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viernes, 29 de agosto de 2008

DOS CARTAS SOBRE LOS ADOQUINES DE LA CIUDAD

Adoquines de la Alameda de las Delicias, frente a la Iglesia de San Francisco, hacia 1890.
La siguiente carta fue publicada en el diario "El Mercurio" del miércoles 27 de agosto de 2008, con el título "Respeto a los adoquines":
Señor Director:
Parece ser que nadie ha reparado que los adoquines que realzan por su belleza algunas calles y avenidas de Santiago y otras regiones son verdaderos monumentos. En efecto, bajo el asfalto que en mala forma ha pretendido servirnos, yacen los adoquines, mudos testigos de más de un siglo. Se dice que bajo los adoquines está la historia.
En el gobierno de don Federico Errázuriz Zañartu (1871-1876) se iniciaron las obras, y por iniciativa del gran urbanista e intendente de Santiago de entonces, don Benjamín Vicuña Mackenna, se comienza a pavimentar con adoquines.

MONSEÑOR JOSÉ FAGNANO: UN PEQUEÑO PASAJE CON EL NOMBRE DE UN GRAN MISIONERO

Coordenadas: 33°27'3.51"S 70°38'34.99"W
Situado en calle San Isidro hacia la atura del número 500, en la cuadra ubicada entre Eyzaguirre y Santa Isabel, el pasaje Monseñor José Fagnano alude al nombre del religioso italiano que fundara en la Isla Dawson la Misión de San Rafael, misma que intentó desesperadamente y en vano salvar dar refugio a los últimos sobrevivientes de las etnias alacalufes y onas o selknams, que alguna vez dominaron los canales y llanuras de la Tierra del Fuego, respectivamente.
El pasaje nació con la urbanización de la antigua propiedad del Patrocinio de San José, complejo educacional que ocupaba toda la manzana cuadrada entre Santa Rosa y San Isidro, cercana a la Parroquia de San Isidro Labrador y cuando el tramo de calle Santa Isabel era llamado Santa Cruz, desde el cruce con Carmen hacia el Poniente. Este Colegio había sido fundado por Blas Cañas en 1873, por autorización de Miguel Rúa, sucesor del famoso sacerdote Giovanni Melchiorre Bosco, más conocido como Don Bosco.
Con 144 alumnos de aquella generación, el Colegio contaba allí con un gran edificio de dos pisos y un templo por el lado de la esquina de Santa Rosa con Eyzaguirre. Después, pasó directamente a manos de los salesianos por petición del Arzobispado de Santiago, haciéndose responsable de la casa el mismísimo Monseñor José Fagnano. Así lo dice el "Catálogo de los eclesiásticos de ambos cleros y casas relijiosas del arzobispado de Santiago de Chile", publicado dos años después de este traspaso:
En noviembre de 1893, el Iltmo. y Rmo. señor Arzobispo Dr. don Mariano Casanova cedió al Superior de las casas salesianas en el Pacífico, Monseñor José Fagnano, todos los derechos que tenga el Arzobispado en la Casa del Patrocinio de San José, con todos sus bienes muebles e inmuebles...

miércoles, 27 de agosto de 2008

LA PRIMERA BASÍLICA DEL MUNDO CONSAGRADA AL CORAZÓN DE MARÍA

Imagen del templo en los años veintes.
Coordenadas: 33°27'19.48"S 70°39'3.86"W
En la muy discontinua calle Zenteno, particularmente en el tramo que hay entre las calles 10 de Julio Huamachuco y Copiapó (en la esquina con esta última), se encuentra la esplendorosa Basílica del Corazón de María, que levanta sus dos torres campanarios por encima de la altura de la mayoría de los viejos edificios de este sector de la ciudad, aledaño al Barrio San Diego y al Barrio Nataniel Cox, y a pocas cuadras del Barrio Matadero de Avenida Matta.
La bella construcción, de tres imponentes naves, está relacionada desde su origen a los sacerdotes claretianos, es decir, a los miembros de la Congregación de los Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María, que nacen en el Seminario de Vic en 1849 alrededor de un pequeño grupo liderado por el Padre Antonio María Claret, futuro Santo.

lunes, 25 de agosto de 2008

LA MEMORIA FINAL DEL "CAFÉ PAULA"

Histórico letrero del desaparecido Café Paula (San Antonio con Agustinas)

Coordenadas: 33°26'24.95"S 70°38'53.58"W

El siguiente texto fue publicado por el diario "La Tercera" del 10 de septiembre de 2001, titulado "Café Paula, con 55 años en el mercado". Irónicamente y a pesar de su optimismo, aparece sólo un par de años antes del cierre final del "Café Paula".

Desde 1946 este salón de té se hizo espacio en el centro de Santiago. Ya son varias las generaciones que han llegado hasta allá para disfrutar de los clásicos ave palta, las tortas de merengue y los helados caseros. "Las personas que han querido hacer negocios con nosotros nos consideran los más fuertes de Plaza Italia para abajo". CRISTIAN CÁCERES, GERENTE GENERAL DEL CAFÉ PAULA.

