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sábado, 25 de diciembre de 2010

EL RECURRENTE SÍMBOLO DE LAS PIÑAS DE PINO EN LA ORNAMENTACIÓN URBANA

Cono de pino del Báculo de Osiris.
Hace cierto tiempo, un lector de mi blog Urbatorivm, don Daniel Marín, me invitó a reconocer las decoraciones de simbólicas piñas de pino que existen en dos edificios de Santiago en una misma cuadra de calle Huérfanos, entre Bandera y Morandé. No resistimos la tentación de ir derechito a los lugares descritos y, de pasada, hundir las narices en toda la documentación de que disponemos sobre el sentido y significado de los símbolos florales en la arquitectura y la decoración urbana. En este caso, por supuesto, al símbolo de las piñas de árboles coníferos.
Curiosamente, he descubierto en el camino que conocía bastante bien ambos edificios señalados por el lector como aquellos que refugian piñas de pino en su decoración. El que corresponde al BCI de Huérfanos esquina con Morandé, que visité durante los primeros trabajos de juventud, haciendo trámites para una oficina de inversiones. Efectivamente, en las ventanas exteriores, a modo de falsos balcones de estilo clásico-colonial, se encuentran piezas simétricas conformadas por dos bucles y una piña conífera al centro.
El segundo lugar, casi vecino y ubicado en la esquina de Huérfanos con Bandera, es del Edificio Pacífico y en sus dependencias se encontraban antes, si mal no recuerdo, los archivos microfilmados de la Biblioteca Nacional, que también visité algunas veces hacia inicios de los noventas. Los cuatro "báculos" a los que se refirió el lector cuando me contactó, son las columnas en los vértices de bronce de la reja que rodea el acceso al subterráneo de la galería comercial, me parece que con dirección a un desaparecido cine. En los bajos de este edificio está también el célebre "Bar Nacional".

viernes, 17 de diciembre de 2010

LA PLAZUELA PATRICIO MEKIS Y LA CENTENARIA FUENTE DE LOS NIÑOS FRENTE AL TEATRO MUNICIPAL

Vista de la antigua plaza, cuando sus palmeras aún eran pequeñas.
Coordenadas: 33°26'25.33"S 70°38'51.96"W
Una de las razones que se arguyeron para la gran remodelación de la Plaza de Armas de Santiago, hacia el último cambio de siglo, fue despejar la vista de los edificios históricos más importantes del entorno, especialmente del lado Norte y Poniente, pues los árboles estaban demasiado encima de sus fachadas. Esta motivación se comentó como una idea fresca y novedosa basada en criterios innovadores sobre el aspecto de las ciudades y la integración del crecimiento urbanístico con el elemento histórico base.
Sin embargo, la ciudad ya tiene ejemplos muy antiguos de este mismo caso de despeje visual, sea por azar o por criterios arquitectónicos concretos. Uno de ellos es el de la Plazuela Mekis, cuya área abierta en la esquina de la calle Agustinas con San Antonio facilita la vista e imposición de la fachada y el frontón del Teatro Municipal, al frente, y del Palacio Subercaseaux y el ex Edificio Club Hípico.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

FOLKLORE, "FAKELORE" Y EL MITO DEL SUBTERRÁNEO DE LOS JESUITAS

Antigua imagen del Salón de Honor del ex Congreso Nacional de Santiago.
¿Folklore "falso" o folklore "en gestación"? Es una pregunta que me hago con frecuencia al enfrentar lo que otros llamarían simplemente como fakelore, casi como un anatema.
El investigador norteamericano Richard Dorson hablaba -hará unos 50 años- del fakelore, término que suponemos por él acuñado y que usó para referirse a ciertas historias de factura reciente pero que se presentan al público y hasta se popularizan como relatos tradicionales del folklore histórico o del costumbrismo, ya sea por impostura, engaño, creencia o simple suposición. Abundan en ciertos contenidos de venta de algunos productos por ejemplo, especialmente aquellos que se basan en el respaldo de lo tradicional (vinos, licores, restaurantes e incluso marcas de ropa) como parte del respaldo histórico que se procura a la calidad de su oferta. Un caso típico en este sentido, es el que se inventa como origen de ciertas marcas populares, como piscos, lácteos o cigarrillos.

sábado, 20 de noviembre de 2010

"EL CORTEJO" (UN CUENTO DE MI AUTORÍA)

(Imagen: "La Tercera de la Hora")
Éste es el cuento breve titulado "EL CORTEJO" de mi autoría (Cristian Salazar Naudón), que fue seleccionado y publicado en el libro “101 cuentos rescatados del cementerio”, de Editorial Los Seis Antonio, en noviembre de 2010:
El cortejo baja por Arzobispo Valdivieso al camposanto. Inesperadamente, no cruza Recoleta: dobla al “Quita Penas” con cajón y todo, horrorizando a los clientes.
- ¿Se sirven algo? –balbucea el mozo al principal deudo, mientras se llenan las mesas.
- Cerveza… Para todos.
Brindan por horas. Fiesta y desorden duran hasta que recuerdan retomar su ruta al cementerio.

jueves, 18 de noviembre de 2010

LA MÍTICA "LOCA MARIÓN": MUJER DE LA NOCHE, CON LA LUNA EN LOS OJOS Y CICATRIZ EN EL ROSTRO

Coordenadas: 33°27'4.32"S 70°38'18.23"W (barrio Los Callejones)
Hubo por ahí por entre los años treintas a cincuentas en la Capital de Chile, más específicamente en el Barrio Matadero que comenzaba por allí por 10 de Julio, una formidable mujer de la noche y del mercado del placer clandestino, recordada para la posteridad por su pseudónimo "artístico" de trabajadora sexual: la Loca Marión.
Esta mítica prostituta, que algunos recuerdan como una bella mujer esbelta y otros como una ruda gorda corpulenta (quizás sea la misma, en dos etapas de su dura vida) fue todo un símbolo del barrio, llegando a tener gran popularidad entre residentes y clientes. Paseaba fantasmalmente por los sectores conocido como Los Callejones, por allí cerca de 10 de Julio y la calle llamada después Ricantén (o Licantén), actualmente Ricaurte, vecindario del que prometemos hacer un futuro posteo de texto, especialmente dedicado a su historia "roja".

viernes, 5 de noviembre de 2010

LA POMPA ITALIA DE LA ALAMEDA, PARA LOS MÁRTIRES DE 11ª COMPAÑÍA DE BOMBEROS

Fotografía de 1929 de la barraca de la Compañía Maderera Villanueva, en la esquina de Alameda con Libertad. Fue en el incendio de este edificio, el 14 de noviembre de 1933, que Antonio Secchi encontraría la muerte y la gloria.
Coordenadas: 33°26'56.10"S 70°40'22.50"W (lugar del incendio) 33°26'57.11"S 70°40'21.61"W (monolito)
En la Alameda Bernardo O'Higgins, a la altura de las calles Abate Molina y Libertad, se encuentra en el bandejón central una curiosa instalación rodeada de un florido jardín de colores, conocida como la Pompa Italiana o la Pompa Italia, allí junto a la Estación Metro Unión Latinoamericana.
Con alusiones evidentes a la simbología patria itálica, homenajea a la 11ª Compañía de Bomberos de Santiago de Chile, más conocida como la Pompa Italia. Esta compañía fue fundada en 1914 por iniciativa del ciudadano-italiano Ricardo Federicci Botto, tomando el número 11 que había dejado libre una anterior compañía de bomberos fundada en 1893, pero disuelta dos décadas más tarde por razones disciplinarias. Su idea era que el grupo estuviese compuesto exclusivamente por ciudadanos italianos o descendientes directos de ellos.

martes, 19 de octubre de 2010

"EL PIPEÑO": EL PARAÍSO DE LAS PIPAS EN BARRIO FRANKLIN

Interior del bar en 1997, con el entonces patrón Miguel Pérez, hijo del fundador don Tidelio Pérez (Fuente imagen: diario "La Tercera").
Coordenadas: 33°28'23.90"S 70°38'3.09"W
En 1962, el tren todavía atravesaba la ciudad de Santiago cortándola por la actual calle Placer en el vecindario de Franklin, allá en las lindes del ex Barrio Matadero. Ese año, a una cuadra de las líneas ferroviarias, el matrimonio Pérez-Alarcón inauguró una cantina que estaba destinada a ser uno de las más importantes de nuestra metrópoli. Primero con piso desnudo y paredes vetustas, allí en la proximidad del famoso Persa Biobío, sus pipeños de la zona del Maule le han dado fama nacional y un prestigio que sólo comparten los mejores locales de comida y tragos típicos de Chile.
Mucho ha cambiado este barrio desde entonces: los trenes ya no pasan por él; varias fábricas han sido cerradas y el comercio se desplazó más bien hacia el lado de Gran Avenida. Sin embargo, el restaurante y cantina "El Pipeño" sigue allí, en la misma esquina de Tocornal 2207, con calle Biobío, tras esa puerta metálica que le valió el apodo de "El Portón de Lata", como se le conocía hasta hace algunos años cuando cerraba esas puertas por las noches para dejar guardados a todos sus enfiestados comensales.

