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martes, 30 de julio de 2013

DEVELANDO UN MISTERIO ANCESTRAL (PARTE I): LAS HUELLAS DEL SANTIAGO ANTES DE SER SANTIAGO

Ilustración de la Ciudad de Santiago de Chile, por el cronista indígena peruano Felipe Guamán Poma de Ayala, hacia 1615, en su "Nueva Crónica y Buen Gobierno". Aunque es un plano esquemático e imaginario, se advierte que por entonces la capital chilena era comprendida sólo como un campamento militar-religioso fortificado alrededor de la Plaza Mayor (de Armas), con el río Mapocho flanqueándola al costado.
Coordenadas: 33°26'16.47"S 70°39'1.95"W (Plaza de Armas)
Una secuencia de investigaciones recientemente publicadas, han sacado del horno un tema tan interesante como apetitoso a la historia urbana: los orígenes precolombinos de Santiago de Chile, en épocas anteriores a la fundación oficial de la ciudad por parte de los conquistadores españoles. Se habla de un centro de desarrollo inca con una sede en la propia Plaza de Armas de Santiago y sus inmediatos, propuesta que incluso ha dado pie a especulaciones sobre la posibilidad de la existencia de un asentamiento humano completo y entendible como "urbe" previo a la llegada de don Pedro de Valdivia y sus huestes.
Tres trabajos consecutivos, publicados por divina coincidencia en un breve plazo de tiempo, han completado una visión bastante más profunda y argumentada sobre este origen más remoto de la ciudad de Santiago: Patricio Bustamante y Ricardo Moyano en 2012, Rubén Stehberg y Gonzalo Sotomayor también en 2012, y Alexis López en 2013. Iremos abordando estas investigaciones a lo largo de esta secuencia de entradas, con las que aprovecharé de llenar un largo vacío que arrastraba en este blog con relación al tema de atención.
Parto, entonces, con este abundante y vigoroso tema de estudio pretendiendo hacer no más que un pequeño aporte a su difusión, fuera de los círculos estrictamente científicos o académicos que no nos corresponden.

lunes, 22 de julio de 2013

DOS OBELISCOS DE LOS PUENTES INVISIBLES EN EL RÍO MAPOCHO

Puente de los Obeliscos, en Mapocho, cuando ya estaba siendo desmantelado hacia 1968. Se observan los dos obeliscos de fines del siglo XIX que le daban el nombre al puente y que hoy se hallan un poco más al Este de la posición que se observa en la imagen. (Fuente fotografía: colecciones del Museo Histórico Nacional)
Coordenadas:  33°25'57.00"S 70°39'5.65"W y 33°25'55.32"S 70°39'5.34"W (antigua posición) / 33°25'57.30"S 70°39'3.53"W y 33°25'55.86"S 70°39'3.07"W (ubicación actual)
Han existido varios obeliscos o "pirámides" conmemorativas en las orillas del río Mapocho a lo largo de toda su relación con nuestra ciudad, desde la Colonia hasta nuestros días. Cada uno de ellos ha marcado la realización de importantes obras urbanísticas y, por su propia naturaleza conmemorativa, han señalado también períodos importantes de la vida en la ciudad y de su desarrollo material.
De entre estos obeliscos mapochinos se recuerda, por ejemplo, que el Gobernador Ortiz de Rosas hizo levantar uno como registro de sus tajamares allí construidos en 1749, con el nombre de Fernando VI grabado en el mismo, además del nombre del constructor Campino. Don José Zapiola comenta que había una “pirámide” pequeña frente al Puente Purísima todavía en sus días hacia la intendencia de Vicuña Mackenna, aunque podría corresponder al de Ortiz de Rozas. Ya en pleno siglo XX fueron demolidos los dos levantados por Don Ambrosio O'Higgins en la última década del siglo XVIII: uno en Providencia cerca de donde actualmente está la réplica del mismo, conmemorando la inauguración de los últimos tajamares coloniales, y otro un poco más retirado de la orilla del río, en San Pablo cerca de la actual avenida Brasil, celebrando su camino hacia Valparaíso. En tiempos más cercanos a los nuestros se instaló también el obelisco del ex Parque Gran Bretaña, actual Parque Balmaceda.

jueves, 18 de julio de 2013

UN ILUSTRE RECUERDO DEL BÁSQUETBOL CHILENO: LOS DÍAS DEL COACH DAN PETERSON EN EL GIMNASIO NATANIEL (MÁS ALGUNAS FOTOGRAFÍAS HISTÓRICAS)

Dan Peterson y su hijo Jeff, entre los seleccionados chilenos de básquetbol en el Gimnasio Nataniel. Imagen gentilmente facilitada por el propio coach Dan Peterson.
He recibido alegremente en estos días un sorprendente correo electrónico, de una figura internacional de deporte de alto rendimiento: el coach Dan Peterson, personaje de inmenso valor en el básquetbol mundial y que, contrariamente a lo que dictaría la racionalidad y la lógica en estos casos, se ha dirigido sin atisbo de soberbia y muy cordialmente hasta mí para establecer un contacto, en este caso por recomendación de su hijo Bill Peterson... Y para aumentar mi feliz asombro, ambos me han escrito con un casi perfecto castellano.
La razón de este contacto es muy concreta, sin embargo: el distinguido entrenador Peterson quería comentarme algo de sus recuerdos a propósito de mi artículo sobre la destrucción del Gimnasio Nataniel de Santiago, donde mencioné su importante paso por la Selección Masculina de Básquetbol de Chile a principios de los años setenta. A diferencia de los chilenos, que ya nos hemos acostumbrado a olvidar con patológica facilidad todo aquello que nos ha acompañado durante nuestra vida en la ciudad, Dan recodaba con especial cariño sus aventuras profesionales en ese estadio, entre los años 1971 y 1973, por lo que su desaparición también ha sido una triste noticia para él.