
El Edificio Comunidad Moneda-Agustinas, esquina
de Agustinas con Ahumada, años ochenta. Imagen publicada en "Arquitectura y
modernidad en Chile / 1925-1965. Una realidad múltiple", de Eliash y Moreno.
Coordenadas: 33°26'28.5"S
70°39'00.2"W
Ya es casi una leyenda en el sector de
calle Matías Cousiño: una gran galería comercial escondida dentro de uno de los
edificios que dan forma a este céntrico pasaje de Santiago. Prácticamente, nada
afuera del mismo hace sospechar de su existencia, por lo que su presencia allí se ha
convertido en una suerte de secreto iniciático, de los buenos conocedores del
barrio. Galería y edificio están en su
aniversario octogenario, este año, además.
El inmueble del que hablamos es el
Edificio Comunidad Moneda-Agustinas, situado en la cuadra entre las
calles Moneda, Agustinas y Matías Cousiño, ocupando la mayor parte de la misma
manzana, incluso hasta la esquina de Ahumada con Agustinas. El resto del rectángulo de la cuadra lo forman los edificios del lado
de la peatonal Ahumada, incluyendo el que acogió en sus sótanos al clásico club
"Waldorf" y luego a los entretenimientos "Diana".
En sus pisos se encuentran oficinas
privadas, oficinas de organismos públicos, centros dentales, locales de belleza,
casas de abogados, etc. En los bajos exteriores del inmueble, en tanto, los
locales comerciales se dispersan por todo el zócalo del edificio contorneado por
una larga cornisa tipo alero, con las más variadas propuestas que incluyen actualmente
bares, restaurantes, librerías, cafés, un centro de apuestas hípicas, oficinas
bancarias, centros comerciales, casas de modas, notarías y el estacionamiento de
motocicletas tradicionalmente alineadas frente al pasaje Ramón Nieto, en Matías
Cousiño.
Los señalados locales comerciales del
primer nivel y los accesos, están distribuidos por los números 946 a 996 de
Agustinas, 102 a 192 en Matías Cousiño, 951 a 973 en Moneda y 183 a 199 en
Ahumada, incluyendo entre estos últimos uno en donde estuvo alguna vez el famoso
centro de entretenimientos eléctricos "Games Center". Además, por el pasaje
de acceso al edificio por la dirección de Agustinas 972 y Moneda 973, existe también otro par dd grupos de pequeños locales comerciales que anteceden el vestíbulo y la recepción.

Agustinas vista desde las alturas, entre las
calles Estado y Ahumada, por entonces abiertas al tránsito vehicular. Al centro,
calle Matías Cousiño y el Edificio Comunidad Moneda-Agustinas haciendo la
esquina derecha. Detalle de una fotografía de 1964, tomada por Higinio
González y el piloto Juan Pablo Avendaño. Donada al Archivo Visual de Santiago
por Avendaño. Fuente imagen: Archivovisual.cl.

Calle Agustinas vista desde Estado, hacia el poniente, hacia 1970. Se observa la
boca de calle Matías Cousiño y al Edificio Comunidad Moneda-Agustinas haciendo
la esquina poniente de la misma. Imagen de J. Alsina, Donación Teatro Municipal
a los archivos del Museo Histórico Nacional.

Otra fotografía de J. Alsina hacia 1970, con la
calle Agustinas vista desde Estado hacia el poniente y el Edificio Comunidad
Moneda-Agustinas justo en la esquina con Matías Cousiño, antes de
llegar a Ahumada. Imagen de J. Alsina, Donación Teatro Municipal a los archivos
del Museo Histórico Nacional.

El flamante Auditorium de la Radio Carrera, la
primera en establecerse en el edificio, antes de pasar a ser la radio de la
Sociedad Nacional de Minería. Era considerado, a la sazón, el más elegante que
se había construido en Chile, con muebles de lujo para el público
asistente. Imagen publicada en la revista "Ecran" de agosto
de 1941.

Sala de equipos de la Radio Carrera, considerados
de la tecnología más moderna llegada a Chile en aquellos momentos. Imagen
publicada en la revista "Ecran" de agosto de 1941.

El mismo Auditorio ya bajo el nombre de la Radio Minería, hacia
1950, en el famoso piso 3° del edificio, a un costado de la Galería Comercial.
Fuente imagen: Discotecaotonal.blogspot.com.