jueves, 9 de septiembre de 2010

UN DUELO DE CAÑONES (O DE "CAÑONEO", MEJOR DICHO) CON D'JANGO

Coordenadas: 33°26'44.41"S 70°38'53.54"W
Hace rato que quería insertar acá alguna entrada con relación al bar-restaurante "D'Jango", de Alonso de Ovalle 871, en la cuadra ubicada entre San Francisco y Serrano. La popularidad que, por alguna razón, ha vuelto a tener este local en el último tiempo, me motiva a escribir -por fin- algo al respecto.
Hace pocos años, su administrador don Raúl Espejo declaró a un medio de prensa que el "D'Jango" fue abierto en 1969, cuando estaban de moda los mal llamados spaghetti westerns del cine italiano y Franco Nero había internacionalizado al cowboy pistolero del mismo nombre en el famoso filme del director Sergio Corbucci. De ahí el nombre tan curioso. Sin embargo, una figurilla de madera tallada sobre el mostrador, con un caballo tirando un gran barril, está inscrita la fecha "1962" bajo el nombre del local. ¿Será anterior, acaso? Pues todo indica que sí, aunque cierta leyenda dice que el actor visitó ese año al restaurante anterior que ocupaba este local y que aún no tenía nombre. El filme que da el nombre es de 1966, por cierto, así que ese antiguo primer nombre debió ser otro. También he oído que, en sus inicios, estaba ubicado en otro sitio en esta misma cuadra, en un edificio que ya no existe, aunque no sé exactamente dónde.

lunes, 30 de agosto de 2010

NEPTUNO Y ANFITRITE, LOS DIVINOS AMANTES DEL BARRIO BELLAS ARTES

Ubicación original de las imágenes enfrentadas de Neptuno y Anfitrite junto a la lagunilla del Parque Cousiño (hoy O'Higgins) en 1915, en el álbum fotográfico de Santiago de Jorge Walton. Curiosamente, allí se reproducen al pie de la imagen dos afirmaciones controvertidas sobre las obras: que corresponden en realidad a "Adán y Eva" (tal vez se creyó popularmente esto en esos años) y que fue donada por don Matías Cousiño, referencia de la que tenemos dudas. Quizás el origen de ambas leyendas esté en esa misma publicación.
Coordenadas: 33°26'16.23"S 70°38'36.08"W
Desde hace algunos años, una fontana muy particular se encuentra frente a la salida norte del Cerro Santa Lucía, allí donde convergen las calles Victoria Subercaseaux y Santa Lucía con Merced. Es el mismo lugar en el que, hasta fines de los tiempos coloniales, se encontraba una formación rocosa atravesada por un cauce derivado desde el río Mapocho, y que los españoles llamaban el Alto del Puerto. También es el mismo donde estuvo instalada la estatua ecuestre de don Pedro de Valdivia (hecha por Pérez Comendador) entre 1963 y 1967, actualmente en la Plaza de Armas.

viernes, 20 de agosto de 2010

PALACIO RUIZ-TAGLE: LA MODERNIDAD LO SALVÓ DE LA MODERNIDAD

Imagen del Palacio Ruiz-Tagle hacia fines de los años noventa, cuando parecía inminente su destrucción. Imagen gentileza de Alan Bruna.
Coordenadas: 33°26'17.00"S 70°39'25.26"W
El caso actual del bello palacio que tuvo la familia Ruiz-Tagle en el cruce de la calle Catedral con Amunátegui, a escasa distancia de la Iglesia Santa Ana, es toda una excepción en la historia de la arquitectura contemporánea, que rara vez cede al instinto depredador de la-modernidad-por-la-modernidad y en muchas menos ocasiones opta por la conservación de las viejas estructuras que dieron la identidad urbana a la ciudad de Santiago, hoy severamente amenazada por esta guerra de baja intensidad entre la arquitectura vanguardista comercial y la arquitectura vieja o patrimonial.
El resultado no dejó a todos satisfechos, lo sabemos: desde cierta distancia, el palacio y su torreón central pueden semejar un gato aplastado por los pies de un monstruo jurásico. Pero ciertamente es un final mucho más digno que la demolición para este hermoso palacio santiaguino.
El edificio original había sido fundado en 1924, y nació desde los planos del arquitecto Santiago Cruz Guzmán. Tiene un señorial estilo republicano y europeísta (francés o inglés, no me atrevería a aseverarlo con certeza ya que encuentro opiniones encontradas al respecto) con algo de neoclásico, dotado de balcones abundantes de balaustras y una terraza alta que hace de mirador en su torre. En su interior había salones y escaleras de mármol.
A pesar de lo voluminoso de sus líneas y muros, interiormente contaba con la buena iluminación que le procuraban los muy bien distribuidos ventanales.

domingo, 15 de agosto de 2010

RENÁN VALDÉS: LA CRÓNICA DE TODO UN SIGLO

Tarde nos enteramos de la muerte de Godofredo Renán Valdés von Bennewitz, acaecida el 9 de julio pasado... Muy tarde lo sabemos, cuando su fragilidad y su agotamiento de 86 calendarios de vida ya descansaban en la modesta tumba, en tierra, esa que ahora acoge su eterno reposo en un humilde patio del Cementerio General. Las leyes de hierro de la vida biológica obligaron a don Renán a abandonarnos en esta aventura de navegación por el mundo creado e increado, eso que llamamos existencia.
Se nos extingue con él, por lo tanto, una generación brillante del siglo XX, y se corta de súbito un hilo de oro que permitió conectar la suya con la nuestra. Desde ahora, marchamos con sus recuerdos propios y prestados un tanto a la deriva, sin la comodidad de contar con un guía del tiempo

sábado, 31 de julio de 2010

LA POSADA DE LA CAÑADILLA EN LA CASA-PILAR DE BARRIO INDEPENDENCIA

Coordenadas: 33°25'3.22"S 70°39'22.43"W

Estaba exactamente en la esquina de la Cañadilla, hoy avenida Independencia, con la calle Profesor Alberto Zañartu, cuando ésta se llamaba Callejón del Panteón, donde está la histórica entrada al Cementerio General por Avenida La Paz y cerca de donde debutara con su primera casa el famoso restaurante "Quita Penas", en el antiguo barrio del Hospital San José.

Era una hermosa casa con pilar de esquina, como muchas de las residencias coloniales que habían en La Chimba y otros lados del Santiago más antiguo. Si no hubiese sido demolida por la conspiración del tiempo, la naturaleza y la mano humana, quizás habría sido declarada Monumento Histórico Nacional, de la manera que sí alcanzó a ocurrir con otra casa muy parecida, ubicada en Recoleta con Antonia López de Bello, a la que hemos dedicado recientemente un texto.

martes, 22 de junio de 2010

SORBETE LETELIER: LA GASEOSA-BANDERA DE CHILE


Una etiqueta clásica del "Sorbete Letelier".
Los peruanos aman su refrescante Inca Kola, que existe desde 1935 en su mercado e incluso supera la Coca-Cola en el consumo local. En Escocia sucede lo mismo con la Barr's Irn-Bru, existente desde 1901. Los brasileños veneraron la época de su dorada Brahma Guaraná, y los estadounidenses no sueltan su antigua Dr. Pepper del consumo, pese al dominio de las grandes compañías con sede en ese país.
Los chilenos, en cambio, vemos con vergüenza nuestros logros en el difícil mercado de las bebidas gaseosas, como si un complejo de inferioridad nos afectara al verlas colocadas en las góndolas de los supermercados junto a las ultrapoderosas Coca-Cola o Pepsi. Es la misma desconfianza ridícula que, en gran medida, llevó a la ruina la industria textil chilena en los ochentas y luego la del calzado, ambas incapaces de competir con la preferencia de las chusmas por los productos extranjeros que, sin embargo, solían ser inferiores en calidad. No es de extrañar, entonces, que con cinismo hayamos destinado al consumo infantil creativos inventos nacionales en el mercado de las gaseosas, como la Bilz y la Pap, pese a haber hasta un trago popular a base de una de ellas: el "Chuflay". Ambas existen desde principios del siglo XX y, si no, antes.

martes, 15 de junio de 2010

LA MÁS PENCA HISTORIA JAMÁS CONTADA...

Actualización: Posibles matorrales de pencas en los jardines y huertos de una guarnición militar de costa, probablemente Valparaíso, hacia 1863-1864. Detalle de una imagen captada por el español Rafael Castro y Ordóñez en Chile, durante el viaje de la Comisión Científica del Pacífico.
La penca o cardo penquero es una especie vegetal que abunda en las áreas rurales de Chile, pariente cercano de las populares alcachofas, cuya planta a veces también recibe este nombre de forma impropia. Aunque en algunas fuentes la penca aparece como planta nativa, su origen sería europeo y norafricano, sin embargo, de la zona del Mediterráneo, donde se le llama también cardo de Castilla.
La penca es una variedad del Cynara cardunculus, para los científicos, pariente del cardo corriente (al parecer llamado también penca en alguna época) y del alcaucil o alcachofa. Sus tallos son cortados y pelados de la misma forma que un apio: una delicia vegetariana, con su suave sabor a nada parecido. Produce una gran flor de colores amoratados y aspecto felpudo, rodeada de una armadura de espinas. Lleva tiempo con nosotros: en la jerga chilena antigua se hablaba del cardo negro y del cardo blanco para referirse al roto malo y al roto de campo (bueno), respectivamente. Y cardo blanco es el nombre que recibe también esta variedad comestible.
Aunque en nuestro país "penca" es sinónimo también de algo desagradable, malo o lamentable, dudamos que exista alguna relación directa entre este concepto y la planta, pues constituye más bien un regalo sabroso y abundante en forma natural. Uno de los pregones más conocidos en la primitiva sociedad chilena eran los penqueros, que vendían penca para ensalada. Muchas familias modestas de la zona central cortan hasta hoy pencas en los cerros y potreros, las pican para venderlas en bolsitas y así generan un ingreso extra en la casa. No tiene nada de "penca", entonces.

