora comenzaría a desarrollar un proyecto editorial sobre el oficio panadero. Una primera relación tiene que ver con el objetivo de hacer un libro. Como producto de diseño éste tiene muchas capas de información: el material con que está hecho, las tipografías, ilustraciones y colores, lo transforman en un cuerpo tridimensional, no sólo físicamente, sino por lo que su contenido es capaz de crear: mundos complejos, distantes del presente e incluso surrealistas. Quizás lo más importante del libro es que permanece en el tiempo, como un manifiesto dispuesto a perdurar para siempre.

martes, 15 de diciembre de 2015

EL "FORTÍN MAPOCHO" Y LOS OLVIDADOS DÍAS EN QUE FESTEJÓ A LA JUNTA MILITAR

La publicación del "Fortín Mapocho" de septiembre de 1974.
Sí, así fue... Tal cual suena, sucedió: el recordado periódico "Fortín Mapocho", símbolo de una época, apoyó el derrocamiento de la Unidad Popular y aplaudió la llegada de la Junta Militar al Palacio de La Moneda.
No era el mismo "Fortín Mapocho" de los años 80, elevado a bastión de lucha por Jorge Lavandero y la oposición al Régimen Militar, pero sí es su antecedente directo: su etapa originaria como órgano de trabajadores y comerciantes de los mercados de Mapocho, y hasta con el mismo nombre. Ocurrió poco después del 11 de septiembre de 1973.
Aunque hubo posteriores ediciones en los años setenta, la evidencia se encuentra justo al final del primer rollo microfilmado disponible a los usuarios de la Biblioteca Nacional. Curiosamente, es la publicación siguiente a un gran vacío que hay en la tira de película lit el registro, saltando desde el año de 1969 al de 1974, con lo que queda ausente del rollo en todo un período correspondiente al Gobierno del Presidente Salvador Allende en la Unidad Popular, por razones que me resultan misteriosas.

lunes, 7 de diciembre de 2015

"EJE SAN DIEGO": LAS NUEVAS CRÓNICAS DE LOS VIEJOS BARRIOS

Coordenadas:  33°27'37.23"S 70°38'56.72"W (calle San Diego)
Hace tiempo debía un artículo referido al libro titulado "Eje San Diego. Arqueología de una calle mágica", de Ricardo Chamorro, salido de prensa hace justo dos años con sello de La Polla Literaria y presentado en sociedad en diciembre de 2013. Un ejemplar me fue obsequiado gentilmente por su autor, durante el año pasado, pero por hallarme en un retiro de varios meses no pude publicar antes mis impresiones sobre esta obra, sino hasta ahora.
El libro me trae al recuerdo muchos episodios de juventud en este barrio que no es, exactamente, un barrio como tal; por eso la atinada preferencia por definirlo como "eje", explicada por el propio autor en la contratapa. Mis años de estudiante del Liceo Manuel Barros Borgoño y luego de la Universidad Central quedaron en esas calles y, ya en otra casa de estudios, participé de una exposición que describía calle San Diego en una analogía al río Nilo, corriendo en un sentido opuesto a todas las demás calles comerciales de Santiago (como el Nilo en relación a los otros grandes ríos del mundo) y fomentando un gran comercio popular con su "légamo cultural" de historia y prosperidad en las riberas: recreación, espectáculos, bares, cafés, sombrererías, centros de ventas populares, juegos electrónicos, parques de diversiones, cabarets, libros usados, restaurantes, etc.

viernes, 4 de diciembre de 2015

TRES ÉPOCAS DE UNA CÉNTRICA ESQUINA FRENTE A LA PLAZA DE ARMAS: 1) LA CASA FOTOGRÁFICA DE DÍAZ & SPENCER, 2) EL PALACIO DE LA LUZ DE CHILECTRA Y 3) LA TIENDA DE "LOS GOBELINOS"

Esquina y edificio "Los Gobelinos" hacia el año 1960. Fuente imagen: Flickr de SantiagoNostalgico (Pedro Encina)
Coordenadas: 33°26'19.74"S 70°39'4.77"W
En la entrada de texto anterior a ésta, publiqué algo relativo al Portal de Sierra Bella que engalanó por largo tiempo el costado de la Plaza de Armas de Santiago en donde está actualmente el Portal Fernández Concha. Ahora, quiero dejar publicado también el material del que dispongo con la historia de un punto adyacente al recién mencionado: la esquina Sur poniente de las calles Compañía y Ahumada.
Este vértice ha sido uno de los sitios más famosos y útiles para reunión "al paso" en la ciudad, hoy recordada como la esquina de "Los Gobelinos" por la famosa casa comercial que se encontraba allí hasta fines de los setenta, una de las primeras de Chile en el formato moderno de las multitiendas con productos para el hogar. Me sorprendió saber, sin embargo, que en etapas anteriores a la existencia de "Los Gobelinos" la esquina ya había sido considerada también un importante punto para acordar encuentros, por la importancia del comercio que viene alojando en ella desde 1890 cuanto menos.
La historia de este céntrico punto capitalino vecino al Palacio Arzobispal y del Portal Fernández Concha, es tan antiguo como la propia ciudad. Y, en efecto, antes de ser ocupado por el actual edificio tuvo otros períodos interesantes de existencia como punto referente, por su popularidad e importancia geográfica dentro de Santiago Centro. Quizás se trate de una de las esquinas más famosas de la metrópolis, por lo mismo.
Ha sido utilizada esta esquina desde la fundación de Santiago en adelante, cuando en la flamante ciudad de don Pedro de Valdivia instaló su solar don Alfonso de Escobar, ocupando un cuarto de la manzana exactamente en el ángulo frente a la Plaza Mayor.