Afiche de fiesta infantil de la Radio Minería, en
ayuda de los niños hambrientos de Checoslovaquia, en 1945. Diseñado por
Francisco Otta y recuperado por Alejandro Godoy en "Historia del afiche
chileno". La fiesta tendría lugar en la sala de la radioemisora, en el mismo
edificio.
HISTORIA Y CARACTERÍSTICAS DEL
EDIFICIO
Hay poca información publicada sobre este edificio, destacando la del trabajo
"Santiago Centro. Un siglo de transformaciones", de la Ilustre Municipalidad de
Santiago, y algunas líneas en la "Arquitectura y modernidad en Chile /
1925-1965. Una realidad múltiple", de Humberto Eliash y Manuel Moreno.
Destinado a oficinas y comercio, este edificio de varias
escalas caracol está sentado en un terreno de 4.010 metros cuadrados, y su
superficie edificada alcanza los 35.683 metros cuadrados, de acuerdo a la Ficha
N° 685 de Inmuebles de Conservación Histórica de la Ilustre Municipalidad de
Santiago, pues está considerado en tal categoría por disposición del Ministerio
de Vivienda y Urbanismo.
Alcanza los 10 pisos, contando el
entrepiso, en 32 metros de altura rematados por las salas de
máquinas de los elevadores, al final de las escaleras. Destinado desde sus
orígenes a oficinas y establecimientos comerciales, sus accesos son por
Agustinas, Matías Cousiño y Moneda. A espaldas del mismo, separándolo de los
demás edificios, hay gargantas de patios interiores. Tiene un pequeño casino en
el entrepiso, además de algunos cuartos administrativos en sus primeros niveles.

Aunque ahora la propiedad del Edificio
Comunidad Moneda-Agustinas está repartida entre varios particulares, el primer
dueño y solicitante del proyecto de construcción del mismo fue el Banco de Chile,
con su enorme y lujoso cuartel en la vecina cuadra de Ahumada con Agustinas,
también obra de Siegel. La empresa constructora fue Bade, Albertz y Cía.
Ltda., cuyo socio Enrique Albertz sería el encargado de levantar después el
conocido
edificio de la tienda "Los Gobelinos", en Merced con Ahumada,
entre otros.
Los locales comerciales dispuestos desde
el inicio a régimen de renta en el zócalo, convivían también con el espacio que perteneció alguna vez al
Cine Teatro Cervantes, cuya entrada estaba en Matías Cousiño 134. Puesto en
servicios en 1940, la sala de este cine está tan transformada hoy que no puede
reconocerse con facilidad su pasado, correspondiendo a un centro de apuestas de
carreras de caballo: un "Teletrack", cuya sede acá se llama, precisamente,
Sucursal Cervantes. En este teatro hubo, además de exhibiciones de películas,
conciertos de música docta como los de la Sociedad de Música de Cámara y los del
Instituto de Extensión Musical de la Universidad de Chile.
Era algo habitual que los concurrentes
al Cervantes pasaran también al -cronológicamente hablando- segundo cuartel que
tuvo el restaurante "Pinpilinpausha" de don Mauricio Sanz, en la cuadra anterior
de Matías Cousiño. Este centro culinario fue fundado en el mismo año del
cine-teatro, y es recordado por autores como Roberto Merino, en sus "Horas
perdidas en las calles de Santiago". Su actual espacio está en Isidora
Goyenechea.
El
edificio está bien conservado por dentro y por
fuera. Sus pasillos pueden resultar un poco confusos al principio, pero hay un
diseño bastante intuitivo en las rutas de desplazamiento interior cuando se lo
explora mejor. Tiene algunos
espacios usados por la administración que realmente parecen recreaciones de cómo
este edificio pudo haberse visto en sus primeros años, más allá del
envejecimiento, conservándose hasta los muebles originales.

Fachada del edificio por calle Agustinas.

Acceso monumental por calle Agustinas.

Esquina del edificio en Agustinas con Ahumada.

Esquina del edificio en Agustinas con Matías
Cousiño.

Acceso y fachada del edificio por calle Moneda.

