
Autores como Oreste Plath notaron hace mucho tiempo el “animalismo” que existe entre muchas expresiones zoonímicas asociadas a chilenismos clásicos del lenguaje popular: “colipato”, “pavo”, “ganso”, “pajarón”, “vaca”, "burro", "mula", “yegua” y otros nombres de la fauna -especialmente la ganadera- se hacen sinónimos de distintas características (por lo general defectos) en la personalidad del aludido.
Por su parte, el genial caricaturista Renzo Pecchenino, más conocido como Lukas, abordó con singular maestría este tema en su famoso trabajo “Bestiario del Reyno de Chile” (disponible aquí).
Al respecto, cabe recordar que hace muchos años corrió una historia popular ya olvidada y que llegó a ser comentada al menos en una ocasión a la televisión, sobre un viajero chileno que supuestamente se encontraba residiendo de manera provisoria en la República Argentina, y que experimentó una singular situación tragicómica, traicionado por esa tendencia al grafismo animalista del lenguaje informal de su patria.