miércoles, 2 de diciembre de 2015

HISTORIA Y PERSONAJES DEL PORTAL DE SIERRA BELLA: EL MÁS AUSENTE DE LOS EDIFICIOS DE LA PLAZA DE ARMAS DE SANTIAGO

Portal de Sierra Bella, en el costado Sur de la Plaza de Armas de Santiago. Fuente imagen: Flickr de Santiago Nostálgico (Pedro Encina).
Coordenadas: 33°26'19.11"S 70°39'1.32"W
El gran edificio actual del Portal Fernández Concha, uno de los símbolos más característicos de la Plaza de Armas de la capital chilena, se ubica en donde antes estaba la casa colonial y centro comercial de don Pedro de Torres y Saá, ciudadano de ascendencia portuguesa que llegaría a ser Tesorero de la Santa Cruzada en Chile durante la segunda mitad del siglo XVII y las dos primeras décadas del XVIII, además de ostentar el título de Conde de Sierra Bella.
Conocida como el Portal de Cierra Bella, esta construcción destacó por sus varias arcadas recorriendo de la lado a lado el largo de la cuadra entre Ahumada y Estado, y su concepto introducido en la Plaza de Armas se mantiene hasta nuestros días, de alguna forma, con los actuales portales que allí existen. De hecho, pasados muchos años desde que fuera reemplazado por el Portal Fernández Concha, todavía se le seguía llamado a éste con el nombre del antiguo y desaparecido Portal de Sierra Bella.

domingo, 22 de noviembre de 2015

UNA VISITA AL MUSEO DE AUTOS ANTIGUOS DE CHILE EN QUILICURA

Coordenadas: 33°19'38.12"S 70°43'45.43"W
Don Gabriel Lira es un personaje en todos sus aspectos y manifiestos. Tiene ese aire de los antiguos patrones de campo en sus formas y su lenguaje con cargas de picardía. Hospitalario, atento y con una velocidad asombrosa para responder con chistes improvisados o distender situaciones sacando risas mientras finge hablar con seriedad, no sabe exactamente cuál es su inclinación profesional: responde que es "algo así como arquitecto agrícola", para decir que un poco de todo y a la vez nada. Es que sus padres lo obligaron a entrar a la Escuela Militar para rectificar su desordenado estilo de vida, cuando joven, escalando varios grados antes de retirarse "justo a tiempo", según acota aludiendo a aquella contingencia histórica.
Desde entonces, el Sr. Lira se dedicó a la gerencia de empresas, la minería, y también a los estudios históricos y la investigación de su onerosa pero gratificante pasión: el coleccionismo de automóviles.
Una vida como viajero, coleccionista y hombre de mundo ha llenado su agenda de nombres ilustres y de personajes notables de la historia chilena, además de innumerables contactos que le han servido para enterarse de la existencia e ir adquiriendo nuevos ejemplares para su exposición. Es de esas personas que siempre conocen alguien en el lugar, ciudad o ambiente que uno mencione. Además, su encanto con las tuercas y las bujías es mucho más profundo que sólo comprar y poseer: con la misma energía repara sus piezas, las devuelve a la vida con sus mecánicos expertos, a la vez que indaga, clasifica y recolecta información tanto a nivel técnico e histórico sobre cada modelo, como también sobre la historia particular de cada ejemplar conseguido.
Hace unos años, en 2003, viendo don Gabriel que sus joyitas se acumulaban atrayendo a los curiosos mientras su participación en el negocio minero se reducía, comenzó a imaginar la posibilidad de establecer un lugar propio para mostrarlas al público involucrándose así en labores de corte más cultural y social. Así decidió crear su propia Fundación Lira para respaldar la exhibición de automóviles en un amplio galpón de Quilicura: su Museo de Autos Antiguos de Chile.

lunes, 16 de noviembre de 2015

LAS "CATACUMBAS" DEL TEMPLO DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO EN SANTIAGO

Crucero de la "cripta" de los Sacramentinos, en imagen de postal publicada pocos años después de su inauguración. Fuente imagen: Flickr de SantiagoNostálgico.
Coordenadas: 33°27'4.55"S 70°38'57.65"W
La primera entrada de este blog (aunque no fue la primera que escribí sobre estas temáticas) está dedicada a la Iglesia del Santísimo Sacramento en el sector de calle San Diego y Arturo Prat de la capital chilena, de espalda al Parque Almagro y a la plaza de los libreros. Allí dijimos que el templo nace con el proyecto de traer a los padres sacramentinos desde Francia y establecerlos en este edificio, hecho por el arquitecto Ricardo Larraín con explícita petición de que se inspirara en la Basílica del Sagrado Corazón de París. La obra iniciada en una primera etapa de 1911-1913, bajo mecenazgo de doña María Lecaros de Marchant, fue entregada en 1919 pero sus terminaciones continuaron incluso hasta el año 1931. Desde 1928, además, contaba con el reconocimiento de parroquia.
En aquella ocasión en que publiqué el artículo referido a la iglesia, sin embargo, no me fue posible tener acceso al sector llamado "la cripta" o, más popularmente, "las catacumbas" del mismo templo, a las que se accede por unas escaleras dobles ubicadas detrás de la sacristía y en el pasillo hacia las dependencias interiores de la parroquia por el lado de avenida Santa Isabel y Arturo Prat. Las fotografías que aquí publico las tomé recién en el año 2012, y me servirán para completar la parque que faltaba a la historia y descripción del templo. Recientemente, además, fui entrevistado para un reportaje noticioso dedicado al Santiago subterráneo y titulado "Bajo nuestros pies", en donde se abordaba el tema del origen y la existencia de la "cripta" de los sacramentinos, entre otros casos. Pocos días más tarde, tuve el placer de conocer un caso parecido al de la Parroquia del Santísimo Sacramento y sus dependencias en el subsuelo: la Basílica de San Antonio de Padua al Laterano, en Roma, que también tiene una iglesia completa bajo la principal superior y de cuya historia publiqué algo ya, hace poco. Eso sin adelantar acá algo aún sobre la experiencia de conocer en persona auténticas catacumbas romanas, como las de San Calixto, las de San Lorenzo de Extramuros o las de Santa María en Vía Lata.