sábado, 5 de junio de 2010

LA CENTENARIA ESTATUA DE DON ALONSO DE ERCILLA EN LA PLAZA CON SU APELLIDO

El monumento, cuando estaba recién inaugurado
Coordenadas: 33°27'25.10"S 70°39'37.51"W (monumento) 33°27'26.72"S 70°39'35.61"W (plaza)
Ya hemos ido viendo que los chilenos recibimos muchos regalos interesantes durante nuestro Primer Centenario de la Independencia, hace una centuria ya: la Fuente Alemana, la Pileta Argentina de la Plaza Mekis, el Monumento Francés a la Libertad, el León Suizo y el Ángel de la Colonia Italiana, entre otras.
Pero una de las más bellas es, sin duda, la Estatua de don Alonso de Ercilla que nos obsequió la Madre Patria, algo que deberíamos tener en cuenta entre tanta conmemoración actual del Bicentenario de la Independencia.
Tiene la virtud de haber sido obsequiado por la misma contraparte del proceso independentista iniciado en 1810, precisamente, como es España.

martes, 25 de mayo de 2010

LOS OTROS LEONES DE PROVIDENCIA: LAS DOS ESTATUAS DEL INSTITUTO CULTURAL

Coordenadas: 33°25'30.53"S 70°36'44.20"W
Las estatuas de los leones de Providencia son tan conocidas y famosas -pese a las leyendas urbanas que rondan sobre su procedencia-, que han eclipsado la presencia de otros dos felinos ornamentales también gemelos, que resguardan gallardamente un lugar en esta importante comuna de Santiago, allí en el edificio del Instituto Cultural de Providencia, en la esquina de las avenidas 11 de Septiembre (ex Nueva Providencia) con Pedro de Valdivia.
Ubicados en el suntuoso Palacio Schacht, Monumento Histórico Nacional desde el año 2005, aparentemente los leones no pertenecían a la ornamentación original de la casona, construida en 1921 con los planos del insigne arquitecto Alberto Siegel. En efecto, en las fotografías de 1930 de este palacio, no se observan tales estatuas, o al menos no las hay hacia el lado de los jardines que dan a Pedro de Valdivia, donde actualmente se lucen.
Sin embargo, también se hace claro que este edificio ha sufrido evidentes modificaciones en el transcurso del anterior siglo, cambiando notoriamente parte de su aspecto también en el área de las escaleras y la terraza, donde ahora están los leones.

jueves, 20 de mayo de 2010

NEONES, NIÑAS FELICES Y AMORES FURTIVOS: APUNTES SOBRE EL “BAR RONNIE”

Caserón del ex "Bar Ronnie" en Nataniel Cox, hoy ocupada por "The Pippo's".

Coordenadas:  33°26'55.22"S 70°39'11.87"W

Muchos recuerdan este extraño antro, pese a llevar tantos años ausente ya. No me lo hubiese esperado, hasta que puse el nombre de este bar en un ejemplo didáctico de cómo crear cierto efecto simulando carteles de letras luminosas con un conocido programa de diseño, mientras impartía clases de talleres de gráfica digital, hace pocos años. Mis alumnos eran de todas las edades, pero los mayorcitos comenzaron a reír disimuladamente, reconociendo de inmediato el nombre de este mítico sitio, e imaginando quizá qué clase de vinculaciones sentimentales me llevaron a evocarlo.

El local se llamaba “Bar Ronnie” (¿o "Ronny"?, ya no lo recuerdo bien), y se ubicaba en Nataniel Cox 194 esquina con Miguel de Olivares, pasado Tarapacá. Sin embargo, como sucedía con algunos otros centros de recreación de esta avenida (como “El Panameño”, del que hemos hablado en otro posteo), su patente comercial poco y nada se relacionaba con el verdadero negocio que tenía lugar adentro. Salvo por un viejo y rústico mesón al fondo del local, de bar sólo tenía la mitad, cuanto mucho.

Se trataba de un prostíbulo de escasa reputación en esos días, que había sobrevivido hasta los ochenta como efecto colateral de los años dorados del negocio del placer pecaminoso en Santiago, época de la que proceden recuerdos como “La Tía Carlina”, “Las Palmeras”, “La Nena del Banjo”, “La Lechuguina” y “La Guillermina”, entre otros famosos burdeles capitalinos.

El “Bar Ronnie”, sin embargo, no gozó del prestigio que tenían sus competidores, ni tuvo visitas ilustres, ni la elegancia tosca de la época, siendo un poco posterior y creciendo ya en la decadencia misma del rubro. Tampoco era el típico burdel clásico, con un living espacioso, un gato, una ponchera y un músico tocando el piano. Por el contrario, era un sitio que los testigos describían como siniestro, oscuro, apenas señalado por un vibrante letrero de neones rojos y azules, indicando en nombre del local junto a otros tubos luminosos retorcidos, con la aparente forma de una copa.

sábado, 15 de mayo de 2010

BAR-RESTAURANTE "TOURING": PERLA POPULAR DE BARRIO MAPOCHO

Detalle de una imagen del Archivo Fotográfico de Chilectra, del 4 de mayo de 1920, donde se ve al local del bar-restaurante actualmente ocupado por el "Touring" (atrás, entre el sobre la cabeza de la dama de espalda que carga un niño), bajo las dependencias del edificio hoteleros. Si las percepción de proporciones no nos engaña, además, la pared blanca y diagonal que se observa al fondo en lo que corresponde a la calle Aillavilú, podría ser la que corresponde hoy al popular local de "La Piojera"
Coordenadas: 33°25'59.64"S 70°39'10.36"W
Si nos planteáramos el desafío de escoger un bar-restaurante que fuera indiscutiblemente típico del Santiago que sucedió a la Belle Époque chilena, dentro del barrio Mapocho y alrededores, no dudaríamos en proponer como cabecera de lista al "Touring", una joyita ubicada en General Mackenna 1076, a poca distancia de la Estación Mapocho y casi a un lado del Mercado Central.
Corresponde a un típico bar y comedor con el aspecto que tenían los locales chilenos hacia la época de las entreguerras mundiales. No es casual: sus dueños actuales calculan que está allí desde los tiempos de esplendor de la Estación Mapocho, en el notable edificio que lo aloja en la esquina de General Mackenna con Bandera, y cuyos actuales servicios como motel parejero de poca categoría no son ni la sombra de su esplendoroso pasado. En las fotografías del archivo histórico de Chilectra, el local aparece en 1920 con otro nombre, sin embargo, pero sus actuales dueños presumen que debió haber sido fundado en la década siguiente.

miércoles, 5 de mayo de 2010

AYER Y HOY DEL NARANJAL DE LA ERMITA EN EL SANTA LUCÍA

El Naranjal y la fuente en 1874.
Coordenadas: 33°26'25.48"S 70°38'37.69"W
A este encantador rinconcillo de la ciudad le han llamado antes también Jardín de los Naranjos y, por error o corrupción, Patio de los Naranjos, confundiéndolo nominalmente con el que se encuentra en realidad en el Palacio de la Moneda. El originalmente bautizado Naranjal de la Emita, sin embargo, lució en el pasado los arbustos frutales que le dieron su nombre. El tiempo y la vegetación que los han ido tragando, arrancándolos o fusionándolos con el paisaje del Cerro Santa Lucía.
Está ubicado en la cara poniente del paseo, hacia el lado Norte, desde donde se tenía una vista extraordinaria de la ciudad de Santiago facilitada por la inexistencia de grandes árboles y sin altos edificios al momento de ser inaugurado. Es un jardín crecido en torno a la fuente y bajo la Ermita del Santa Lucía, sobre la Plaza Buenos Aires, allí tras la Roca Tarpeya y la Plaza de los Campos Eliseos que corresponde a la Plaza Pedro de Valdivia en nuestros días. Fue uno de los más grandes esfuerzos de todas las obras iniciadas en 1872.

domingo, 25 de abril de 2010

RENÉ LEÓN ECHAÍZ: UN ICONO DE LA INVESTIGACIÓN HISTÓRICA URBANA

Una de las escasas imágenes que existen de don René León Echaíz.
A lo largo de este blog, hemos citado en reiteradas ocasiones a don René León Echaíz, uno de los más importantes investigadores de la historia urbana que han existido en nuestro país, pese a no haberse procurado jamás las credenciales académicas de historiador, tal cual ha sucedido también tantas veces con otros cronistas y estudiosos del tema. De hecho, nos hemos permitido reproducir textos completos tomados del trabajo de León Echaíz, como su descripción sobre el aspecto primitivo del río Mapocho y la creación de los Escudos de Armas de la ciudad de Santiago.
Como existe tan poca información sobre el autor en la internet, entonces, consideramos un acto de justicia ofrecer una pequeña semblanza sobre su vida en este blog, que tanto debe a su trabajo y a sus publicaciones, que son notoriamente la base de muchas investigaciones y estudios que actualmente se encuentran disponibles en la internet y en las bibliotecas.

