
Coordenadas: 33°27'24.50"S 70°35'15.16"W
Uno de mis grandes errores de padre fue llevar a Frankie a la Feria del Libro de Estación Mapocho, cuando tenía apenas cuatro o cinco años. Se aburrió como ostra y, como sabemos, un cabrochico lateado es un cabrochico inquieto, creciendo exponencialmente su potencial de mandarse una buena "cagada", de esas que ponen a prueba nuestro valor como progenitores. Al final, ambos lo pasamos pésimo.
La Feria del Libro de Ñuñoa, que está en su XI versión, resolvió este problema paternal de una manera sencilla, ingeniosa y radical: un tercio de las instalaciones de la muestra están dedicadas a los niños, con talleres de arte y lectura. Es la llamada Zona Creativa Infantil, un invento notable: los padres pueden dejar a los niños bajo la atenta dirección de las jóvenes guías de cada sala, mientras pasean tranquilamente por los cerca de 40 stands de expositores de libros, que van desde literatura de carácter social hasta textos de orientación religiosa.