miércoles, 30 de septiembre de 2015

HISTORIA URBANÍSTICA Y ARQUITECTÓNICA DE UNA MANZANA (ALAMEDA, AHUMADA, MONEDA Y BANDERA): ORIGEN-CONFIGURACIÓN, CALLES INTERIORES Y EDIFICIOS

Imagen de la entrada de calle Nueva York en 1925, vista desde la Alameda de las Delicias. Al fondo, el Edificio Ariztía. A la izquierda, el Club de la Unión, y a la derecha, el Bidart Hotel. Fotografía del Archivo Histórico Chilectra.
Coordenadas: 33°26'34.26"S 70°39'4.12"W

Toda esta entrada está relacionada con la cuadra de las calles Alameda Bernardo O'Higgins, Ahumada, Moneda y Bandera. Sus características son bastante curiosas y particulares para el aspecto dominante de las manzanas en Santiago de Chile, rígidamente ajustadas a la cuadrícula. Con sus esquinas afiladas y distribución de las calles interiores Nueva York, La Bolsa y Club de la Unión, entonces, el aspecto que forman en el plano sus edificios es un caso único en toda la capital.

 De todos los edificios, aquellos más importantes que configuran el aspecto de la manzana del llamado Barrio Financiero (sector La Bolsa) y de la primera cuadra poniente de Ahumada, corresponden a los siguientes, enumerados según el esquema que usaré para ordenarlos en esta entrada:

  1. Club de la Unión
  2. Bolsa de Comercio
  3. Edificio Ariztía
  4. Edificio ex Hotel Mundial
  5. Iglesia Vieja de las Agustinas
  6. Edificio Díaz
  7. Edificio La Cañada
  8. Edificio Nueva York 17
Sin embargo, también revisaremos acá los otros de diferentes épocas, que también dan la configuración y característica determinante a esta manzana.

lunes, 28 de septiembre de 2015

LA PRÓXIMA VÍCTIMA DEL TRANSANTIAGO: EL INMUEBLE DE LA CASA FUNERARIA "LA UNIVER" DE MAIPÚ

Coordenadas: 33°30'38.02"S 70°45'37.53"W
¿Hasta qué punto ciudades como Santiago están realmente progresando y corrigiéndose, o bien sólo adaptándose al flujo de problemas más determinantes para su modus vivendi y que nadie ha logrado resolver? El más reciente intento de mejorar la calamidad que experimenta desde el año 2007 el transporte colectivo de la capital chilena, es la construcción casi frenética de las vías exclusivas para buses que ahora tienen gran parte de la ciudad sumida en visibles trabajos. Sin embargo, toda necesidad urgente involucra sacrificios, y la Comuna de Maipú tendrá que pagar con una cara cuota de su historia su parte según se ha sabido recientemente. Mas, ¿será este sacrificio un acto noble en nombre del progreso, o sólo el alcance más "cultural" de los costos que resultan a consecuencia de problemas urbanos y sociales no solucionados?
Entre otros que también pagaron por la urgencia por mermar los efectos de las malas decisiones tomadas con respecto al transporte colectivo (que no es lo mismo que corregirlos o mejorarlos, estamos claros), está el antiguo inmueble de avenida Matta con Cuevas que albergó por tanto tiempo al famoso restaurante "San Remo" y sus demandados arrollados, sacrificado para hacer ventilaciones menos onerosas de la ampliación del sistema del Metro subterráneo en este sector (proyecto Línea 6); y lo mismo sucede en estos precisos momentos con el edificio esquinero de "El Negro Bueno" de La Florida, esperando su inminente demolición para ampliar los corredores de buses del Transantiago. En estos casos y otros parecidos, parte de los propios barrios afectados se irá para siempre, cercenada por lo que se describe con justificación como vientos de bien común, pero que también son ecos de la improvisación y la perpetua prueba-y-error que dieron origen a los mismos problemas urbanos que justifican cada amputación como las señaladas.