martes, 20 de abril de 2010

EL ELOGIO DE LOS LIBROS, BAJO ATAQUE DE LOS MEADOS

Coordenadas: 33°26'4.01"S 70°38'24.81"W
Pronto será el Día Mundial del Libro, herramienta maravillosa que ya tiene su homenaje propio en Recoleta, acá en Santiago de Chile. Fue el artista plástico nacional Benito Rojo quien asumió el proyecto artístico titulado "Elogio de los Libros" hacia el año 2006, por encargo de la Municipalidad y en el marco de un plan de hermoseamiento y recuperación histórica de esta bella comuna de Santiago, en los tiempos de la Alcaldía de don Gonzalo Cornejo. El artista escogió como evocación a varios libros específicos por su valor en la educación nacional, seleccionando once de ellos para el homenaje. La obra fue inaugurada en enero de 2007.
El monumento está hecho en módulos de metal y se ubica en la pequeña llamada Plaza Elogio de los Libros, precisamente, entre las calles Santa María y Bellavista, casi junto al puente de Purísima, en las riberas del Mapocho. Este sector de la comuna, por allí por el antiguo Club de Tenis, está en los límites de barrios famosos como Bellavista y Patronato, ex poblados de La Chimba.

jueves, 15 de abril de 2010

LA PRIMERA CASA-CLUB DE LOS TECLADOS "YAMAHA" EN LA ALAMEDA

Sector donde se ubicaba la casa central de la "Yamaha" en la Alameda, justo con su entrada por el local de color azul, que después fuera sede del INJ y, actualmente, centro religioso (frente a la Universidad Católica).
Coordenadas: 33°26'25.68"S 70°38'28.70"W
Hacia mediados de años ochentas, todavía en la primera mitad de la década, estaba irrumpiendo incipientemente el fenómeno del "pop latino" y, por primera vez, el público joven chileno se convertía (o intentaba hacerlo) en protagonista de la música electrónica de manera más fácil y también menos exigente que ahora.
Aunque para muchos puristas el resultado fue francamente nefasto en la mayoría de los casos y sentó muy poco de cimientos de influencia para las futuras generaciones de verdaderos músicos nacionales, no dejó de ser un acontecimiento nuevo e irrepetible en la historia nacional... Irrepetible para fortuna para quienes nunca tomamos con fanatismo el dogma de que "si es chileno, es bueno" o "primero la música chilena, después la extranjera" y otras pavadas muy de moda en aquellos años. La verdad es que el medio era muy precario y casi artesanal, y creo que definitivamente no eran ciertos aquellos principios, por entonces, salvo en algún par de buenas bandas.

sábado, 10 de abril de 2010

LA TRADICIÓN DE LAS SANTIGUADORAS EN LA CULTURA POPULAR

Ceremonia del "Machitún" mapuche, conducida por las magas machis, en ilustración de Claudio Gay. Las tradiciones cristianas e indígenas se mezclan en las creencias del santiguado en Chile.
El santiguado constituye una especie de exorcismo doméstico en la tradición popular chilena, recurrido en casos donde la enfermedad puede ser confundida con acosos sobrenaturales sobre el individuo. Quien haya sido santiguado por una experta en el oficio, sabe de las extrañas y reconfortantes sensaciones que se tienen durante el rito, como una especie de relajo nervioso y un hormigueo en el cuerpo realmente indescriptible.
No hay duda de que la tradición de las santiguadoras está en camino a su desaparición en Chile, a estas alturas, atrincherada sólo en algunas zonas rurales del país, o de la mano una que otra "meica" o "sacadora de empachos" de barrios pobres. Curiosamente, una sociedad que acoge secretamente a chamanismos exóticos y santerías tropicales (hay hasta políticos en las listas de clientes de conocidos brujos y pitonisas de Santiago) desconoce su propia tradición y arroja al tarro de lo ignorante al santiguado, como si sólo las supercherías más coloridas tuvieran algún valor.

martes, 30 de marzo de 2010

EL TERRORÍFICO "CUCURUCHO", PRIMER "CUCO" Y GRAN ACOSADOR DE SEMANA SANTA

"El Cucurucho" nacional según cuadro de Manuel Antonio Caro, reproducido como grabado por Recaredo S. Tornero en su "Chile Ilustrado" de 1872. El terrorífico personaje ingresa a una casa causando pavor.
Se nos aproximan los días principales de la Semana Santa cuando aún no terminan los efectos del megaterremoto. Seguramente, una masa de santiaguinos estresados saldrá de la ciudad durante el largo fin de semana, escapando de sus fantasmas y angustias contenidas a poco más de un mes de la catástrofe. En tanto, en algunos países como Perú, Ecuador, Guatemala y México, este período de fiestas religiosas y otros parecidos aún son acompañados por la presencia de un misterioso personaje llamado el Cucurucho, entidad que aterra a los niños sospechosos de ser herejes con su mirada inhumana y sus vestimentas de alma en pena.
Sin embargo, el Cucurucho era importantísimo también en la tradición religiosa chilena desde tiempos de la Colonia, infaltable en las procesiones de celebración de la Pasión y Muerte de Jesucristo, el Viernes Santo de cada año, además de otras procesiones y fiestas. Recaredo Santos Tornero registra su presencia en su famoso "Chile Ilustrado", de 1872, donde comenta acusando ya que era una figura en aparentes vías de extinción:
El cucurucho, detalle indispensable hasta hace poco, de toda procesión de Viernes santo, ha sido desterrado de las ciudades de alguna importancia. La esfera en que ejerce su ministerio, antes tan vasta, ha quedado hoy reducida al campo y a los pueblos de tercera categoría, donde continúa su tarea de alarmar a los niños y espantar a todos los canes de la vecindad. ¿Quién no recuerda, cuando niño, la terrible amenaza el cucurucho, al presentarse este ridículo fantasmón a la puerta de casa, con su negra túnica de coco, cubierta la cabeza con el puntiagudo bonete y oculta la cara tras una sombría careta? ¿Quién puede haber olvidado la impresión que en toda la casa producía el grito formidable: para el santo entierro de Cristo y soledad de la Virgen al que respondía el llanto de los niños, las carreras de las sirvientes y el ladrido de los perros?

jueves, 25 de marzo de 2010

"COCOA RAFF": AQUELLOS AÑOS EN QUE LAS CALORÍAS ERAN RECOMENDABLES

Aviso publicitario de 1966.

Coordenadas: 33°27'14.74"S 70°38'46.66"W (antigua fábrica)

La Cocoa Raff llegó a ser la principal productora de chocolate en pasta y polvo del país, equivaliendo en su época a las ofertas de las principales marcas de cereales para el desayuno en nuestros días, aún cuando su producto era bastante distinto a estos. El producto genérico, la cocoa, había comenzado a llegar a Chile hacia 1866, según Eugenio Pereira Salas, cuando la firma Weir, Scott y Cía. la introdujo con inmediata "aceptación en los niños y los ancianos".

Para los años veinte, se le consideraba una gran empresa, elegida incluso para exposiciones internacionales y elogiada por grupos médicos que observaban en la misma cocoa un alimento tan distinto a las hamburguesas con que ahora premian las mamás gordas la buena nota en la prueba del cabro chico, también cada vez más obeso y cada vez más cerca de ser candidato a donante de órganos (salvo de corazón), dados los espantosos hábitos alimentarios que ha adoptado nuestra sociedad chilena y que nos tiene entre los peores obesos del planeta, cercanos al 65% de la población y con uno de cada tres infantes en sobrepeso evidente, según las estadísticas de salud.

Pero hubo un tiempo en que las calorías eran cotizadas...

sábado, 20 de marzo de 2010

LAS PIEDRAS TACITAS DEL CERRO BLANCO: LA PARTE "PRECOLOMBINA" DEL BARRIO LA CHIMBA

Coordenadas: 33°24'59.37"S 70°38'40.18"W
El Cerro Blanco fue llamado por los indígenas locales del valle como Cerro de Huechuraba, cuando en sus faldas moraba el cacique del mismo nombre. El nombre que le dieron de antaño no es conocido, sin embargo. Cuando los españoles llegaron a territorio chileno, lo rebautizaron Cerro Monserrat, levantándose incluso un santuario en su cumbre por orden de doña Inés de Suárez, imitando al cerro homónimo de Cataluña. El nombre permaneció por algunos siglos hasta que se impuso el de Cerro Blanco. Es un símbolo de Recoleta justo donde la avenida empalma con La Unión, a un costado del Cementerio General, señalando con su altura el sitio donde se encuentra el camposanto dentro de la ciudad. Por largos años, fue parte de los vastos terrenos poseídos por los monjes recoletos.
Estamos acostumbrados a identificar en la colonia y el primer centenario algunas de las estructuras y herencias arquitectónicas más antiguas de la ciudad de Santiago, por este lado de la urbe precisamente, en el ex barrio de La Chimba. Sin embargo, pasa casi inadvertida a nuestra sociedad una hermosa roca blanca a los pies del pequeño cerro, de esas mismas que se sacaron para construir parte de los tajamares y el puente de Cal y Canto del Mapocho en el siglo XVIII y que le dieron el actual nombre al peñón. Descubierta a principios de los setentas por el antropólogo Ruperto Vargas mientras se construía la calle lateral, está hacia el lado de La Unión y apenas separada de la berma por una reja, mostrando una innumerable cantidad de piedras tacitas, tesoro arqueológico por pocos conocidos y que, no obstante, está dispuesto a la vista de cualquier visitante del cerro, además de ser gratis.

