
Coordenadas: 33°25'36.37"S
70°39'0.37"W
Un joven estudiante de antropología y sociología, mi
compañero de un curso de gestión patrimonial, nos pidió acompañarle a un negocio
chimbero después de una visita técnica a La Vega Central, durante una tarde
calurosa. Para allá fuimos los cuatro, con la idea inicial de tomarnos una
cerveza pero que, finalmente, terminó convertida en tres botellas de litro al
hilo.
Debo admitir que no conocía este sitio de Recoleta ni sabía
de su existencia, pero sí había un dato relativo a su dueña que tenía registrado
de oídas, según descubrí al llegar allí, en la primera cuadra de calle Fariña,
cerca de donde nuestro guía declara haber vivido por algún tiempo. Es la razón
por la que sabe identificar su estrecha puerta, situada entre las rejas de un
pasaje residencial y el número 432 de la calle. Sólo una patente de alcoholes
pegada en la entrada y un pequeño gatito con manchas de colores y un ojo pegado
en lagañas, señalan el acceso.