domingo, 27 de septiembre de 2015

EDUARDO ROJAS ÁVILA: MONTAÑISTA, AMIGO Y MAESTRO

Imagen de mi amigo Eduardo Rojas Ávila (1926-2005) en septiembre de 2002. Curiosamente, cuando tomé esta fotografía para una ficha de directorio, don Eduardo se colocó la camisa, corbata y chaqueta sólo para verse más formal, pues aquel día vestía de manera sport, como en sus buenos años de escalador y andinista. Abajo del encuadre aún vestía sus pantalones cortos y zapatillas deportivas.
Nacido el 5 de diciembre de 1926, Eduardo Rojas Ávila fue siempre un hombre de profundas convicciones valóricas y fe cristiana, poseedor de un impulso luchador que le permitió endulzar la vida con su pasión de montañista, y también poder sostener la difícil existencia hasta los últimos días de su duro combate con la cruel enfermedad que lo llevaría a la tumba. Su vasta cultura y sus experiencias me llevan a tener la seguridad de que no deben ser pocos los que lo consideramos un maestro y un enorme guía de vida.
En su casa, en el sector de avenida Macul con Las Torres, de la ciudad de Santiago, se demostraba como un hombre extremadamente atento y muy cordial anfitrión con sus visitantes. Compartía con los que llegaban allí comentarios sobre su gran biblioteca o sus innumerables recuerdos de odiseas varias por este país, Chile, al que se manifestó dispuesto a amar y defender más que a su propia vida, sin chovinismos ni baratijas patrioteras. Me consta que es así, pues uno de sus máximos dolores provocados por los padecimientos que lo arrebataron de este mundo, fue tener que alejarse de las actividades de defensa de las fronteras y límites de nuestro país, a las que se dedicara tras jubilar.

sábado, 26 de septiembre de 2015

QUE NO SE TE "ACONCHEN LOS MEADOS"

Aviso publicitario de una revista Zig-Zag de 1933.

"Se te aconcharon los meados", le gritan en nuestro país al amigo miedoso y pusilánime que no se atreve a ir a la pelea o al cobarde que se asustó en un pleito cuando tomó olor a riña y escapó escurridizamente. También al que posterga una decisión por puro miedo a las consecuencias e implicaciones. Pocos conceptos pueden ser tan extraños y surrealistas para referirse al acobardamiento, entonces.

Así definía la expresión el profesor Jaime Campusano, en las fichas del diario "La Cuarta" del 15 de agosto de 2005:

SE TE ACONCHARON LOS MEADOS: Particularmente este chilenismo no es muy bien visto (ni oído) por ser casi grosero, pero es claro al reflejar la cobardía, el temor o la timidez cuando alguien no se atreve a enfrentar con valentía un problema y retrocede con miedo, entonces no falta aquel que le enrostra la falta de osadía con este modismo.

jueves, 24 de septiembre de 2015

EL SABROSO Y DESDEÑADO PONCHE DE PLÁTANO

Esta ambrosía es poco conocida actualmente, y quizás ha sido siempre secreto de iniciados, aunque existen algunos recetarios en internet recomendándolo y dando tips sobre su preparación (buscarlo por banana con vino o ponche de banana). Es bastante diferente en sus resultados al conocido ponche de frutas claret o clericot, y a las variedades de borgoñas de vino blanco como el de chirimoyas o piñas, así que lo identificaremos como una bebida alcohólica definitivamente distinta.
El ponche de plátano se prepara igual que una inocente e inofensiva leche con plátano, pero con el imponderable toque local: vino blanco en lugar del lácteo, aunque algunos lo prefieren con pipeño, particularmente cuando quieren garantías de que quede dulce. La proporción también varía según el gusto: de medio o dos plátanos por caña, y alrededor de unos cuatro a seis por litro, pues todo depende de la consistencia que quiera dársele (sugiero ir probando). Se muele bien, pues no se debe pasar por cedazo, y suele producir algo de espuma.
Se aplica azúcar a gusto y también se recomienda -entre los más detallistas- un poco de canela en polvo y/o esencia de vainilla en la juguera o batidora que se use para la mezcla. En caso de no tener a mano estos artículos eléctricos, a mano se puede moler el plátano con un tenedor, siendo mejor hacerlo combinado con los granos del azúcar para obtener una pasta más homogénea y de ahí aplicar el vino o pipeño.

lunes, 21 de septiembre de 2015

HIDROLOGÍA-HIDROGRAFÍA DE LA CUENCA SANTIAGO ENTRE LOS SIGLOS XVI Y XIX

Mapa Europeo basado en el Plano de Santiago de Amadeo Frezier, de 1712. Se observa la red de canales desde el Mapocho y por las calles adyacentes al Cerro Santa Lucía, que movían los molinos y llegaban a La Cañada.
Recuerdo esa ocasión: alguien me había pedido urgente una descripción de la hidrología de la Cuenca de Santiago al momento de la Conquista, la Colonia y el primer siglo republicano aproximadamente, para adelantar parte de un afanoso trabajo de investigación urbana en curso, que lleva adelante en tierras lejanas. Algo recordaba del tema, pero echando mano a libros relacionados para refuerzo, especialmente las memorias de la Sociedad de Canalistas del Maipo y "Las aguas de Santiago de Chile, 1541-1999" de Gonzalo Piwonka, elaboré esta lista de tips sobre la situación de los cursos hídricos del valle santiaguino en aquellos años y sus influencias sobre el desarrollo urbano de la región en el Valle del Mapocho y el Llano del Maipo.
Luego de terminar de redactarlo, se lo envié por correo electrónico y quedé a la espera que me respondiese de vuelta con lo que creí podían ser sólo observaciones y comentarios... Pero había un error esencial en esto: lo que en realidad me pedía era un esquema gráfico, no textos con indicaciones y referencias, de modo que interpreté mal su requerimiento.
Aquí estoy entonces, con esta lista inútil al propósito para la que fue creada y que publico acá para no perderla. Agrego las imágenes y también una tabla de coordenadas del inicio, que me ha demandado varias horas más de cansancio así que agradecería cualquier comentario o indicación sobre posibles errores.