El tradicional sándwich de ave palta; las clásicas tortas de selva negra y merengue; los strudell; los helados artesanales y los café helados no se encuentran en otro lugar más que en pleno centro de Santiago. Con sólo cinco locales distribuidos en un cuadrante muy pequeño dan vida a uno de los más antiguos café: El Paula.

domingo, 24 de agosto de 2008

“DONDE GOLPEA EL MONITO”, LA CASA NACIONAL DEL SOMBRERO

Imagen de la vitrina de la tienda, publicada por Manuel Peña Muñoz en "Chile, memorial de la tierra larga". Fotografía de Alfonso Palacios.
Coordenadas: 33°26'5.65"S 70°39'0.56"W
En dos o tres ocasiones he comprado un sombrero en la tienda “Donde Golpea el Monito”, ubicada en calle 21 de Mayo 707, exactamente donde empieza la calle Rosas, hacia el barrio Mapocho. Al cliente le miden la cabeza y rápidamente los amables vendedores aparecen con un sobrero o gorro a la medida exacta. Esto es casi una garantía.
No sé si esas compras las he hecho porque realmente necesitaba un sombrero o porque quería tener en la cabeza esa mágica etiqueta del conserje símbolo de la tienda, en lo más parecido a un frenesí consumista que haya tenido mi bastante económica (o economista) vida. Mi favorito no sólo es de "Donde Golpea el Monito", sino que lleva también el sello de la célebre fábrica nacional "Girardi".

sábado, 23 de agosto de 2008

HÉCTOR BARRETO Y LAS MEMORIAS DE UN PASAJERO DEL SUEÑO

Héctor Barreto (1917 - 1936): "...el color de la sangre no se olvida".
Coordenadas: 33°27'29.69"S 70°38'46.98"W (lugar de su muerte)
Hace pocos días, hicimos una pequeña semblanza sobre la vida y la muerte del poeta Jaime Rayo. Hoy recibí un mail recordándome que este 23 de agosto se cumple el aniversario 72 de la trágica muerte de otro exponente de la prolífica generación literaria del ’38, también prematuramente desaparecido: Héctor Barreto, “El Pasajero del Sueño”, como lo define Miguel Serrano en alusión a uno de sus cuentos, en la “Revista de Libros” (“El Mercurio”, 26 de agosto de 2005). Éste es el pequeño homenaje que acá debo, entonces.
Héctor Francisco Barreto Ibáñez nació el 10 de febrero de 1917. Desde joven vivió fascinado con la historia y la mitología del mundo clásico, explotando su altísima cultura y su nivel extraordinario de conocimientos sobre literatura e historia, pues leía hasta altas horas de la madrugada y con gran rapidez. Incluso recitaba partes completas de “El Quijote” de Cervantes.
Su encanto con la cultura greco-romana hacía que firmaba a veces sus obras con el pseudónimo de César Roman (César Romano). Sus amigos, a su vez, le llamaban Jasón, en referencia a un cuento suyo así titulado y al héroe griego buscador del vellocino de oro:
Una luna fantástica los decidía desde el cielo. El carabel dominaba meciéndose sobre el mar azul transparente. Él había soñado el derrotero aquella misma noche. Todos tenían un fantasma dorado más allá de las pupilas. Habían sabido elegir su tripulación. Justo a la medianoche elevarían anclas y mientras se narran la historia del verdadero marino.

jueves, 21 de agosto de 2008

RECUERDOS SOBRE EL “CLUB SOCIAL” DE CHILECTRA

Algunas revistas institucionales "Chispazos", de las que siempre andaban volando dentro del Club Social de Chilectra, en Mac-Iver con Agustinas.
Coordenadas: 33°26'25.17"S 70°38'48.75"W
El cómodo y espacioso “Club Social”, vinculado al Sindicato de la Compañía Chilena de Electricidad (Chilectra), se ubicó hasta fines de los años ochenta en el 8º piso (9º si contamos el entrepiso) del edificio situado en Agustinas 715, esquina Mac Iver, a escasa distancia del Teatro Municipal.
La gente le llama Edificio Contalent (pese a que su nombre es Comunidad Agustinas) por la publicidad de una casa óptica en su fachada. En su primer piso y subterráneo se encuentran los locales del “Nuria” y el “Palacio Oriental Lung Fung”. Hace pocos años, se sumó al grupo de atractivo también el “Ali Babá”, uno de los más conocidos café con piernas de Santiago, en la ex sede del desaparecido “Barón Rojo”, pionero en este tipo de locales.

miércoles, 20 de agosto de 2008

LA HISTORIA DE LA ALAMEDA DE LAS DELICIAS DE SANTIAGO, HASTA MEDIADOS DEL SIGLO XX

Aspecto primitivo, en los tiempos en que aún era La Cañada.
Coordenadas: 33°26'13.68"S 70°38'7.11"W (inicio) / 33°27'30.42"S 70°42'46.64"W (final actual)
El siguiente texto pertenece al destacado estudioso del folclore y costumbrismo nacional Oreste Plath, y fue publicado en la revista “En Viaje”, edición Nº 183 del mes de enero de 1949, en la sección “Guía Espiritual de Santiago”. Agregamos al fina, algunos datos históricos interesantes sobre la misma avenida.
La Alameda fue lecho de un brazo del río Mapocho, delineada por un capitán y construida por los muchos prisioneros de Burgos. Su primer nombre fue Cañada. El tiempo transcurrió y por entre tapiales o cercas que fijaban el ancho de esta vía pública, envueltos en nubes de polvo, iban los viajeros montados en mulas, o circulaba la pequeña producción en carretas.
Aquí se levantó la primera casa de Dios y luego se convirtió en cierto sector “de la ciudad de Dios”, por los numerosos templos que se fueron disponiendo en su techo.
La Cañada era como un retablo lugareño y la cristiandad la merodeaba tanto por lo divino como por lo humano, ya que iba llamada por el oficio religioso, como por la necesidad gastronómica. El pueblo asistía al chocolate de las Monjas Claras y a las lentejas de los franciscanos.
En sus cequiones laterales se bañaban los chiquillos; los caballos y tropillas de burros se detenían a refrescarse en sus orillas.