lunes, 15 de marzo de 2010

EL MONUMENTO A LOS ESCRITORES DE LA INDEPENDENCIA EN PLENO CAMINO AL BICENTENARIO

Acercamiento a una imagen antigua de la Alameda de las Delicias, donde se observa el conjunto conmemorativo tal cual lucía a fines del siglo XIX. La fotografía es de los archivos de la Colección César Gotta (Argentina).
Coordenadas: 33°26'49.45"S 70°39'51.15"W (antes, aprox.) 33°26'11.36"S 70°38'15.36"W (ahora)
Si el Intendente de Santiago don Benjamín Vicuña Mackenna hubiese participado del sentimiento de crisis de pobreza y miseria que afecta permanentemente a nuestras autoridades chilenas, probablemente la capital chilena habría tenido mucho, muchísimo menos que ofrecer a la historia en la proximidad del Primer Centenario y ahora en las puertas del Bicentenario Nacional. En efecto, durante el tiempo que tuvo a su cargo Santiago, entre 1872 y 1875, Vicuña Mackenna llegó a arruinar su propia fortuna con tal de transformar la ciudad, pensando en lo que quedaría de ella cien años después y no en inmediatismos políticos ni dividendos de corto plazo. "No hay plata" y "no alcanza", frases corporativas y símbolos de las actuales administraciones comunales (especialmente después del reciente terremoto), no estaban en su leguaje.
Ya hemos hablado del Monumento a los Historiadores de la Independencia, que también hiciera instalar Vicuña Mackenna en la Alameda de las Delicias, a la altura de la Iglesia de San Francisco. Hemos comentado, además, el triste estado en que se encontraba tanto el monumento como la Plaza Tirso de Molina, donde hoy se halla dicho conjunto escultórico, y que ya han sido completamente restaurados.

domingo, 28 de febrero de 2010

EL TERREMOTO DEL 3 DE MARZO DE 1985... 25 AÑOS DESPUÉS, Y OTRA VEZ

Tres portadas del mismo diario, separadas por 25 años entre cada una: 1960, 1985 y 2010. La recurrencia quizás no sea casual.
"Así sentiría yo, si fuese chileno, la desventura que en estos días renueva trágicamente una de las facciones más dolorosas de vuestro destino. Porque tiene este Chile florido algo de Sísifo, ya que como él, vive junto a una alta serranía y, como él, parece condenado a que se le venga abajo cien veces lo que con su esfuerzo cien veces creó". (Escritor y filósofo español José Ortega y Gasset).
Las ironías del destino nos han colocado un nuevo terremoto en el camino del aniversario número 25 de aquel otro sismo que muchos santiaguinos, creímos, sería el último de nuestras vidas. Este texto dedicado a él, estaba preparado para ese encuentro con las efemérides del calendario, pero lo que acaba de suceder el recién pasado 27 de febrero, a las 3:34 A.M., nos devolvió al ranking de los países con los megaterremotos más grandes de la historia, en el quinto o sexto lugar de los peores registrados en el mundo.

sábado, 20 de febrero de 2010

LOS 200 AÑOS DE LA HERMOSA CASA DEL PILAR DE LA CHIMBA

Vista antigua en imagen del Archivo Fotográfico Sala Medina, cuando el estado de la casa-pilar de Recoleta aún era considerado como "bueno". Alguna vez tuvo un friso de madera que rodeaba la cornisa en lo alto, en donde empieza ahora el techo.
Coordenadas: 33°25'52.24"S 70°38'50.77"W
No sé bien cómo empezar este posteo: si criticando la política chilena de la declaración de monumentos nacionales que lo convierte en una especie de salpicadura de oleos sagrados sobre sitios históricos (condición que, desde allí, a veces demanda más de lo que garantiza en la mantención de los mismos) o bien comentando algún prólogo sobre los pilares y columnas de esquina que abundaron en las más antiguas casonas de Santiago de Chile y que hoy son, sin embargo, una rareza arquitectónica.
Próximamente, abordamos el tema de las casas-pilares de Santiago, así que mejor me arrojo de lleno a esta hermosa casa colonial roja ubicada en Avenida Recoleta 181, esquina de la ex Calle del Cequión, luego Andrés Bello y hoy Antonia López de Bello, casi al frente de la plazuela de la iglesia recoletana.Hoy es ocupada en su primer piso por locales comerciales y el segundo es de residencias (parece haber sido diseñada así, con estos usos distintos para sus dos plantas), pero destaca especialmente esa maravillosa columna de piedra de granito, de como dos metros y medio de altura, de sencillez dórica, lisa y montada en una gran base cuadrada.
Es una típica casa del estilo colonial, que antes gobernaba la arquitectura del sector de Mapocho y La Chimba, entre los siglos XVIII y XIX. Para Carlos Lavín, según escribe en su obra "La Chimba" (Editorial Zig Zag, 1947), la casona "fue en su tiempo una suntuosa mansión chimbera", aún cuando su espacio interior no era holgado.

lunes, 15 de febrero de 2010

LOS CERRILLOS: HISTORIA DE UN AEROPUERTO Y DE UN INFELIZ DESPOJO

Vista del edificio del aeropuerto, las salas de pasajeros y su restaurante (1948).

Coordenadas: 33°29'41.81"S 70°42'15.44"W

El siguiente artículo está basado en un estudio que ayudé a elaborar y redactar en su mayor parte, hace algunos años, para ser presentado durante las campañas que se realizaron intentando salvar al Aeropuerto de los Cerrillos de la inminente destrucción de la que fue objeto, finalmente, a causa de monstruosos intereses político-empresariales detrás del proyecto inmobiliario "pantalla" de la Ciudad Parque Bicentenario.

El Aeropuerto de los Cerrillos solía ser llamado Aeródromo, entre otras razones por haber conservado su antigua denominación y luego por su reducción de operaciones a servicio de cabotaje interno, a pesar de que cierta autoridad alguna vez pretendió establecer este título como una suerte de diferencia de importancia y capacidades, en sus declaraciones para justificar la destrucción del mismo. Estaba ubicado en su gran terreno de forma triangular entre las avenidas Pedro Aguirre Cerda, Departamental, General Velásquez y la Autopista Central, ocupando unas 250 hectáreas en la comuna de Los Cerrillos.

Tuve ocasión de conocer buena parte de este enorme recinto en 1999, mientras trabajé como diseñador y artista digital para el productor Pato Aguilar, quien arrendaba uno de los espaciosos hangares situados hacia el lado del Museo Aeronáutico, para poder armar allí las enormes estructuras escenográficas que solía producir en sus proyectos cinematográficos. De hecho, allí se grabaron en alguna oportunidad escenas de un video del grupo musical argentino "Los Pericos".

Quienes trabajamos allá al interior de Los Cerrillos, solíamos desplazarnos en nuestros vehículos dentro del mismo para poder ir al casino o a sus locales comerciales interiores. Así de grande y espacioso era, y partes antiguas de sus estructuras habilitadas al personal y al público se fusionaban con nuevas etapas de remodelaciones y ampliaciones en curiosos calces.

viernes, 5 de febrero de 2010

CUANDO SAN IGNACIO TENÍA BIGOTE

"El Bigote" se encontraba en la zona donde se observan los estacionamientos de edificio, en la imagen, allí donde están los vehículos. El aspecto de la casa que lo acogía no era muy distinta del estilo que alcanza a observarse en la parte de la fachada de la casona que aparece al lado izquierdo de la foto, y que antes correspondía a la residencia vecina al local ya demolido.
Coordenadas: 33°27'4.42"S 70°39'22.53"W
Quizás los más interesados en el contenido de un artículo como éste, debiesen ser las generaciones de estudiantes de la Universidad Central, allí al final del Parque Almagro, en el barrio viejo del sector San Diego-Cousiño. Y es que la pequeña parte de esta historia de la comunidad universitaria probablemente haya sido olvidada para siempre y desconocida ya incluso entre las primeras canas de quienes participaron de ella.

sábado, 30 de enero de 2010

QUIMANTÚ: LA EDITORIAL DE LOS "MINILIBROS" CREADA PARA "NOSOTROS LOS CHILENOS"

Coordenadas: 33°26'8.31"S 70°38'3.78"W
En mapudungún, Quimantú significa algo así como Sol de Sabiduría, según se interpreta del diccionario español-mapuche de Dióscoro Navarro: Kimn es Saber o aprender, y Antü es Sol. Por eso fue escogido tal nombre para aquella casa editorial que escribiría otro importante suceso en la historia cultural de Chile, no obstante que su vida fuera tan efímera. Más que un Sol, fue una estrella fugaz.
La idea de crear la Editora Nacional Quimantú nace hacia fines de 197o, cuando el recién asumido Gobierno del Presidente Salvador Allende decidió fundar una editorial propia y de orientación popular, sobre los cuarteles de la antigua e histórica casa Zig-Zag. Esto estaba enmarcado en un proyecto mayor llamado "Plan de Democracia Educacional", de orientación cultural y política, al que autores como Bernardo Subercaseaux le atribuyen, además, una intención real de expandir comercialmente las funciones del Estado, haciéndole participar más en áreas productivas e industriales.
El concepto central expresado en una editorial con las características de Quimantú, fue producir masivamente documentos de lectura dirigidos a las clases con menos acceso a la literatura, a precios que pudiesen ser altamente convenientes para el público. Y, en efecto, lo consiguieron.