viernes, 18 de septiembre de 2015

LA "BOTICA DEL INDIO": TIEMPOS DE GLORIA FARMACÉUTICA EN ALAMEDA CON AHUMADA

La esquina de la "Botica del Indio" hacia el 1900. El edificio de la imagen fue demolido en tres etapas, a partir de los años veinte aproximadamente, pero fue hacia la década del cuarenta que desapareció el segmento donde estaba la botica en Ahumada con Alameda, siendo reemplazado por el actual edificio donde volvió a alojarse la farmacia por unos 40 años más.
Coordenadas:  33°26'36.80"S 70°39'2.25"W
Alguna vez fue ésta una célebre y acreditada farmacia-droguería del barrio comercial en el centro mismo de la ciudad de Santiago: la "Botica del Indio", fundada el año 1871 por farmacéuticos alemanes. No extraña que su nombre y su presencia en muchas fotografías antiguas sea advertida y comentada por varios buscadores de tesoros del pasado y coleccionistas de imágenes históricas, dada su relevancia en el rubro y su destacada ubicación dentro de la urbe.
La botica dominó por más tiempo que cualquier otro negocio haya podido hacerlo la esquina en la dirección de Ahumada 2 con la Alameda de las Delicias, donde ahora está el Edificio La Cañada. Ocupaba el vértice en los bajos de un gran edificio neoclásico de tres pisos (al que se agregó un cuarto en mansarda, hacia su última época) con primer nivel comercial y el resto hotelero y residencial. Este edificio hacía frente de cuadra entre todo el sector de la Alameda determinado por las calles Bandera a Ahumada (costado Norte), desapareciendo gradualmente, primero con la construcción de la sede del Club de La Unión y la apertura de la calle Nueva York, luego el Edificio de La Cañada en su otro extremo y, finalmente, la Torre Corporativa Bice en lo que quedaba del mismo al centro.

lunes, 13 de abril de 2015

LA CASTA Y EL ESTIGMA DEL "MEDIO PELO"

Sombreros antiguos.
Todo producto que es de mediana calidad, en el rango de lo corriente o bien atrapado en la tendencia mediocre, carga en el lenguaje coloquial chileno con el título de ser de "medio pelo", bien sea objeto o servicio, pero especialmente también si es un humano. El concepto es parecido al de la marcha chancho, ya tratado en este un anterior artículo de este blog, aunque el estigma de "medio pelo" está un poquito más arriba en la escala jerárquica del (des)prestigio.
Ya en el siglo XVIII, el poeta y cronista español Juan Cristóbal Diego Romea Tapia usaba esta expresión en su obra doble "El Escritor sin título" (1763 - 1764):
Tampoco por la gente de escalerilla , las de la vida airada , Verduleras , ni Usías de medio pelo. Sin duda lo dirán por aquellas señoras que tienen una pingüe renta, y pueden hacer dispendio del larguísimo caudal que necesita el uniforme completo.

lunes, 16 de marzo de 2015

RAÚL GUTIÉRREZ, EL PREDICADOR: SE APAGÓ EL ÁSPERO Y ENÉRGICO GRITO DE "¡GLORIA AL PULENTO!"

Coordenadas:  33°26'22.19"S 70°38'59.44"W (último sector que ocupaba en Santiago Centro)
Raúl Gutiérrez Gutiérrez llegó a ser uno de los pastores evangélicos o canutos más conocidos y populares de la historia de nuestro país, además de un icono de los años ochenta, a pesar de la pobreza espartana en que vivía y lo lejos que se halló de llevar su fervor ardiente y apasionado a algún templo con auditorio propio; menos a la radio o la televisión. Claro que nunca lo haría: la calle era su gran casa, su iglesia y su vertiente devocional, en ese mismo Paseo Ahumada donde se graduaron grandes personajes populares de la historia reciente de la Ciudad de Santiago, desde el escritor Luis Cornejo vendiendo sus propios libros de corte social allí en la Plaza de Armas, hasta el recientemente fallecido Sigisfredo Venegas, suplementero de "La Segunda" apodado "El Rambo", con sus disfraces y representaciones excéntricas como "El Vendedor de Palomas". El predicador Gutiérrez pasó a formar parte de esta misma nómina de personajes perdidos en la historia de la urbe, en el recién pasado fin de semana.
Don Raúl había nacido en 1932, dentro de una familia muy pobre de Linares, condición social que lo acompañaría toda la vida. Se vino a trabajar en la juventud a Santiago. Viviendo acompañado de su esposa y su pequeña hijita, daba batalla y sustento como mecánico engrasador de la desaparecida ETC, en un taller de avenida Santa Rosa para el Ministerio de Economía. Lamentablemente, con esta difícil existencia se puso bueno para el copete y no dejaba un día sin andar pasando las penas con "el tósigo y el reconfortante" de la ebriedad, como hablaba Baldomero Lillo del flagelo del alcohol entre los obreros. La malta y la cerveza pasaron a sustituir su agua de cada día, según la confesión que de él oímos.
Sin embargo, en 1962 fue invitado a una iglesia por el pastor Antonio Villegas, a la que asistió por curiosidad. El shock espiritual fue instantáneo, y allí mismo recibió un incontenible golpe de fe que enderezó su estilo de vida. De inmediato se propuso dejar el trago para siempre, comenzando a predicar por su cuenta en 1965. Según declaraba, el propio Señor del Cielo le habló de alguna forma y le señaló el camino con misión incluida, instándolo a predicar de por vida en las calles de la ciudad. Hasta su modesto empleo dejó para tomar el desafío.