lunes, 18 de agosto de 2008

LA NUMEROSA Y DISTINGUIDA ESTIRPE DE LOS RATONES SANTIAGUINOS

Ratones en la sección de humor de la revista "Lira Chilena" (1900)
Hace poco tuve una rata viviendo en el techo. La sentía jugando o haciendo acrobacias noctámbulas, precisamente en la hora en que uno quisiera dormir más que cualquier otra cosa. Un día de esos, apareció muerta en el jardín: uno de los perros de la casa la masacró a mordiscos.
Me pregunto hasta qué punto la ciudad le pertenece más a las ratas que a nosotros. En el Centro de Santiago no es difícil verlas paseando por las sombras nocturnas del corazón mismo de la capital, moviendo sus bigotes nerviosamente junto a los desagües de la Plaza de Armas. En una oportunidad, por calle Carmen, vi una rata de tamaño descomunal: al ponerse de pie, en dos patas, pasaba la altura del neumático de un vehículo. Pero era tímida, porque cuando preparé mi cámara para registrar semejante monstruo, escapó despavorida.

“BIERSTUBE”… DAS GUTE BIER!

Coordenadas: 33°26'13.08"S 70°38'15.26"W
Crudos de carne, chucrut, mostaza picante y cerveza, mucha cerveza y variada. Algunos platillos muy exclusivos de Alemania, además. En todas sus mejores variedades y, ¡oh milagro capitalino!, a precios sumamente convenientes. Ideal para los reencuentros nostálgicos onda facebook, como el que viví por allí hace un par de semanas, hasta que la abundante bier comenzó a liquidarme la memoria inmediata.
El “Bierstube” (algo así como Bar Cervecero en alemán) nació como un club de bar y restaurant de amigos alemanes en Chile, el 5 de agosto del año sesenta, siempre alojado en el sector del Parque Forestal aunque pasando por dos sedes. Inicialmente, estaba en Merced en la cuadra del 300, frente a Barrio Lastarria y a pocas cuadras del Teatro La Comedia. El teutónico negocio fue adquirido al año siguiente por Enrique Nugent, de profesión actor, y su esposa Lilo Klestadt, luego que la pareja comprara la totalidad de aquella primera sociedad formada por camaradas alemanes, para hacer su vida bohemia y degustar de la rica carta de cervezas y comidas de su patria natal.

FEDERICO ALBERT TAUPP: UN VIAJERO QUE LLEGÓ A REVOLUCIONAR LA CONSERVACIÓN Y EL NATURALISMO CHILENSIS

Coordenadas: 33°26'30.84"S 70°40'54.37"W
Aunque las colecciones encargadas a instituciones y la conservación científica ya existían desde antaño en Chile, incluso entre particulares y algunas órdenes religiosas, no fue sino hasta el arribo del insigne naturalista francés Claude Gay que la museología, propiamente dicha, se instaló en el país, al fundar el Museo Nacional de Historia Natural en septiembre de 1830, cambiándose después desde dependencias de calle Catedral con Bandera hasta la Quinta Normal de Santiago, en 1876. Y el año 1889, ya en el Gobierno de José Manuel Balmaceda, se inicia la clasificación general de las colecciones de acuerdo a temas científicos concretos (botánica, zoología, arqueología y paleontología). Esto significó ampliar la cantidad de sus funcionarios y establecer un personal de planta estable.
Coincidió, entonces, que llegaba a Chile por ese mismo año un prodigioso naturalista alemán con título de bachiller en Botánica: don Federico Albert Taupp (o Faupp, según la transcripción de este apellido). Venía tras haber obtenido su doctorado en Ciencias Naturales y haber trabajado en el Jardín Botánico de Berlín. El propio Presidente Balmaceda, siempre preocupado del crecimiento cultural y científico de la sociedad chilena, había solicitado a su ministro representante Domingo Gana, ubicar a Albert en Berlín y convencerle de participar en el cuerpo docente del Instituto Pedagógico de Santiago.

domingo, 17 de agosto de 2008

FRESIA: LA MASCOTA QUE TUVO TODA UNA CIUDAD

La elefanta Fresia en 1958, en imagen de lar revista "En Viaje".
Coordenadas: 33°25'48.37"S 70°38'1.86"W (Parque Zoológico de Santiago)
Los que fuimos niños todavía hasta los años ochenta no podríamos dejar de recordar la emoción que causaba Fresia, la elefanta símbolo del Parque Zoológico de Santiago, cuando con su trompa tibia y diestra nos tomaba de las manos con precisión de joyero las zanahorias, pepinos o la porquería que fuera que tentara a la noble gigante, habitante del Cerro San Cristóbal.
Fresia fue una especie de mascota para todo Santiago, y un icono para los niños, durante más de cuatro décadas. Era un elefante asiático o indio, un Elephas maximus en términos científicos. Llegó al Parque Zoológico gracias a una gestión ejecutada en el período 1940-1941, traída desde Río de Janeiro, su ciudad natal. Se convirtió casi de inmediato en un símbolo para los niños, aunque nos parece que el parque había tenido una pareja de estos ejemplares, a juzgar de antiguas fotografías de la revista "En Viaje".