lunes, 25 de enero de 2010

RECORRIDOS DE LOS ANTIGUOS TRANVÍAS DE SANTIAGO, MÁS ALGUNAS IMÁGENES (DE ÉPOCA Y DE LOS RESTOS DE RIELES EN LA ACTUALIDAD)

Plaza Argentina de la Estación Central. Imagen tomada el 27 de marzo de 1920.
Ya hemos hablado antes de los recorridos de la locomoción colectiva que se mantuvieron por largos años en la ciudad de Santiago de Chile y que llegaron a ser parte de nuestra cultura nacional: Tropezón-Carrascal, Pudahuel-Pedro de Valdivia, Ovalle-Negrete, Matadero-Palma, Carrascal-Santa Julia, Recoleta-Lira, Catedral-Lourdes, etc.
Todos ellos desaparecieron con los últimos reordenamientos del sistema y la irrupción del nefasto Transantiago que, además de liquidar innecesariamente varios de los recorridos que tradicionalmente existían en lugar de modificar sus trazados, alteró la característica de los largos tramos que solían abarcar estas líneas de microbuses que atravesaban la ciudad, aunque con el problema de que la mayoría de ellos pasaban por los saturados tramos del Centro de Santiago, en la Alameda Bernardo O'Higgins entre Plaza Baquedano y Estación Central, generando colas terribles y una espantosa congestión que, esperamos, sea resuelta con el nuevo sistema, aunque esto se corrigió sólo parcialmente.
Lo que muchos desconocen, sin embargo, es que la mayor parte de estos recorridos que cruzaron la ciudad por tantos años, provenían de los trazados del antiguo sistema de locomoción colectiva remontado al tiempo del servicio de tranvías, trolebuses y los primeros autobuses de transporte de pasajeros que se implementaron en el país. De hecho, al revisar los nombres de estos recorridos, se advertirá que algunos de ellos conservaban los mismos nombres que llegaron a ser tan populares en la locomoción colectiva santiaguina, hasta las recientes reformas de todo el sistema.
Tenemos a mano tres fuentes interesantes sobre estos primitivos recorridos del sistema de transporte urbano manifiestos en las líneas de tranvías, autobuses y micro-omnibuses que se registran en los siguientes documentos:

miércoles, 20 de enero de 2010

UN HERMOSO CUADRO CASI DESCONOCIDO DE LA SARGENTO CANDELARIA PÉREZ

Coordenadas: 33°26'58.24"S 70°39'8.40"W
Es curioso: la más bella y expresiva de las representaciones de la heroína chilena Candelaria Pérez (1810-1870), es la menos conocida de las que existen y de las que están publicadas regularmente en las fuentes históricas. De hecho, la imagen de este hermoso cuadro ni siquiera existe en la Internet, según nos parece.
Se trata de un enorme óleo ubicado en el primer piso de las dependencias de la Caja Previsional de la Defensa Nacional (CAPREDENA), servicio de salud pública ubicado en el edificio de Paseo Bulnes con la esquina de Eleuterio Ramírez, homenajeando a la cantinera héroe (en realidad soldado, ya que las cantineras son un grado posterior) que alcanzó ribetes de leyenda en la Guerra contra la Confederación Perú-Boliviana (1836-1839), y cuya victoria en Yungay que hoy se celebra con la propia institución del Día del Roto Chileno.
El autor de esta extraordinaria obra épica es el insigne pintor Héctor Robles Acuña (1919-2007). Realizó el gran cuadro en 1984, precisamente el año en que CAPREDENA (hoy CapreSalud) cambió sus principales instalaciones desde la dirección de Bulnes 120 hasta su actual recinto, más cerca del Parque Almagro, al final del paseo. Supongo, por lo tanto, que la obra fue parte de las inauguraciones de estas nueva dependencia, pues éstas se llaman Centro de Salud Sangento 2º Cantinera Candelaria Pérez. Robles Acuña estaba en la cima de su reconocimiento, en aquel momento, por cierto.

sábado, 16 de enero de 2010

LA RESTAURACIÓN MORAL DEL "QUILTERRIER" CHILENSIS

Imagen de los archivos de la Biblioteca Nacional, con una escena de René Ríos, futuro "Pepo", en el regazo de su padre en 1912. Están acompañados de un perro de la familia del que se sospecha la inspiración que lo llevaría a crear, años más tarde, al personaje Washington, el perro "quilterrier" chileno de la tira cómica "Condorito".
En los posteos anteriores hemos hablado de los contenidos místicos que existen en torno a la tradición jacobea "canina" del Apóstol que da nombre a nuestra ciudad, y la historia de los perros chilenos a lo largo de nuestra existencia como país, desde la colonia hasta nuestros días.
Hace pocos años, la Asociación Gremial de Criadores y Expositores de Perros de Chile consiguió que fuese reconocida en una primera etapa de validación la raza del Terrier Chileno e inscrita por el Kennel Club de Chile. En abril de 2005 se realizó la primera exposición dedicada especialmente a la raza y, si bien la Federación Cinológica Internacional no lo reconoció como raza sólo por este acto, sí dio la venia a la inscripción realizada por el Kennel Club del Terrier chileno, también conocido como el "perro ratonero", a la espera que se oficialice su reconocimiento formal e internacional como raza.

sábado, 9 de enero de 2010

"THE LORDS OF ATARIS": RECUERDOS DE UN SANTIAGUINO SOBRE LOS JUEGOS DE BILL WILLIAMS Y DE UN CLUB DE ADICTOS

Una computadora Atari con sus periféricos (fuente imagen: masnick.com)
Esta entrada es sólo para nerds de los años ochentas... Advierto que cualquiera que no haya compartido la ñoñería de mi generación seguramente se aburrirá como ostra leyendo esta lata.
Bien, parto comentando que Bill Williams nunca vino hasta Santiago de Chile... Es más: probablemente nunca supo que existía esta capital gris en algún lugar del planeta, aquí en las pompis del mundo. Sin embargo, tampoco llegó a enterarse de cómo llegaron a influir sus obras, sus ingenios y sus creatividades desbordantes y prodigiosas en este rincón; cómo sus videogames marcaron a toda la rebanada ñoña de una generación completa, abriéndole las puertas a los mercados de las consolas de juegos y empujando hacia las ciencias informáticas a miles de futuros ingenieros, hoy titulados y nostálgicos de los años del Atari 2600 ó el Atari 800 XL, el computador casero con el que tantos nos introdujimos en el mundo digital.
Eran los años ochentas, esos que tantas rentables melancolías reportan a los medios de comunicación actuales. En nuestro Atari comenzó a repetirse un nombre; una firma en los mejores juegos: Bill Williams. Aparecía en "Alley Cat", "Salmon Run" y "Necromancer", tres clásicos inmortales de los tiempos del disco floopy y del lenguaje Basic. Allí lo teníamos, en nuestros televisores (consolas y computadores Atari se conectaban a la tele, pues no incluían monitores), en esas famosas tardes de juego frenético, durante la adolescencia.
Nos recuerdo metidos en nuestra estrecha pieza, allí en el "Club Atari" (como nos llamaban parodiando a un club real), con varios conocidos y amigos que, finalmente, tomaron para sí los oficios de la informática, como el Shugar Cherubini y el programador que se hacía llamar Diamante Omega.
¡Qué años tan irremediablemente nerds!, endulzados por la vibrante imaginación del maestro Williams, que apenas nos pasaba por sólo unos cuantos años de edad, no más de diez, aunque por entonces no lo sabíamos. Más de 20 ñoños nos reuníamos cada tarde a sesiones interminables de sus videojuegos. Ni el frío del invierno ni el sofocante calor del encierro en pleno verano nos disuadían de esas jornadas de "Alley Cat", intentando meter al gato por las ventanas o tomarle la leche a los perros.
Encuentro en la Sala Naranja de nuestro "Club Atari", hacia 1990, mientras jugábamos una sesión de "Legacy". Se observa a "Shugar" Cherubini en el escritorio y a mi hermano "Starsky" de espaldas.
"SALMON RUN"
Bill Williams nació en los Estados Unidos en 1960, viviendo gran parte de su vida en Salt Lake City, desde donde evitó moverse por largo tiempo, incluso cuando ya trabajaba para compañías establecidas en otras ciudades. Dueño de una inteligencia brillante, quizás genial, perfiló su carrera hacia la programación y desde muy temprano, comenzó a diseñar los juegos que colocarían su nombre en lo alto de los primeros años de la cultura del videogame, llegando a extender la fama de su obra por acá, tan lejos.
Apenas pasando los 20 años, debuta con "Salmon Run", un sencillo pero enviciante videojuego que la Atari distribuyó a partir de 1982. Consistía en un pequeño salmón que debía nadar complicadamente contra la corriente del río mientras era atacado por osos, por pescadores y los rápidos del cauce intentaban frenar su ruta. Debía saltar constantemente, tal como lo hacen los salmones reales, para evitar los obstáculos. Cuando el audaz salmoncillo completaba el viaje, aparecía una hembra de su especie y le recibía con un caluroso y sonoro beso. Los peces marchan río arriba para reproducirse, recuérdese.
"Salmon Run" ya tenía características que serán típicas de los mejores juegos de Williams: una especie de creatividad naturalista, romántica y observadora, con humor sano y un acento en las comportamientos del mundo animal o de la naturaleza. También está presente una ternura infantil, una ingenuidad tibia, que le lleva a premiar a sus personajes de los juegos con parejas del sexo opuesto, por cuyo encuentro luchan dándole el argumento central al desafío, como veremos. Otra característica del diseñador, ya visible en este videogame, es la magistral capacidad de construir guiones dinámicos y altamente atractivos pese a las grandes limitaciones de la gráfica de esos años, compensando así la sencillez formal con la complejidad de fondo de cada juego, además de la forma en que debía operarse el joystick para controlar los movimientos y saltos del pez. Williams fue, quizás, pionero en esta escuela.
Los fans podíamos jugar y jugar días completos con el famoso "Salmon Run", a veces seguidos. Jamás alguien parecía aburrirse. De hecho, nos llamó siempre la atención que el juego con que Williams se presentó en el mercado no haya sido producido para las cabinas de videojuegos de los grandes centros de máquinas, como los "Delta" o los "Diana".
 