lunes, 9 de marzo de 2015

HUELLAS DE PERROS POR EL CEMENTO FRESCO DE CHILE (PARTE II): EL LADO MÁS PERRUNO DEL CRIOLLISMO, LA CULTURA POPULAR Y LA CONSTRUCCIÓN DE LA IDENTIDAD

Un vendedor de bocadillos y huevos duros en su puesto, mientras un perro callejero lo mira atentamente esperando algún trozo de comistrajo o migaja, en fotografía de 1960 de la Editorial Zig Zag. Esta escena aún existe en todas las ciudades de Chile, porque ya es parte del paisaje cultural.
Asoma como un hecho irrefutable que el pueblo chileno ha vivido con un perro echado a sus pies: lo que acá hemos denominado como ese "pacto" cultural y ancestral. Es un contrato afectivo que es severo y exigente, por lo demás, pues el chileno que odie o maltrate a los perros es, sencillamente, un mal chileno. Y desgraciadamente, ya sabemos que hay muchos de ellos; más de lo que quisiéramos los rotos y los quiltros.
Aquí en nuestro país, pues, queda claro que el quiltro tiene su propia historia y legítima, sin necesidad de fusionarla a pastiches de situaciones inmersas en el romanticismo artificioso de "La dama y el vagabundo" de Disney. También hicieron su propio relato los muchos canes que han arruinado encopetadas presentaciones públicas y hasta distinguidas visitas presidenciales; o bien jugando alegremente con el agua del carro guanaco policial mientras la multitud escapa del chorro en los disturbios del centro de la capital, ladrando felices y abstraídos de los problemas mundanos, de nuestras irritaciones sociales. Son casi como un hechizo de venganza del pueblo contra sus propias clases gobernantes, en ciertos contextos.

lunes, 2 de marzo de 2015

HUELLAS DE PERROS POR EL CEMENTO FRESCO DE CHILE (PARTE I): LOS CANES NATIVOS Y DOMESTICADOS ENTRE LAS COMUNIDADES INDÍGENAS DEL TERRITORIO

Familia pehuenche con su propio perro o "tregua", en ilustración de Claudio Gay.
Hace poco subí un par de textos relativos a la "cuestión social" de los perros en Chile en el período de la Colonia y el de la República, publicando con ello parte de un trabajo que me correspondió hacer algunos años, para un proyecto editorial que no llegó a puerto. Como mi deseo es que estos contenidos no se pierdan, los dejo disponibles acá.
Para comprender la relación ancestral de hombres y perros en Chile a la que ya he hecho referencia en este blog, se puede retroceder a los orígenes mismos del país y a sus primeros habitantes, en la búsqueda de explicación a la postal tan enraizada y tan incomprensible para el ciudadano de otras latitudes o de otras realidades, sobre el vínculo cultural con el perro que es tan proverbial acá, especialmente con el perro quiltro, el mestizo o "de mala raza". La sorpresa es verificar, con este ejercicio, que dicho vínculo puede ser casi primigenio: más antiguo de todo lo imaginable. Nace con el propio país, de hecho, pues el perro llegó a estos territorios acompañando al propio hombre primitivo que pobló el continente y, al igual que él, probablemente descendía de razas del Asia Central, expandiéndose con rapidez por las comunidades humanas americanas.
Ya había sentenciado algo Ricardo E. Latcham sobre la presencia del perro en el Nuevo Mundo antes del arribo oficial de los conquistadores en su obra "Los animales domésticos de la América Precolombina":

jueves, 26 de febrero de 2015

LA "GRAN AVENIDA" DE 1783: EL DÍA QUE EL RÍO MAPOCHO CASI DESTRUYE SANTIAGO

Detalle de los tajamares y los barrios a ambos lados del tramo del río Mapocho cercano al Puente de Cal y Canto, ubicado al centro, en ilustración de fines del siglo XVIII perteneciente al artista italiano Fernando Brambilla, de la famosa Expedición Malaspina. Todo el sector que se observa en las riberas del río fue azotado por el turbión de 1783.
Coordenadas:  33°25'57.94"S 70°39'0.42"W (paso del río Mapocho por la ciudad)
La convivencia de la ciudad de Santiago del Nuevo Extremo con el Río Mapocho ha sido siempre difícil y con momentos de dramática dificultad, al punto de que alguna vez hasta se pensó en mudar la ciudad completa lejos de su ribera. Una de esas ocasiones fue particularmente compleja para el futuro de la urbe, cuando el Mapocho arrojó un azote descomunal contra ella, golpe cuya violencia y consecuencias quizás no se veían desde la destrucción de la naciente ciudad por las huestes de Michimalongo en 1541, salvo por los casos de los grandes terremotos.
Este formidable embate del Mapocho tuvo lugar el 16 de junio de 1783 (aunque hubo informando mal la fecha, trasladándola al día 3 o incluso a julio) y presenta algunas analogías con el ataque que el mismo río le hizo a su ciudad en agosto de 1888 y, otros cien años después, entre junio y julio de 1982 en casi dos siglos exactos, con violentas salidas de madres del cauce de agua en medio de grandes temporales que afectaban a la Zona Central.