sábado, 16 de agosto de 2008

JAIME RAYO: UN EFÍMERO RELÁMPAGO DE LA POESÍA SOMBRÍA

Quizás, si no fuera por las menciones que un puñado de escritores y poetas de las mismas generaciones le han rendido a su colega Jaime Rayo, el nombre de esta extraordinaria pero efímera llama de creatividad de las letras nacionales se habría perdido para siempre, junto a su única obra publicada: “Sombra y Sujeto”, libro de 1939 prácticamente imposible de conseguir hoy en día.
Uno de ellos es Miguel Serrano, el principal sin duda, en su hermosa obra “Ni por mar, ni por tierra” de 1950:
Hubo también otro poeta, que en la época más oscura fue fiel a sus fantasmas. Se desplazaba con lentitud, era alto y sonreía suavemente; su cuerpo reposaba con languidez.

viernes, 15 de agosto de 2008

LA CAPITAL DE LOS “HOMBRES DE NEGRO”

¿Posibles influencias árabes, acaso? Nótese la curiosa vestimenta de las mujeres chilenas heredada de la época de las "tapadas", retratadas por el reportero gráfico Melton Prior en este dibujo publicado por "The Illustrated London News", el 5 de octubre de 1889. La sobria oscuridad de las ropas chilenas siempre llamó la atención de los visitantes, aunque guardaría cierta semejanza con la de antiguos y conservadores pueblos mediterráneos.
Recuerdo que, cuando trabajaba en una productora de eventos musicales hacia fines de la década pasada, cierto músico de una conocida banda rock metal internacional me hacía notar sorprendido la pulcritud gris y oscura de nuestras vestimentas citadinas, sólo unas horas después de poner pie en Chile y mientras lo conducía a su hotel.
Hoy lo comprendo mejor: para alguien acostumbrado a un público internacional en tonalidades arco iris, Santiago debe parecerle la única ciudad increíblemente sombría, donde hasta los punks se ven en blanco y negro, sin duda.

EL “EMPORIO LA ROSA”: EL LUGAR DONDE SE TOMA HELADO DE FLORES

Coordenadas: 33°26'13.04"S 70°38'26.37"W
Una de nuestras mejores características nacionales es la de consumir helados en invierno, incluso en los días de lluvia. Es un distintivo del consumidor chileno que no deja de sorprender a publicistas y mercadotécnicos extranjeros. Ayer hice lo propio, por ahí por el Barrio Lastarria pese a no ser un visitante regular de sus locales, pues su ambiente de intelectualidad cliché ciertamente no es el de un atorrante como el que escribe.
Tuvo algo especial mi última experiencia con el helado de invierno, sin embargo: conocí simultáneamente el local “Emporio La Rosa”, del que tanto me habían hablado, y probé uno de sus helados de sabores más curiosos: crema de rosas (pétalos, supongo).
Y si al cliente no le gusta chupar helado de rosas, puede elegir sabores aún menos formales, como miel de ulmo, castaño, naranja jengibre, té verde o frutilla a la pimienta, entre varios más. Los tamaños de los conos son los tradicionales: simple, doble y triple.
El “Emporio de la Rosa” es un sitio más bien pequeño, con aspecto de almacén o bar clásico, que queda justo en la punta de diamante que abre las calles de Merced y Monjitas (la dirección exacta es Merced 291, casi al frente de la Embajada de los Estados Unidos), en el Parque Forestal.

jueves, 14 de agosto de 2008

“EL ÚLTIMO DE LOS MOHICANOS” VIVÍA EN ALAMEDA CON SAN FRANCISCO

Coordenadas: 33°26'35.97"S 70°38'51.43"W
Quizás haya quienes se pregunten qué hace una extraña figura de cabeza rapada al estilo punk en una maqueta diorama del conocido artista y tallador Rodolfo Gutiérrez, más conocido como Zerreitug, que reproduce un paisaje de la Alameda y la Iglesia del Convento de San Francisco a principios del siglo XX, en una vitrina de la Estación Metro Universidad de Chile, en pleno centro de la capital y a escasa distancia del escenario reconstruido por el talento del autor.
Mi muy observador amigo, Pancho Hardcore, me lo hizo notar hace varios años. No muchos advierten el detalle, sin embargo, y hoy los más jóvenes de entre quienes lo hacen, seguramente caen atrapados en el remolino del misterio.
Si se fijan bien, la figura aparece sentada contra la pared Norte de la iglesia que da hacia la Alameda de las Delicias. Tiene un perfecto corte de pelo al estilo “mohicano”, cortito, como el popularizado por el famoso y perturbado personaje de Robert de Niro en “Taxi Driver”. La verdad es que Zerreitug está jugando a hacer un nudo entre la memoria histórica y la memoria urbana más reciente. Cuando confeccionó este diorama, en 1987, la presencia del personaje allí retratado estaba en su “apogeo” de popularidad.
En efecto, la figurilla con un corte de pelo anacrónico para el contexto de tiempo allí retratado en la maqueta, corresponde a un misterioso anciano que parecía estar desde toda su vida en ese sitio, en ese mismo lugar. Quizás de ahí venga su decisión de transponerlo en el tiempo, sin cambiarle su espacio vital.