Acceso por calle Matías Cousiño.
LA GALERÍA COMERCIAL DEL TERCER PISO
Lo que más asombra
en el edificio, sin embargo, es la
extensa y alguna vez esplendorosa galería comercial del tercer piso, de dos
codos en sus extremos y formando el trazado de un medio rectángulo, conectada a tres grupos de ascensores y grupos de
escaleras. Abarca todo este piso a lo largo del edificio, desde Agustinas
hasta Moneda, por lo que se trata también de una de las galerías más grandes de su época.
Ha sido llamada en el pasado con varias
denominaciones: Galería Comercial Agustinas, Galería Moneda 973 y, más
exactamente, Galería Comercial Moneda-Agustinas. Su diseño se ordena como una
fila de voluminosas columnatas y vidrieras de los escaparates, cada espacio numerado a ambos
lados del corredor, con elementos muy acordes al art decó dominante del
edificio.
Actualmente, en la gran galería podemos
encontrar peluquerías, centros de belleza, barberías, locales de masajes de
relajación, centros médicos, centros de fotocopiado, servicios de depilación,
una oficina de ingeniería, un local de venta de minerales y hermosos cristales
naturales, pequeños cafés con bocadillos y platillos de colaciones, confecciones
de vestuario masculino, sastre, moda femenina, etc.
Como es de esperar con un lugar tan escondido, sin embargo,
el público que llega no es de paseo, sino más bien específico y, por lo tanto,
mucho más escaso que en las galerías comerciales de primer piso que abundan en
el centro de Santiago. Suelen llegar en mayor numero en las horas previas al
mediodía, a partir de la apertura hacia las 10 horas, permaneciendo los puestos
abiertos hasta la tarde, cerca de las 18 ó 19 horas.

La galería comercial es un buen ejemplo
de lo bien conservada que está la fábrica original del edificio: se mantiene
prácticamente la totalidad de las piezas originales, como los ventanales con vitrales
de las escaleras, ventanas con sistema de cierre tipo guillotina, rejas
plegables en algunos intermedios entre escalas, los pasamanos de bronce en las
mismas, las baldosas geométricas del piso y las puertas de estilo Broadway de
varios locales y pasillos, con mucho uso de espejos, vidriería, bronces y placas
de color azabache en los diseños. La calidad de Inmueble de Conservación
Histórica del edificio impide a propietarios y locatarios alterar alguna de
estas piezas, por lo que se ha conservado también la uniformidad y la coherencia
funcional en su materialidad.
Es tanta la intriga y encanto que genera
esta galería como lugar casi secreto de la ciudad de Santiago, que ha sido
visitado por equipos de algunos programas culturales y estudiosos de
la arquitectura, sin dejar de causar asombro a quien descubre su existencia, a
pesar de llevar 80 años ya acompañando a la capital chilena. No puede haber
consejo más sincero de un amante de la crónica urbana a otro, que el de visitar este
singular e incomparable sitio oculto entre el concreto y la geometría de
Santiago.
Empero, tratándose de un caso quizá
único en la arquitectura chilena, la cantidad de locales cerrados en la galería
a causa de una decadencia que comenzó a fines de los los ochenta o principios de los noventa, pone en urgencia la necesidad de hacer un esfuerzo por recuperar este sitio y
devolverle el público que tuvo antaño, en sus días más luminosos, tal vez
atrayéndolos con las propias características de tan singular sitio.

La galería comercial del tercer piso, vista de Sur
a Norte.

Codo Sur de la galería comercial, en donde estaban
los estudios de Radio Minería.

Local comercial "Danielita" y sus locatarias.
Posible exsala de equipos de la radio.

Otros de los establecimientos que ocupan la
uniforme galería comercial.

Codo Norte de la galería, hacia el lado de
Agustinas.

Vitrinas de la sastrería, en el costado Norte de
la galería comercial.

Neones
en la vidriera de un salón de belleza, hacia el centro de
la galería.

Local de venta de minerales, cristales naturales y
piedras de joyería.
LOS
BUENOS AÑOS RADIALES
Otra curiosidad de enorme interés
para los patrimonialistas e historiadores urbanos, es que parte de esta galería comercial y del tercer
piso del edificio, están relacionados estrechamente con la edad dorada de la radiofonía chilena: la presencia de la Radio
Carrera, luego convertida en Radio Minería, y otro sector del dependencias que
pertenecerían después a la Radio Agricultura.
Las emisiones de la Radio Carrera debutaron allí el 21 de julio
de 1941, con el auditorio lleno en aquel día lluvioso, poniendo en funciones equipos
de transmisión que
fueron considerados los más modernos de aquel momento en el país. Su lugar en el
dial quedó en el CB 126, que antes había pertenecido a Radio España, la misma
que vino a reemplazar la nueva emisora.
La dirección precisa de la radio en el edificio era la entrada de Moneda 973,
tercer piso. En el
mismo nivel de la galería comercial estaban el estudio, las oficinas
administrativas y el amplio auditorio de la emisora, considerado uno de los más
lujosos del país. Por la elegancia de este
último, era apodada "la radio forrada en lamé".
Sin embargo, a pesar de las expectativas y de la dirección
por
exitosos empresarios comunicadores u hombres de espectáculos como Ricardo Moller,
Mario Peccini y Carlos Cariola, la Radio Carrera partió con problemas desde el
mismo día de la inauguración, muy mal evaluada en la revista "Ecran", perdurando
la crítica por su enfoque poco ameno y por presentar incluso
programas copiados de otras emisoras. Otros errores le valieron escaso afecto en
la prensa de medios, a pesar de que por su sala pasaban excelentes artistas como
Los Cuatro Huasos,
Buddy Day y su Orquesta o el actor-poeta argentino
Juan Carlos Cohare.