miércoles, 18 de febrero de 2015

LA "CUESTIÓN SOCIAL" DE LOS PERROS EN LA HISTORIA DE CHILE: UNA SÍNSTESIS DESDE LA CONQUISTA HASTA NUESTROS DÍAS

Dantesca escena de los crematorios de cuerpos de la Perrera Municipal de Santiago, en imagen de la colección de Editorial Zig Zag de 1965, actualmente en el Museo Histórico Nacional.
“Un perro ató su aullido / a la Cruz del Sur”
(Giordano Leporati, versista porteño, 1942)
Hace algunos años, en 2009, publiqué acá un largo artículo dedicado a la relación de Santiago de Chile con los perros a lo largo de su historia, divido en tres capítulos: uno dedicado a la relación simbólico-heráldica de los perros con nombre de Santiago del Nuevo Extremo, otro más extenso concentrado en la historia de los perros en Chile con énfasis en la capital, y finalmente, uno relacionado con el redescubrimiento y revaloración del quiltro expresada en el reconocimiento formal del fox terrier chileno como auténtica raza canina.
Ha pasado bastante desde entonces con relación al tema, y muchas de las cuestiones que allí mencioné como parte del mismo asunto, se han mantenido o han empeorado, especialmente en lo relativo a la situación de los perros abandonados y la cada vez mayor irresponsabilidad social para con los deberes de la tenencia de mascotas.
No es de extrañar en este deplorable escenario, entonces, en este mismo período hayamos conocido de disposiciones edilicias prohibiendo alimentar perros callejeros con amenazas de fuertes multas, como sucedió en Santiago Centro y Valparaíso; o que masivas matanzas de canes hayan terminado incluso en tribunales, como fue el caso de la ejecutada por funcionarios municipales de la comuna de San Joaquín, con uno de los primeros videos-denuncia que se volvieron virales sobre este tema. El escándalo más reciente dice relación con las autorizaciones a la caza de perros asilvestrados, medida del  Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) que actualmente se encuentra suspendida y en revisión por la fuerte protesta pública que generó.
No es mi interés, por ahora, hacer sesudos juicios éticos o filosóficos sobre la situación descrita, pero sí quisiera abordar con esta primera parte de un ciclo nuevo de artículos, una visión cultural e histórica sobre los perros aunque mucho más amplia que aquella que asumí hace seis años, ahora dedicada a Chile en general y partiendo con una exposición sucinta de los antecedentes de la "cuestión social" de los perros en nuestro país desde sus orígenes, ya que hasta aquellos años puede rastrearse el problema.

viernes, 6 de febrero de 2015

ROMANCE DE LOS TRANVÍAS POR EL BARRIO MATTA DE SANTIAGO

Famosa fotografía de un poste de teléfono caído sobre un tranvía de la Línea 15 "Matadero", en San Diego llegando a Matta, en los años veinte. Atrás se ve el Teatro Esmeralda. Imagen del Archivo Chilectra.
Coordenadas: 33°27'34.56"S 70°38'56.97"W (Avenida Matta)
Es poco conocido el que muchos de los más recordados nombres que identificaban a los desaparecidos recorridos de locomoción colectiva, alguna vez tan populares en la Avenida Manuel Antonio Matta y sus alrededores (como “Matadero Palma”, “Recoleta-Lira” y “Avenida Matta”), en realidad fueron heredados al sistema de los microbuses por el anterior reinado de los tranvías y trolebuses en nuestras calles, esos clásicos carros que llenan de nostalgias los retratos fotográficos más antiguos de la ciudad de Santiago.
Por su propia naturaleza como ruta de conexión por las márgenes de la capital de entonces y nacida como Camino de Cintura Sur (fusionándose además con la llamada Alameda de los Monos), Avenida Matta y sus barrios adyacentes quedaron incorporados casi desde su origen al sistema de tranvías, al mismo tiempo en que crecían los vecindarios conforme aumentaba la urbanización y con ello la demanda de los pasajeros para el transporte. El florecimiento de barrios bohemios como San Diego, la construcción de cines y teatros, el apogeo del pecaminoso sector de Los Callejones y el crecimiento general de la ciudad hacia estos territorios, proveyó al viejo tranvía de una cantidad considerable de usuarios y de relucientes líneas tiradas sobre los adoquines oscuros de sus avenidas, convirtiendo a Matta en un importante paso del tráfico conectado a Estación Central, Alameda, Plaza de Armas y Barrio Mapocho. De hecho, la propia empresa del Ferrocarril Urbano tuvo galpones o talleres por el sector.

lunes, 26 de enero de 2015

MEMORIAS Y OLVIDOS DEL EDIFICIO DE LA FACULTAD DE CIENCIAS QUÍMICAS Y FARMACÉUTICAS DE LA UNIVERSIDAD DE CHILE

El edificio de la Facultad, hacia los años 40. Aunque muchos aleguen que sólo la fachada del edificio es patrimonial, lo cierto es que está perfectamente integrada a un pabellón también de carácter histórico y conservando en su interior algunos elementos originales del cuerpo frontal, como el hall de acceso y el espacio de las antiguas bodegas del sótano
Coordenadas: 33°26'17.97"S 70°38'3.82"W
Puede que al palacio universitario de la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas de Vicuña Mackenna 20, a pasos de la Plaza Baquedano, no le quede mucho tiempo más en pie por decisión de la propia casa de estudios superiores a la que pertenece. La impresionante edificación de unos 120 años ahora está abandonada, cual casa embrujada esperando la ejecución de su sentencia de muerte. En sus jardines, el antiguo cántaro o tinaja que alguna vez soñé con tener en mi patio ahora está roto, partido en dos piezas, mientras que el pedestal del busto de uno de los fundadores de la facultad y está vacío, sosteniendo sólo los recuerdos. Tanto la placa de este monumento como la exterior que junto a las grandes rejas del acceso presentaba a la facultad, han sido retiradas.
Destaca este lugar por su estilo neoclásico palaciego muy afrancesado, con fachada de gran simetría, pasillo exterior de columnas, uso de desaparecidas balaustras en la cornisa del segundo piso y pilastras murales. Su acceso está alineado con el frontón central de alto y artístico tímpano sobre ambos pisos e incluso superando al tercer nivel formado por la falsa mansarda con ventanas-óculos, más una terraza-balcón superior de borde enrejado. Interiormente, la parte original del edificio cuenta con salones altos y pasillos estrechos, además de elegantes escaleras de gruesa madera y pisos tablados. A pesar de las intensas remodelaciones se conserva mucho del aspecto original de sus vanos y pasajes, mientras que las áreas modificadas y extendidas hacia atrás conectan bajo techados lo que habían sido antes patios y otras dependencias del bello inmueble.