EL MÍSTICO ORIGEN DEL NOMBRE DE LA CIUDAD: UNA MILAGROSA INTERVENCIÓN DEL APÓSTOL SANTIAGO

Óleo del Apóstol Santiago, de José de Ribera.
El nombre de Santiago, su evocación al Apóstol e indirectamente a la ciudad de Santiago de Compostela, se repite constantemente en la toponimia que los castellanos legaron a los territorios de América: Santiago de Guayaquil, Santiago del Estero, Santiago de Cuba, Santiago de Cali, Santiago de los Caballeros, Santiago de Montevideo, Santiago de Managua, Santiago de Misiones, Santiago de Surco, etc.
Existe un enlace especial entre el Santiago de Chile, otrora Santiago del Nuevo Extremo o de la Nueva Extremadura, que parece profundamente ligado al origen de la figura del Apóstol Santiago y a su intervención especial a favor de los hombres de armas entregados a Cristo, según veremos. Alguna especie de conexión con el mito original ha quedado instalada acá en este tránsito.
El camino iniciático y la tradición jacobea de España parecen tener un origen tan antiguo vinculado al paganismo, que se pierde por completo en la oscuridad retrospectiva del tiempo. Según la tradición cristiana, todo comenzó en el siglo IX, cuando un viajero llamado Pelayo descubrió la tumba del Apóstol Santiago el Mayor en territorio de la Península, motivando una serie de peregrinaciones desde toda Europa por el Camino de Santiago hasta la hoy ciudad de Compostela. El Apóstol había sido decapitado en Cesárea (Jerusalén) antes de llegar a predicar a Iberia. Su cuerpo fue echado en una balsa con dos de sus discípulos y ésta, extrañamente, navegó a la deriva sobrepasando los Pilares de Hércules, hoy Gibraltar, hasta tocar tierra en Galicia, en la desembocadura del río Ulla, un día de agosto.

miércoles, 13 de agosto de 2008

EL SANTIAGO QUE NO DORMÍA: ALFREDO MOLINA LA HITTE Y SU PRECIOSO LEGADO SOBRE LA VIEJA REVISTA

Las vedettes fueron sólo una de las vetas del fotógrafo, que también retrató a los artistas chilenos más famosos de su época, Alejandro Jodorowsky, Matilde Urrutia, Antonio Prieto o Ana González.
“Santiago que no dormía” se llama el libro que reúne la obra del fotógrafo
Fotos de Alfredo Molina La Hitte reviven a vedettes del Bim Bam Bum
La silueta en blanco y negro de una belleza del pasado, donde se roza lo fantástico y la perfección, es lo que se puede apreciar en la recopilación de fotos que lanzó Lom en “Santiago que no dormía”; del fotógrafo y pintor Alfredo Molina La Hitte.

martes, 12 de agosto de 2008

EL DESAPARECIDO ANTRO DE “EL PANAMEÑO”

Coordenadas: 33°27'4.56"S 70°39'11.43"W
Hace poco, integré acá un posteo especial para la calle Nataniel Cox y el distinguido Doctor que le dio su nombre. Esto me ha traído a la memoria algunos recuerdos que ya creía perdidos en el saco mental, particularmente sobre un sitio ya desaparecido de esta calle, que fuera en su tiempo de lo más “flaite” imaginable en el entorno inmediato de la capital. Flaite diríamos ahora, aunque este término peyorativo ya existía -con menos popularidad que hoy- en los años que describiré.
Por el número 600 de Nataniel Cox esquina Mencia de los Nidos, junto al Parque Almagro, existía en los años ochenta y noventa un deslucido local de jolgorio rasca llamado “El Panameño”, apenas reconocible por algunas palmeras y otros tropicalismos mal dibujados en su fachada, junto a la estrecha puerta de acceso. Pese a su opacidad y a su escaso atractivo visual, el sitio era concurrido por comensales muy modestos que, con frecuencia, terminaban los encuentros en ruidosas fiestas de mucha cumbia de radio (cuando había cassette, era con rancheras) y vino tinto.

lunes, 11 de agosto de 2008

LOS MARAVILLOSOS CITÉS CENTENARIOS DE ESTACION CENTRAL

Coordenadas: sector 33°27'5.48"S 70°41'4.71"W hasta 33°27'5.02"S 70°40'56.09"W
En la punta de diamante que se arma en la Alameda Bernardo O’Higgins con la calle Ecuador, cerca de la entrada principal de la Universidad de Santiago y hacia el poniente del frontis de la Estación Central, se encuentra una secuencia de extraordinarios cités y conventillos que, según investigadores Marcela Pizzi Kirschbaum y María Paz Valenzuela, ambas del Departamento de Historia y Teoría de la Arquitectura de Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile, se encontrarían entre los conjuntos de este tipo más antiguos que sobreviven en la capital, remontándose a inicios del siglo XX.
La historia de estos rincones de la ex Alameda de las Delicias es notable, aunque acá sólo intentaré dejar registro de apenas una parte de la misma.
Si bien algunas casas de los cités podrían pertenecer a distintas etapas y años (fuera de las remodelaciones), según sospecho, Nano Núñez, el gran folclorista y maestro cuequero nacional, había vivido en sus primeros años de vida en uno de estos siete pasajes, por ahí por 1915, en el sexto de ellos según sus confesiones autobiográficas, aunque desconozco si todas las actuales viviendas efectivamente se remontan a esos períodos, pues algunas parecen intervenidas con el tiempo y otras, evidentemente lo están, perdiéndose sus rasgos más originales.
Por nuestra parte, y siguiendo las notas de pie de página en una edición de 1968 del libro "El Roto", de Joaquín Edwards Bello, descubrimos que los edificios que se extendían en este sector de la Alameda desde el frente de San Borja hasta Pajaritos y Ecuador, en el antiguo Camino de Chuchunco, pertenecían antaño al Arzobispado de Santiago, como gran parte del casco histórico de este sector.