Vistas del juego "Salmon Run".
"NECROMANCER"
Gozando de su floreciente popularidad y trabajando directamente para Synapse, Williams se volcó a producir para plataformas Atari y para Comodore-64 una joya de los videojuegos, para muchos considerado el mejor de toda la historia de estas tecnologías: "Necromancer", con las aventuras de un mago nigromante que comenzaba su camino intentando sembrar y hacer germinar a un grupo de arbolitos parecidos a los ents de Tolkien, referente literario que parece estar muy presente en el juego. El bosque es acechado por un grupo de malvadas criaturas que intentan destruir a los árboles, los que comienzan a pedirle auxilio a su maestro al ser atacados.
El mago debía salvar la luz del mundo, desde una dimensión oscura. Desde allí, debe hacer pasar a los árboles por unas cavernas encantadas y peligrosas, donde les servirán para aplastar arañas incubadas por un mago negro, terminando su travesía en un cementerio de almas en pena y un desafío para el jugador, pues las combinaciones entre ataques al mago negro y a sus subalternos van dando más o menos poder al nigromante, obligando a descubrir las proporciones correctas entre uno y otro para poder avanzar. La dificultad es tal que pocos se han jactado de pasar cuatro o cinco etapas en esta fase del juego.
"Necromancer", lanzado al comercio en 1983 por Synapse, es una obra maestra para la época. Tanto por la gráfica, como por el argumento esotérico-místico del juego y hasta por la calidad de sus sonidos y la magnífica música creada por Williams (disponible en nuestros días como ringtones, de hecho), constituye una pieza de culto, que aún es posible encontrar en emuladores para fanáticos y coleccionistas. Lo conocí en la navidad de 1986, cuando llegó junto al "Boulder Dash" como juego incorporado al set del Atari 800 XL que aquella noche alegró mi existencia. Desde entonces, nunca pude dejar de ser un fanático del juego. Sin embargo, "Necromancer" era un videojuego más íntimo, para entretención personal, difícil de concebir en un desafío de grupo o en una sesión con otros haciendo fila para tomar el joystick. Además, si en "Salmon Run" Williams había sabido exigir al piloto de su salmoncillo el control novedoso de los movimientos del control, en "Necromancer" comienzan a aparecer las combinaciones rápidas, las urgencia de velocidad y el desafío de los mejores reflejos, demandando la atención del jugador en todo el entorno de los escenarios y no sólo sobre el mago que hace de personaje central.
La temática de "Necromancer" es tan epopéyica y cautivante que ha sido imitada en posteriores juegos para consolas más avanzadas, pero basándose en este clásico concebido por la genialidad de Williams. Atari lo restituyó hace pocos años, como uno de sus juegos más importantes y simbólicos.
Presentación del juego "Necromancer".
Vistas de la primera etapa del juego "Necromancer".
Música del juego "Necromancer", compuesta por el propio Williams.
"ALLEY CAT"
Viviendo en tan joven consagración, Williams orientó sus esfuerzos a la creación de un nuevo juego, retomando las características que fundan el argumento de "Salmon Run". Los equipos de Synapse habían estado intentando resolver un proyecto de videojuego que involucraba a un gato viviendo aventuras en un vecindario. El equipo, encabezado originalmente por un cotizado programador llamado John Harris, no había podido avanzar satisfactoriamente en el proyecto, por lo que éste pasó a manos de Williams. El joven y reputado autor reformuló el juego conservando sólo algunos aspectos básicos y creando un nuevo y más amplio concepto para el mismo: un gato callejero en una ciudad, que busca el amor de una elegante gatita entre los apartamentos de un edificio, a los que ingresa saltando por las ventanas luego de usar una cerca, tendederos de ropa y tarros de basura como peldaños.
Se trata de "Alley Cat", una pieza extraordinaria de la historia de los videojuegos, presentada por Atari en 1984, con versiones para los escasos PC de la época. Bill desata su genialidad hasta extremos impensados, además de exigir destrezas enormes. Con este juego, asombra su capacidad extraordinaria de inventar y ofrecer novedades, de ser pionero. Ahora da la oportunidad de establecer control sobre las fuerzas de los saltos del gato, las direcciones en que cae o se arroja, y hasta se puede sentir el efecto de la gravedad sobre el personaje... ¡todo en un joystick que no tenía más que una palanca y un botón! Además, la cantidad de etapas, músicas, sonidos y gráficas era asombrosa para su época, impensada. Williams comprometía al pobre gato a tener que transitar por etapas casi surrealistas, como:
  • Piezas llenas de perros durmiendo, a los que debía tomarles la leche. Cuando se acercaba a alguno para beberle su traste, el can abría un ojo y comenzaba a gruñir. Allí había que arrancar. Si el jugador se quedaba demasiados segundos tras esta advertencia, el perro se despertaba y se armaba una nube de pelea en que el pobre gato perdía una vida.
  • Escobas que se movían solas y que le pegaban fuertemente al gato. La forma de evadirlas era caminando mucho por el piso para que la escoba se pusiera a barrer las huellas dejadas por las patas del gato.
  • Un queso gigante donde dos ratas saltaban de un agujero a otro. El gato debía darles captura dentro del laberinto de galerías del queso.
  • Una seguidilla de pisos de corazones custodiados por gatos celosos, y por los cuales debía escalar nuestro gato hasta llegar al más alto, donde estaba su amada gatita blanca. Cuando lo conseguía, sucedía lo mismo que en "Salmon Run": un beso ruidoso y aparecía un corazón, aunque aquí comenzaban a explotar fuegos artificiales. En cambio, si tocaba a alguno de los gatos que custodiaban el camino, éste se engrifaba furioso y arrojaba a nuestro felino callejero cuesta abajo.
  • En un desafío, había que soltar un canario de su jaula y cazarlo en el aire dentro de un comedor, evitando la escoba.
  • En otro, había que manipular maceteros de una repisa, pero esquivando arañas venenosas que colgaban desde el techo e intentaban picar al gato.
  • Había un acuario de peces al que el gato saltaba. Milagrosamente, las proporciones de la realidad cambiaban: cuando esto sucedía, el gato aparecía dentro de una especie de piscina y debía capturar a los peces, pero debía salir a respirar cada cierta cantidad de rato o se iba poniendo cada vez más morado hasta la asfixia. También debe evitar una anguila eléctrica.
Cuesta creer que Williams tenía sólo 23 años cuando creó esta maravilla, todavía posible de encontrar en la internet y gracias a la magia de los buscadores de archivos. El juego parecería más bien el resultado de un experto en conductas animales combinando esfuerzos con un avezado programador senior, asesorados ambos por un escritor consagrado de guiones para niños y más encima con cortinas de un músico profesional... Pero no: fue hecho sólo por este muchacho genial.
Presentación de la versión PC del "Alley Cat".
Presentación y habitación del acuario en la versión Atari del "Alley Cat".
Música del juego "Alley Cat", también compuesta por Williams.
LA RELIGIÓN DEL GATO EN ESTOS LARES
"Alley Cat" llegó a Chile al año siguiente de su lanzamiento al mercado, más o menos. Las primeras versiones se vendían en la espantosamente lenta carga de cassetes para la "casetera" del Atari. No tardó en ponerse de moda, especialmente entre quienes tenían fama de viciosos de los centros de videojuegos, por entonces muy populares entre escolares y liceanos.
Aquí en Santiago fundó una verdadera religión entre los atarimaniacos sobre el "Alley Cat". En los locales comerciales donde se ofrecía, los vendedores lo tenían instalado casi todo el día y se turnaban para jugar, atrayendo las miradas de los niños y, con ello, la tentación y las ventas. Era tal que, a veces, uno se conformaba con ir a mirar por un rato cómo lo jugaban otros. En los colegios era cotizadísimo, por supuesto, pero quienes lo teníamos solíamos prestarlo sólo a los amigos más cercanos, pues los profanos no tenían derecho a "Alley Cat" en la religión pagana que Williams le estaba fundando al Atari. Supongo que algo parecido sucedía en otros lados del mundo, por lo que se deduce tras consultar en la intenet.
Cuando lo vi por primera vez allí en la famosa Casa Royal de la Alameda Bernardo O'Higgins entre Estado y San Antonio, mientras unos vendedores del centro comercial lo jugaban extasiados, caí inevitablemente en el shock. Corrí a reunir el dinero para comprarlo con mi hermano. Fue una revelación dentro de nuestro "club", y las tardes de "Alley Cat" se extendieron por años y años, hasta casi los finales de nuestros encuentros, hacia mediados de los noventas. Me atrevería a decir que fuimos unos de los primeros en tenerlo acá en Santiago, a merced de nuestra impaciencia y obstinación.
Otra característica que siempre nos llamó la atención sobre el juego, es que no parece tener tipología ni se enfila con ninguno otro concebido antes o después: ¿Aventuras? ¿Destreza? ¿Estrategia?... La verdad es que "Alley Cat" es único es su tipo, no habiendo nada igual ni siquiera en el resto de los trabajos de Bill Williams.