sábado, 24 de enero de 2015

"LA PIOJERA": LANCES DE TRADICIONES, TRAGOS POPULARES Y MITOS CON PEDICULOSIS

"La Piojera" en los años 60. Imagen de revista "En Viaje".
Coordenadas: 33°26'1.25"S 70°39'7.71"W
No sé si coincide mi apreciación actual de "La Piojera" con las descripciones idealizadas y nostálgicas que ciertos autores asumen, como Maximiliano A. Salinas Campos en su "¡Vamos remoliendo, mi alma!"... Pero es innegable para mí que el boliche que conocí hace tantos años ya, cuando no había que llegar a codazos hasta su antigua caja registradora (una  hermosa National digna de tasar en "El Precio de la Historia" del History Channel) y donde los mozos podían conversar largo rato con uno en la barra de irregular y apozada superficie, ha cambiado mucho desde entonces.
Ubicada en la calle Aillavilú 103o frente a Gabriel de Avilés y llegando a la Estación Metro Puente Cal y Canto, el crecimiento ya no tanto de su popularidad como característica sino más bien su fama transversal como secular y tradicional chichería-restaurante del Barrio Mapocho, le ha significado sacrificar un poco su esencia de "picada" añeja y salvaje, aunque las generaciones más jóvenes que ahora repletan sus salas quizás difícilmente sepan distinguir la diferencia. La irrupción de su imagen como atractivo turístico y la moda de "lo guachaca" han abonado a esta transformación, para bien o para mal dependiendo de cada opinión.
Mencionada por escritores como Waldo Vila Suárez, Javier Mujías, Juan Rubén Valenzuela, André Jouffé Louis, Mónica Echeverría Yáñez y especialmente Ramón Díaz Etérovic en sus sagas del Detective Heredia, "La Piojera" es, sin grietas para la duda, uno de los más internacionales y sólidos símbolos de la actual diversión urbana santiaguina.

jueves, 22 de enero de 2015

EL HOMBRE QUE FOTOGRAFIÓ AL SIGLO XX DESDE EL BARRIO MAPOCHO

Elías Maturana y su vieja cámara. Fuente: diario “La Tercera” junio de 1997.
Coordenadas: 33°25'56.17"S 70°39'9.77"W (Barrio Mapocho)
He comentado en este blog algo sobre los fotógrafos clásicos como Alfredo Molina La Hitte y David Rodríguez Peña, pero también sobre aquellos de cámara minutera que ya están al borde de la extinción; esos típicos de plazas y parques, como era el caso de don Marcos Valenzuela, junto al Cerro Santa Lucía.
Entre los muchos personajes del Barrio Mapocho y del sector de los mercados que sobrevivieron a los drásticos cambios de la ciudad y llegaron a las proximidades del último cambio de siglo como iconos de aquel pasado romántico de las riberas urbanas, estuvo el fotógrafo Elías Maturana, quien fuera identificado en vida como todo un emblema en el arte de la fotografía callejera, además de uno de sus más conocidos exponentes populares en Santiago.
Todos reconocían a don Elías en el barrio, pero a veces costaba un poco pillarlo, haciéndose reconocible sólo por su silueta distante en algún sector junto al río: flacuchento y de gruesos bigotes al estilo mariachi, paseaba por allá su antigua cámara fotográfica de cajón y trípode, me parece que una Kodak de madera o un modelo similar de principios del siglo XX. A veces, intentaba frenar el profundo curtido a Sol de su piel oscurecida con un sombrero artesanal de ala muy grande, que le reforzaba esa falsa apariencia charra.

martes, 20 de enero de 2015

FOLKLORE E HISTORIAS POPULARES SOBRE LA VIRGEN DE LAS VIZCACHAS

Coordenadas:  33°35'50.02"S 70°31'45.85"W
Por la continuación de la avenida La Florida hacia el Sur, la avenida Camilo Enríquez, se llega a Las Vizcachas pasando la curva donde empalma la avenida Eyzaguirre, torciendo hacia las puertas del Cajón del Maipo y pasando a ser el Camino a San José de Maipo desde este punto hacia el interior. Justo atrás de esta vuelta al oriente, está el llamado Cerrillo de las Vizcachas, destacando por su forma redondeada y por la pequeña estación de telecomunicaciones que se encuentra en su baja cumbre, además de una copa de agua.
Ahí, al costado de la ruta y a mitad de la altura del cerrito, se observa la llamada Gruta de la Virgen del Carmen de las Vizcachas, más conocida como la Virgen de las Vizcachas, importante centro de la fe popular y las leyendas en los deslindes urbanos santiaguinos.
La historia de esta gruta y su imagen mariana es poco conocida para el resto de los habitantes de la Región Metropolitana, pues muchos practicantes del turismo cultural por el Cajón del Maipo la pasan de largo, creyendo quizás que su valor sólo se reduce a un asunto de religiosidad.