
El invernadero cuando aún estaba en buen estado (fuente imagen: invernadero-quintanormal.cl).
Coordenadas: 33°26'35.09"S 70°40'52.32"W
Una tierna y hambrienta gatita abandonada vive dentro del antes fastuoso y elegante edificio del Invernadero de la Quinta Normal, parque en el que se constituía como todo un símbolo y una imagen característica de antiguos paseos. Pasando sus malos días en la cúpula central, el animalito parece ser uno de los últimos seres vivos en este maravilloso lugar, ayer rebosante de verdor, de flores y de un verdadero homenaje a la poesía botánica, en sus cerca de 60 metros de longitud y más de 500 metros cuadrados de superficie, pero ahora ruinoso y torturado por esos recuerdos que contrastan con su deplorable realidad a espaldas del ex Palacio de la Exposición, hoy sede del Museo Nacional de Historia Natural.
El Invernadero de la Quinta Normal, por ahora uno de los más penosos y somnolientos Monumentos Históricos de Chile, fue habilitado para el Jardín Botánico Nacional en el sector Sur-Oriente del parque, hacia el lado de la conjunción de las avenidas Matucana con Portales, en la calle interior René Le Feuvre número 249, justo atrás del ex Instituto Agronómico de la Universidad de Chile, hoy edificio del Museo de Arte Contemporáneo.
Algunos indican que fue el naturalista alemán Rudolf Amandus Philippi quien habría dirigido la instalación, con la intención de disponer de un recinto que sirviera para albergar, estudiar y exponer especies botánicas que no podrían conservarse de otra forma bajo el clima de Santiago, aunque veremos que fue en realidad su hijo Friedrich. Se recordará, además, que el Parque de la Quinta Normal de Agricultura había sido construido entre 1838 y 1841, trabajos en los que participó el sabio francés Claudio Gay creando un bello jardín con plantas exóticas, primero de carácter botánico y expositivo allí en el terreno.