Cuando la situación de Radio Emisora Carrera se hizo insostenible y requería de
una transformación profunda, fue adquirida por la Sociedad Nacional de Minería,
gracias a una iniciativa de don Hernán Videla Lira para darle voz y
representación al organismo. De esta manera, el 22 de junio de 1943 fue
convertida en la Radio Sociedad Nacional de Minería, al mando de don Fernando
Ortúzar.
Los primeros artistas que se presentaron allí en los días
inaugurales de la nueva etapa radial, fueron el pianista polaco Witold Malcuzynski y el artista francés Daniel
Ericour, además figuras que provenían del elenco artístico Radio Carrera, como
Sonia y Miriam, Cora Santa Cruz o Marta Petit. "El resto del conjunto
artístico de la emisora de la Galería Comercial -decía entonces el crítico
de "Ecran"- se esta formando rápidamente bajo el ojo certero de su actual
director, Ricardo Montenegro". Su voz principal fue la de Carlos de la Sotta,
en este debut.
Más tarde, la estación de la Sociedad Nacional de Minería
pasó a ser llamada Radio Minería, con su recordado eslogan "La radio de
la mayoría" y las cortinas con el tema "Welcome",
del director musical Eric Ball. En donde hoy quedan unas puertas metálicas en un
extremo de la galería, solía tener lugar la espera paciente y diaria de muchas
chicas calcetineras, que aguardaban para
arrancarle un autógrafo a ídolos del momento, como Buddy Richard o José Alfredo
Fuentes, el Pollo, según recuerdan los comerciantes de este sitio. Era cosa cotidiana, entonces, que muchos
jóvenes estuvieran desplazándose por escaleras, pasillos y ascensores del edificio,
asistiendo a las presentaciones en vivo o esperanzados en toparse con alguno de
sus ídolos; en el peor de los casos, como premio de consuelo, conocer el rostro
de alguno de los locutores.
Otro hito relacionado con la presencia de
Radio Minería en este sitio, es que desde los mismos estudios fue transmitido el
primer programa chileno de televisión artística, el 7 de enero de 1953, como
celebró la revista "Ecran" a los pocos días. Dicha transmisión
formó parte de un programa llamado "La Cadena de la Amistad", dirigido por Lucy
Dunsmore, participando en él próceres de la radiofonía y las candilejas chilenas
como Eleodoro Achondo, Raúl Matas, Sonia Vidal, Lucho Gatica, Pepe Carrera, y
Theo Van Rees. Se pudo ejecutar a través de un circuito cerrado de transmisión
dentro de los mismos estudios. Desde la misma, Matas condujo la primera etapa uno de los programas más longevos de la radio chilena: "Discomanía", que se
transmitió desde 1946 hasta 1975.
Fue tan importante y determinante la
presencia de Radio Minería en este edificio, que la Radio Sociedad Nacional de
Agricultura, también a inicios de 1953, tomó la decisión de instalar en él su propia sala de
grabaciones y auditorio de RCA Víctor, aunque varios pisos más arriba.
Por
todo lo revisado, pasaron por la radio minera
figuras de la talla de Aurelio Rojas, José María Navasal, Sergio
Livingstone, Raquel Correa, Humberto Cecchi, Alejandro Michel Talento, Julio
Tapia, Julio Martínez, Roberto Romero, Juan Carlos Gil; y artistas Pedro Mesías,
Los Peregrinos con Raúl Shaw Moreno, Violeta Parra, Los de Las Condes,
el Dúo Rey-Silva, Rayén Quitral,
Tato Cifuentes, Margot Loyola, Jorge Romero
Firulete, los Hermanos Lagos, el recientemente fallecido maestro Vicente Bianchi y el internacional Paul Anka. Todos ellos caminaron por la galería
comercial, de ida o de vuelta desde los estudios de la radio, para presentarse
en el auditorio o ser entrevistados en programas como el "Buzón de Radio
Minería", conducido por Cecchi.
Otro episodio importante de los tiempos
de Radio Minería en el Edificio Comunidad Moneda-Agustinas, es que esta estación
estuvo encargada de la transmisión radial de las primeras versiones del Festival
de la Canción de Viña del Mar, a partir de 1960, encuentro por entonces muy
precario y modesto. Información dispuesta en el Museo de la Prensa agrega,
además, que su primer animador fue Ricardo García, locutor de la misma radio y
muy popular, con un show en el que participaban artistas conseguidos por el
Casino de Viña del Mar, como el humorista Carlos Helo y el conjunto Los
Huasos Quincheros, presentándose durante los cinco días seguidos que duró el
festival.
Los estudios y oficinas de la
Radio Minería se
mudaron a Providencia 2640 y luego a sus cuarteles de Miguel Claro
para vivir su época más próspera, pero también su ocaso. Tras 57 años de labor,
habiendo sido una de las emisoras más importantes del dial AM, Radio Minería
realizó su última transmisión el día miércoles 31 de marzo de 1999, uno de los
más tristes para la historia radial chilena.
Al menos dos de los locales de la
galería comercial del tercer piso del edificio, habrían formado parte de las
desaparecidas instalaciones radiales: uno es
el café y expendio de comidas llamado "Danielita", cuyas locatarias están
enteradas de que el espacio que ocupan su cocina y sus barras fue la antigua
sala de equipos de transmisión de la radio. El otro local sería el vecino,
convertido en una oficina bancaria, aunque las salas y estudios radiales están
atrás, llegando por la vuelta de la misma galería en donde hoy están las
señaladas puertas que, antaño, eran el acceso esas dependencias.