Existe una versión simplificada de "Alley Cat" de PC, para bajar gratuitamente desde la internet. Corresponde a la adquirida y modificada por la IBM para sus sistemas operativos.
"Alley Cat" versión Atari, con juego en proceso.
DESPUÉS DEL ATARI
La caída de los videojuegos en 1983 y la venta de derechos de Atari a las competidoras de Commodore y Namco, en los años siguientes, provocaron cambios significativos en la industria de la producción de juegos digitales, paralelas a las alteraciones del mercado post-recesión mundial. Tras haber producido en 1984 un último videogame de Synapse para Atari, de carácter infantil y titulado "Balloon Float", Williams se cambió entonces al sistema Amiga, de la generación Commodore que siguió a los clásicos C-64.
En 1986, participó de la gestación de un colorido juego de Doug Sharp, titulado "The King of Chicago", bajo el sello de Cinemaware (para ver escenas del juego, clic aquí). El videogame pasaba por instantes de cuadros narrativos y poco dinámicos, pues tenía un contenido argumental relativo a la mafia, necesario para la comprensión del desarrollo del mismo. Aunque este concepto es casi regla fundamental en los actuales juegos temáticos más populares de público menos infantil, en aquellos años era una característica pesada e incómoda para los jugadores, aún acostumbrados a las simplezas de los "Pac-Man" o el "Phoenix". Además, el juego no permitía grabar las etapas hasta las que se hubiese avanzado, de modo que había que recomenzar todo en cada sesión. En consecuencia, no llegó ni a aproximarse al culto que habían generado los anteriores, producidos para Atari.
Pese al avance de los recursos gráficos disponibles para Williams con el progreso de las tecnologías digitales, su entrada a las plataformas de Amiga no resultó tan provechosa como podría haberse esperado y deseado. Sin embargo, ese mismo año y directamente para la Commodore, colaboró en la producción de "Mindwalker", pegándole el palo al gato (al "alley cat") otra vez. Consistía en un fantástico juego de laberintos con simulaciones tridimensionales sumamente novedosas, que prueban también las capacidades integrales del jugador, llegando a constituirse en uno de los clásicos más famosos del sistema Amiga.
"Mindwalker" estaba basado en la película "Viaje Fantástico", de la Twentieth Century Fox en 1966, y consiste en un grupo de hasta cuatro personajes bastante curiosos e intrigantes, que entran a la mente de un psicótico, encontrándose con cosas que jamás habrían esperado. Para muchos fanáticos y estudiosos de los años ochentas, se trata de uno de los juegos más interesantes de la historia de todos los videogames, por sus simbolismos, analogías psíquicas y argumentos.
ÚLTIMOS TRABAJOS
En 1987, otra vez al alero de Cinemaware, Bill participa de la creación de "Sinbad and the Throne of the Falcon", un juego de aventuras donde retoma esa inspiración romántica y encantadora de sus primeros trabajos, aunque lejos de la pasión más naturalista. También parece inspirado en los clásicos del cine sobre el personaje de Simbad, además de el romanticismo exótico y seductor de los cuentos de "Las mil y una noches".
Al año siguiente, aparece su nombre vinculado al diseño de "The Pioneer Plague", un videogame de aventuras realmente revolucionario, pues fue el primero en utilizar el sistema HAM (Hold-And-Modify), con 256 colores para la pantalla o monitor. Ese mismo año verá la luz "Rocker Ranger", en cuyo equipo productor Williams tuvo participación. Correspondía a un juego de aventuras e histórico, aunque con ciertas connotaciones políticas que resultaban ásperas en esos últimos años de la Guerra Fría.
En 1989, Williams reaparecerá ahora en "Knights of the Crystallion", de la US Gold, juego de aventuras y luchas por pasadizos subterráneos de un mundo perdido. En 1991, produce "Defender of the Crown" con varios miembros del mismo equipo de "Rocker Ranger". El nuevo juego de estrategia destaca por la calidad de sus gráficas.
Sus años finales en la labor informática, transcurren en algo de sombra. Existen en la red algunas referencias, como las de Michael Current, sobre un excelente set de 1020 rutinas de plotter que aparecerían firmadas por un tal Bill Williams. Gran parte de sus labores las realizó en su propia casa de Salt Lake City, en solitario, como le gustaba trabajar según quienes lo conocieron. Emigra por entonces al sistema Nintendo y desde allí participará en el diseño de los videogames "Monopoly", una versión digital del famoso juego de tableros; y luego, en 1992, hace lo propio al comenzar el proyecto de "Bart's Nightmare", un juego que gira en las pesadillas del famoso primogénito de "Los Simpsons", de Matt Groening.
Existirían algunas otras participaciones suyas en juegos del sistema NES y SNES, pero no contamos con datos concretos al respecto.
Una imagen común hace 25 años: un computador Atari 800 XL con cassetera y el juego "Alley Cat" en el monitor (fuente imagen: cbmgallery.com)
TRANSFORMACIÓN ESPIRITUAL
Sin embargo, Bill traía consigo un triste secreto: el hombre que ha sido llamado El Stanley Kubrick del diseño de videojuegos padecía el mal congénito de la fibrosis quística, que lo tenía condenado -desde su nacimiento- a morir prematuramente.
Al irse aproximando hacia el límite de las expectativas de vida a que un afectado puede aspirar, Williams comenzó a modificar su vida y a reorientar su existencia en búsqueda de nuevos caminos. Ese mismo año de 1992, decidió ingresar al Seminario Luterano de Chicago, dejando el proyecto de "Bart's Nightmare" cuando éste estaba prácticamente concluido. Había sido tanto el sacrificio que había puesto en esta difícil empresa, que lo llamaban "Bill's Nightmare", según recuerda Peter Olafson. Pese a ello, lo dejó en manos de otro programador y, salvo por un proyecto animado que realizó hacia 1996 sin haberlo concluido, jamás volvió a tocar el diseño de juegos.
Debió retirarse del Seminario por las dificultades respiratorias que le producía el contaminado aire de Chicago, aunque ya con el grado de Pastor de Teología, en 1994. Esta transformación de Williams marcó un nuevo hito: con su esposa Martha, convienen en vender su casa en Michigan y mudarse a Rockport.
Conciente de que sus días se acababan y sintiendo sobre sí los graves síntomas de su enfermedad, comenzó a escribir una obra sumamente reflexiva y meditativa, con algo de autobiográfico, titulada "Naked Before God: The Return of a Broken Disciple", en la que se confiesa:
"Tengo un demonio llamado fibrosis quística, una pequeña torcedura en los planos de vida, y no puede ser enderezada. Por ella estoy siendo castigado sin piedad".
Cierra su libro en un estado deplorable de salud, en 1998. No alcanzará a verlo terminado ni publicado, tarea de la que se encargará Martha.
SU MUERTE
Para el mes de mayo de 1998, Bill Williams está grave. La muerte logra al fin ser más rápida que su apego a la vida; más veloz que esa misma energía que quiso imprimirle a sus valientes peces y gatos protagonistas de aventuras. Perdía la carrera el más grande de los representantes de la primera generación internacional de programadores lúdicos y diseñadores de los videojuegos, de los que marcaron la infancia o la juventud de miles y miles de personas en aquellos años hoy tan cotizados por la memoria, en las puertas de la comunicación global y de la era digital. Fallece prematuramente, entonces, el 13 de mayo de 1998, cerca de los 38 años.
Williams partió a vivir con sus fantasías de gatos callejeros, salmones heroicos y magos nigromantes resucitando a los muertos en forestas perdidas. Volvió al recuerdo de las gráficas basic, las miradas ingenuas de sus personajes, el sentido mágico de la existencia y de las luchas entre la luz y la oscuridad representadas en apenas 64 kilobytes de memoria RAM. Bill era, acaso, una luz efímera en esa historia de los videojuegos y de tecnologías que sirvieron de cimiento a nuestra sociedad informática, pero destinado a dejar encandilados por siempre a los ojos que alcanzaron a contemplar la grandeza de su creatividad y de su arte.
Muchos de los que fuimos niños en el Santiago de la camada de adictos al Atari, recordamos aún su nombre, sinónimo de diversión, tardes de locuras desafiantes y retos a las destrezas. La generación del Atari había pasado en 1998, ciertamente, y ya estábamos en los tiempos de las guerras entre PlayStation, Sega y Nintendo; de una nueva lucha, con nuevos gigantes. Pero ella se libraba sobre los campos que innovadores como Bill habían dejado sembrados.
Acá en Chile, quienes conocimos y elogiamos su nombre, sentimos dolorosamente la noticia de la muerte del maestro, misma que nos llegó con las primeras conexiones al que nos parecía por entonces un flamante y rudimentario nuevo sistema de acceso a redes, llamado internet.
"SALMON RUN" http://www.youtube.com/watch?v=SnXGf8dS7YY
  
"NECROMANCER" http://www.youtube.com/watch?v=Lnc3vI0fgJA
"ALLEY CAT" http://www.youtube.com/watch?v=jdom660x_2M
"BART'S NIGHTMARE" https://www.youtube.com/watch?v=_X9Qc2qsK-w