sábado, 9 de agosto de 2008

LA HISTORIA DEL SANDWICH EN SANTIAGO

"¡¡¡A lo de potito, a los de potito...!!!"

Este excelente texto pertenece de la edición de agosto 2006 de la Revista "La Cav" y que fuera reproducido en internet en el interesante blog "UnoCome", desde donde lo hemos tomado, a pesar de ser una síntesis del reportaje original. Para ver este artículo en su sitio de publicación en el blog, clic aquí. Las imágenes y pies de fotos no corresponden al original. Recordamos, además, que hemos abordado la historia del "completo" (hotdog) y de sus adopción en la cocina popular chilena en otro posteo.

¿Qué no tenemos identidad culinaria? Por favor siéntese en cualquier fuente de soda que se precie de serlo y pida un Chacarero, un Lomo completo, un Barros luco o un Ave pimiento en pan de molde. O mejor, dé una vuelta por cualquier estadio o hipódromo sólo para sentir el inefable aroma del Sándwich de potito o en un carro callejero probar un Az, el último hit santiaguino. Los emparedados son, quizá, el más poderoso icono culinario del siglo XX en el mundo y por acá se adoptaron más que alegremente. Lo mejor, es que el interés por comerlos y crearlos goza de buena salud.

LOS NEONES DE LA CIUDAD

Puente de los Obeliscos, en Mapocho, cuando ya estaba siendo retirado de servicio, hacia 1968. Atrás se observa el histórico cartel de neones de "Aluminio el Mono", quizás el más famoso que haya tenido Santiago. Imagen de Josep Alsina, hoy en el archivo fotográfico del Museo Histórico Nacional.
He buscado y rebuscado información relativa al famoso cartel de neones animados de “Aluminio El Mono” que existió hasta los años ochenta y parte de los noventas en el sector de La Vega Central de Santiago, pleno Barrio de la Chimba, y que por décadas tiñó de colores ácidos este sector de la ciudad. Aunque la empresa fundada por los Fantuzzi era de Maipú, su enorme luminaria instalada junto al río Mapocho fue todo un símbolo del centro de la capital, siendo visible desde varios puntos de la misma y a veces a gran distancia, dadas sus generosamente enormes proporciones. Estaba en el tercer piso de un edificio de la calle Artesanos 871.

viernes, 8 de agosto de 2008

“ZAMORANO Y CAPERÁN”: LA PERDIDA SEDE NACIONAL DEL LIBRO

Imagen publicada en los álbumes Flickr de "Santiago Nostálgico", con la cuadra de Compañía llegando a la Plaza de Armas. Se observa la fachada del edificio con los locales de la "Relojería Tic-Tac" y, al lado, el cartel colgante de la Librería "Zamorano y Caperán", lamentablemente tapada por el microbus que circula por la calle.
Coordenadas: 33°26'18.80"S 70°39'5.37"W
Hasta principios del presente siglo XXI -que tan infausto ha sido para la historia patrimonial de Santiago de Chile en lo escaso que ya va de él-, una importante y prestigiosa librería se encontraba a un lado de la Plaza de Armas, en Compañía 1015: la inolvidable e hispanísima “Zamorano y Caperán”.
Casi compartiendo sus dependencias con las del solar parroquial de la Catedral de Santiago, esta librería y antes también casa editorial, fue fundada como por libreros de origen peninsular de apellidos Zamorano y Caperán a principios de la pasada centuria, y creo que ampliada ediciones de libros propios hacia los años veinte cuando ya era propietada por el empresario Fernando Zamorano o poco antes, convirtiéndose en una de las más importantes del país, junto a “Nascimento” y “Zig Zag”. Importantes libros de época fueron producidos bajo su sello editorial, muchos de ellos en los talleres de la Imprenta Cervantes, en Agustinas 1354.
Se trataba de una vieja tienda con pisos de maderas sonoras y de techo alto, que conservaba perfectamente el encanto de las librerías más clásicas y románticas, con estantes enormes, altos casi hasta la altura de las lámparas, y una cantidad abismal de libros de todo tipo, tamaño y época.
Con el tiempo, también se le incorporaron a la oferta de la tienda toda clase de artículos escolares y de oficina, dándole al local un aspecto de encantador desorden repleto, con torres de libros, revistas, afiches, maquetas, piezas para coleccionistas y todo lo imaginable en una librería. Dicen algunos ex clientes que don Fernando, de hecho, era fanático de la Segunda Guerra Mundial y coleccionaba libros, miniaturas, juguetes, estampillas y maquetas de aviones o tanques sobre este período de la historia, de las mismas que tenía puestas a la venta.