Pequeño pasaje comercial en el pasillo de ingreso
al edificio, por Agustinas.

Hall y recepción del lado de Agustinas.

Art decó rotundo en el diseño de los ascensores y
el vestíbulo.

Caracol de la escalera central del edificio.

Pasillos de los pisos superiores del edificio.

Ventanas con diseño de vitrales, en las escaleras
laterales.

Típica puerta del sector tercer nivel.

Escalas centrales del sector posterior, con sus
vitrales y diseño modernista.
Genial!!! Estoy sorprendido con este lugar, tantas veces haber pasado por ahí y no imaginar que existía esto, gran recomendación para los que nos gusta la historia urbana y "aplanar" las calles a pie.
ResponderBorrarMe llama la atención como ha desaparecido con el tiempo todo lo lleve el nombre "Carrera";Hotel, Teatro, Universidad, y ahora una Radio, tienes datos de algo más?, irónicamente Radio España reemplazada por radio Carrera.
Saludos don Criss y como siempre un agrado leer y descubrir estos relatosrelatos.
Buena observación. Creo que haré una entrada a futuro sobre ese tema, pues me quedo gustando.👍
BorrarMe encantó la nota! Para uno de los ramos que imparto en la carrera de Publicidad hacemos un recorrido por todas las galerías comerciales del centro y comparamos la evolución del comportamiento de compra del consumidor... ¿pero una en un 3er piso? Con esta info tengo que replantear que sucedió en esos años y que pasa ahora ¡mil gracias por la nota, buenisima!
ResponderBorrarExtraordinario
ResponderBorrarUna pequeña rectificación, el programa que animaba Raúl Matas (y que cuando él se fue a EE.UU. y luego a España) pasó a animar Ricardo García, no se llamaba Radiomanía, sino Discomanía
ResponderBorrarTiene razon. Me confundi con otro. Muchas gracias. Corregido!
BorrarExcelente crónica, Criss.
ResponderBorrarRecuerdo haber leído en Ecran o Radiomanía, que la transición de Moneda a Providencia supuso toda una proeza técnica, pues durante la mudanza los programas se transmitían desde sus nuevos estudios y las noticias de "El Correo de Minería", desde los antiguos.
Es muy interesante cómo los años dorados de la radiotelefonía chilena escribieron en el centro de Santiago sus páginas más gloriosas. Con Cooperativa en Bandera, Portales en Agustinas, Agricultura en Teatinos, Chilena en Philips, Corporación en Morandé y Minería en Moneda, entre las grandes. Y Bulnes con Nuevo Mundo en Estado, Santiago en Agustinas, Yungay en Santa Lucía, por nombrar algunas.
Saludos cordiales.
...y Radio del Pacífico, en el estrepiso del Portal Fernández
BorrarConcha.
Muchas gracias por estar de vuelta, hubo un período en que no se podía tener acceso a este sitio. Jamás se me hubiese imaginado que había todo un mundo en ese edificio. Su historia es fascinante!!! Si no fuese por este artículo, jamás me hubiese enterado de esa galería. En actualidad resulta muy surrealista, escondida en un 3er piso; pero llevada al contexto del fervor radial en el siglo pasado, se entiende perfectamente. Equivale a los locales comerciales en un mall previos a un cine. Uno de estos días iré a visitar esa galería!!!
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