jueves, 7 de agosto de 2008

LA IGLESIA DE LA VERA CRUZ: UNA PEQUEÑA GIGANTE DE LA HISTORIA CAPITALINA

"Casa de Pedro de Valdivia y capilla Vera Cruz", según grabado de Recaredo S. Tornero para "Chile Ilustrado", 1872.
Coordenadas: 33°26'19.53"S 70°38'28.57"W
La historia de la parroquia de iglesia roja ubicada en el corazón del bohemio y recreativo barrio de calle Lastarria, esquina Padre Luis de Valdivia, comienza en 1847, cuando llegó a Chile el representante de su Majestad Católica Isabel II de España, el Encargado de Negocios y Cónsul de la península, don Salvador de Tavira y Acosta. Con su arribo, inició de inmediato un plan de acercamiento y amistad con la ex colonia y dando pie a una nueva etapa en las relaciones exteriores de Santiago.
Antes de que los chilenos perdieran totalmente su sentido diplomático y estratégico, las relaciones entre Chile y España habían mejorado considerablemente con el reconocimiento hispano a la Independencia del país, el 25 de abril de 1844, y luego con la llegada del Cónsul Tavira y Acosta, quien traía en su maletín el tratado de amistad entre ambas naciones firmado por la Reina II y el representante chileno General Borgoño.
Era lo lógico este estado de las cosas: entre dos pueblos que tenían tanto en común, uno nacido como retoño del otro, y pese a todo el rencor antihispánico surgido durante el proceso de emancipación.
El ambiente de aparente fraternidad atravesando diagonalmente el Atlántico se hizo patente y fértil, entonces. Por un acuerdo tomado en sesión solemne de la Ilustre Municipalidad de Santiago para estrechar estos vínculos de amistad, el 20 de septiembre de 1852 se decidió erigir un templo "en el solar donde habría habitado don Pedro de Valdivia, al llegar al valle del Mapocho, al costado oriente del Cerro Huelén".

martes, 5 de agosto de 2008

NOTA SOBRE EL TESORO ARQUEOLÓGICO DESENTERRADO FRENTE AL TEATRO MUNICIPAL

Actualización: Imágenes tomadas por Tagua Tagua Constructores con los hallazgos durante los trabajos, actualmente en las vitrinas de los estacionamientos. Corresponden a los caños cerámicos del sistema de acueductos encontrado. Se observa a los operarios trabajando sobre una cobertura protectora de ladrillo que tenían estos ductos, y un decantador cerámico con protección de ladrillos, destinado a filtrar el agua.
Coordenadas: 33°26'25.76"S 70°38'50.39"W
NOTA: Este texto fue publicado por el diario “El Mercurio” del 10 de junio de 2007. Corresponde actualizar la información agregando que, supuestamente, fueron encontrados desde restos de tuberías antiguas, armaduras, armas blancas y hasta un medallón de aparente gran valor. En algunos casos, las piezas se hallaron hasta a cinco pisos de profundidad, sorprendiendo a los trabajadores y revitalizando el mito de los subterráneos construidos en el subsuelo de la ciudad por religiosos, en este caso por los mercedarios del colegio que alguna vez funcionó allí. Se acumuló cerca de un contenedor completo de objetos que habrían sido destinados provisoriamente a Alemania para su investigación científica. En la actualidad, los trabajos de los estacionamientos subterráneos de Agustinas van cerca de su etapa final (ver actualización, al final).
Un fenomenal tesoro arqueológico emerge desde un costado del Teatro Municipal
Las excavaciones de un estacionamiento subterráneo se toparon con restos de la antigua Universidad de San Felipe.
Desde los cimientos del Teatro Municipal suenan ecos de un Santiago olvidado.
Lo hacen en la forma de fragmentos de cerámica indígena y de loza fina, como restos de un acueducto y a través del piso de huevillo de lo que muy probablemente fue el frontis de la Universidad de San Felipe, que funcionó allí entre 1764 y 1842.
El primer plantel superior de Chile dio paso luego al primer Teatro Municipal, consumido por las llamas el 8 de diciembre de 1870. Quedaron ladrillos quemados, últimos vestigios de esa estructura, "con pedazos de yeso y dorados, seguramente las decoraciones de las mamposterías en el interior del Municipal", explica Catherine Westfall, arqueóloga a cargo del rescate de las piezas desde las excavaciones que se realizan en Agustinas con San Antonio.

MITOS Y REALIDADES SOBRE LOS CAÑONES DE LA MONEDA Y SUS “HERMANOS” EN LEBU

El "Furioso" en su ensillado original, en fotografía publicada por la revista "En Viaje" de 1964. Además de su montura perdida, se observa que el antiguo lugar de los cañones era en el patio de fondo de La Moneda.
Coordenadas: 33°26'33.99"S 70°39'14.00"W
En el Palacio de La Moneda existen dos viejos cañones coloniales de  tipo culebrina que le dan el nombre al sector del edificio: Patio de los Cañones, por el lado Norte. Están situados ambos lados de la entrada que da, a su vez, hacia el patio Sur, infaltables en las postales interiores del palacio.
Lamentablemente, existen al menos dos mitos negativos sobre su presencia en este lugar, que correspondería abordar y desmentir en una crónica sólo para dormirle la lengua a algunos mitómanos muy poco responsables en el ejercicio de sus profesiones en la comunicación pública, según nos tocó verificar con la experiencia propia, años atrás.
De bronce y de grandes dimensiones (tres metros de longitud), fueron bautizados "El Furioso" y "El Relámpago". Como sucede otros casos conocidos de esta clase de piezas, habían sido confeccionados por Johannes Espinossa en Lima por orden del Virrey del Perú don Manuel de Amat y Juniet, en 1772. Las inscripciones de la estructura señalan su procedencia. Originalmente, se los hizo para reforzar los fuertes hispanos que habían sido levantados en el Sur de Chile, pero después fueron incorporados al Ejército de Chile durante la Independencia e incluso utilizados en la defensa de Lebu en 1879, cuyo surtidor principal era vital para el abastecimiento de carbón.
El Catálogo de Monumentos Históricos para la Comuna de Santiago (Dirección de Obras Municipales, Departamento de Urbanismo, 1998), indica que los cañones -que originalmente eran los cuatro de Lebu- volvieron a la acción en 1886, cuando se les empleó en la avanzada sobre la Araucanía, pasando a continuación a ser modernizados por la Maestranza Militar de Limache. Para entonces, sin embargo, con tecnologías como la de los cañones alemanes Krupp incorporados al abastecimiento militar chileno desde la Guerra del Pacífico, estas piezas ya debían lucir como reliquias de museo más que como armas.

LA CALLE PARA/DEL DOCTOR NATANIEL COX

Elegantes casas de calle Nataniel Cox hacia 1920.
Coordenadas: 33°26'42.30"S 70°39'14.92"W (inicio) 33°28'34.96"S 70°38'56.83"W (final)
Para la mayoría de los santiaguinos, el nombre del Doctor Agustín Nataniel Cox no evoca más que la prolongada vía de un sentido que se extiende desde la Alameda Bernardo O’Higgins hasta los deslindes con barrios de la zona Sur de la ciudad, cual continuación de Teatinos. Sin embargo, poco se dice del destacado médico que aportara su nombre a la misma arteria.
La vida me ha unido varias veces a esta misma gran calle, donde antaño se encontraba la antigua sede de la quinta de “Las Tejas”, según algunos viejos parroquianos del barrio. La lujuria estaba a cargo del extinto “Bar Ronnie” que, según dicen los que le conocieron hasta su desaparición hacia fines de los ochenta, era custodiado por un legendario enano guardia. El local que hoy ocupa el sitio del “Bar Ronnie” es igual de pecador, lleno de chiquillas felices, pero tiene otro nombre.
Había por allí otro antro disfrazado de restaurante: “El Panameño”, junto a Parque Almagro, y al que tuve el infortunio de caer accidentalmente con unos compañeros universitarios en una hora de colación de 1990. Local hoy desaparecido, creo que tras un incendio ocurrido tiempo después de su cierre. Atendía en condiciones insalubres un cojo con la nariz tan quebrada, que casi la traía por una oreja más que al centro de su cara huesuda y asimétrica.
Recuerdo también la tienda esotérica y yerbatera “Kilimanyaro”, con su cartel colgante con una nada discreta swastica como isotipo comercial; el Gimnasio Nataniel, un subterráneo ya casi abandonado por los estudiantes que alguna vez lo ocuparon, pues me informan que estaría próximo para ser demolido; y los negocios de libros viejos que había por ahí por la tercera cuadra, casi puros textos educacionales mezclados con chabacanerías de magia negra y ocultismo.

sábado, 2 de agosto de 2008

EL MISTERIO DE LOS SUBTERRÁNEOS PERDIDOS DE LA CIUDAD: EL SECRETO DE LOS JESUITAS, EL SÓTANO DE LA QUINTRALA, LAS GALERÍAS AGUSTINAS, LAS GRUTAS DEL SANTA LUCÍA Y OTROS CASOS

La leyenda de los cientos de pasadizos subterráneos atravesando la ciudad de Santiago por el subsuelo, ha sobrevivido a los siglos no sólo manteniendo su vigencia, sino también cobrando mayor fuera en el colectivo de los mitos urbanos, resistiéndose a morir con sus visos de realidad y sus exageraciones.
De existir, algunos de estos extraños túneles serían anteriores a los tiempos hispánicos, según reza el folclore probablemente inspirado en parte por casos célebres e internacionales al estilo de las cavernas de Hércules en Toledo o la misteriosa ciudad subterránea turca de Derinkuyu, descubierta en tiempos más nuevos. Otros semejarían a las famosas catacumbas de Roma o las galerías mortuorias de la ciudad de París, según la creencia.
La mayoría de ellos, además, estarían ligados a la actividad de las órdenes religiosas, como las catacumbas de los primeros años del cristianismo, con la diferencia de que éstas se habrían construido como supuestos pasadizos subterráneos para comunicar secretamente los centros de los conventos, en especial los miembros de la orden de la Compañía de Jesús.
Lamentablemente, el mismo mito de los subterráneos y sus fortunas escondidas tendrá una trágica connotación el 13 de diciembre de 1934, cuando el poeta peruano José Santos Chocano fue asesinado en un tranvía (Nº 13, según la leyenda) por un desquiciado llamado Martín Bruce Padilla, quien aseguró haberle atacado porque el escritor poseía un mapa con la ubicación de los tesoros perdidos probablemente relacionados de la orden de los jesuitas y su congregación en Chile.