
Imagen base: tomada de robertoecheto.blogspot.com
Un término de lo más popular en Chile es, sin duda, el de
referirse a los objetos de mala calidad o de prestigio
dudoso como "marcas chancho", aludiendo a que el
nombre de la marca no es conocido o, lo que es peor, tiene
mala fama. Es, quizás, un intento autodefensivo por
amortiguar la necesidad de ceder a la proporcional constante
de la calidad-precio en las leyes de hierro del mercado,
optándose por lo más económico, lo más
chancho. Y, como sabemos, chancho es el nombre
que se da a los puercos o cerdos, también muy usado en
Chile.
Aunque veremos que las teorías que explican el origen de la
expresión se asocian a regiones ajenas a Santiago, aludo
aquí a dicho concepto por ser de enorme popularidad en la
sociedad capitalina y por haberse visto fomentado
especialmente en barrios de comercio "económico", como
Mapocho, Independencia, San Diego, Patronato, Meiggs y
otros.
En lo personal, recuerdo que era muy propio de la juventud
el infame concepto de la "marca chancho" hacia
mediados de los ochenta o la segunda mitad de la década,
cuando el país comenzaba a salir de la crisis económica de
la Recesión Mundial y el poder de compra comenzaba a hacerse
símbolo de tenue ostentación entre las familias de tontos
arribistas que habían sufrido privaciones y rigores
económicos e intentaban superar desesperadamente tan malos
recuerdos y temores. Desde entonces, la adquisición de
bienes materiales o productos de consumo prácticamente se
basó en evadir las "marcas chancho" o, si la
necesidad es mucha, encontrar de entre ellas a las que estén
más cerca de tener algo de calidad.
Por supuesto que no todo lo barato y económico es "marca
chancho", así como no sólo las
"marcas chancho" son las únicas de baja calidad o corta
duración. La apertura de los mercados internacionales nos han
demostrado que la cultura de la calidad porcina era bastante
universal y no sólo patrimonio nuestro.

En términos generales, esta teoría es muy apoyada, entre
otros por el coleccionista Oscar Aedo, quien ha escrito y
declarado al respecto en la revista "Patrimonio Cultural" de
la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos, del invierno
2003. Aedo también confirma en sus páginas cómo buena parte
del consumo de "Marca Chancho" se hacía en salitreras y
poblados de calicheros, como Pampa Unión, según algunos comprada alguna vez
con
Las Vegas. Este estudio, publicado en la
Biblioteca Nacional de Santiago, realiza también un análisis
sobre nuestra imagen país y nuestra identidad comercial,
utilizando al icono del chancho de los cigarrillos,
precisamente, como representante de tal imagen nacional.
Quizás el primer trabajo de este tipo, sin embargo, ha sido
el "Catalogo de Cajetillas de la Republica de Chile y su
Cultura en la Sociedad" del investigador nortino
Reinaldo Riveros Pizarro, en donde parecen haberse tomado
muchas de las imágenes que aparecen con frecuencia de estas
cajetillas antiguas.

Cigarrillos "Marca Chancho". El mito los señala en la
creación del concepto de la marca chancho pasado el
Centenario, pero parece ser que el mismo existía desde un
siglo antes. Fuente:
http://www.lavozdelapampa.cl. Imagen
originalmente publicada en el "Catalogo de Cajetillas de la
Republica de Chile y su Cultura en la Sociedad" de Reinaldo
Riveros Pizarro.
Nota de actualización: antes tenía publicada la imagen
original sin marcas ni créditos, pero por la falta de
respeto de algunos visitantes hacia los derechos de autoría
y la propiedad del señor Riveros Pizarro(atribuyéndosela
como suya y hasta pegándole sellos de agua) me vi en
necesidad de bajarla y sustituirla por ésta que frustrará a
copiones y plagiadores.

Chanchitos de cerámica típica de Quinchamalí (fuente imagen:
css.cl)

El popular "Juanito", uno de los primeros chanchos
de juguete de este tipo que hubo en Chile, en la
primera mitad de los setenta, antes de morir
aplastado por los Go-Karts y luego las consolas
Atari. Es el único juguete que conservo de mi
infancia. Fabricado por la compañía nacional Osmir
(de un señor Óscar Miranda).
Muy porcina podría ser la calidad (no lo sabemos hoy), pero
"Marca Chancho" no se iba con chicas ni modestias: en su
etiqueta advertía a los compradores, en nota de fábrica:
"Aseguramos que estos cigarrillos valen mucho más de o que
cuestan"... ¡Brillante negocio! De todos modos, no
duraron tanto como para conocerlos en nuestra época.
En otro lado del papel envolvente, el chanchito cuidaba con
esmero y arrogancia su supuesto estatus, diciendo ahora:
"Rehusad indignados las imitaciones siempre aconsejadas por
el interés", sugiriendo que podía ser imitado o
falsificado como sucedía con los cigarrillos de buena
calidad. Por algo el chancho andaba en smoking,
entonces.
Claramente, puede haber una relación directa entre el
concepto de la "marca chancho" y los cigarrillos
homónimos. Probablemente, estos últimos hayan consolidado en
uso popular de la expresión, además.
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Según esta caluga publicitaria del diario "El
Mercurio" de Santiago de fines de 1909, también
existió una chicha-champaña llamada "Marca Chancho"
de don Ramón Masuela... Sin embargo, la bebe un
personaje casi con atributos de aristócrata. Al
parecer, la "marca chancho" no siempre tuvo una
connotación socialmente peyorativa. Se sabe que,
hacia los años de la Guerra del Pacífico, además, en
Perú se fabricaba una cerveza negra "marca chancho"
por la compañía Grace, Bro. & Co. Ha habido
otros casos de cerveza "Pig" en Europa y que, según propone Aedo, trajo el concepto desde Inglaterra hasta el Norte de Chile, al ser bebida por empresarios y jefes extranjeros.
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Empero, el escritor y estudioso Eugenio Pereira Salas tiene
una explicación completamente diferente sobre el origen de
la misma, colocándola originada casi cien años antes de los
cigarrillos a los que nos hemos referido.
Para Pereira Salas, según lo que expresa en "Apuntes para la
historia de la cocina chilena" (Editorial Universitaria,
1977), el término y concepto de la "Marca Chancho"
provendría en realidad de una cerveza económica que se
vendía en Chile hacia 1830, y que al parecer, era la más
barata y de menor calidad en un mercado donde competían sólo
dos o tres compañías principales, hasta más o menos
1849-1850, cuando desapareció. Sin embargo, el concepto de
la marca porcina se usaba para connotar calidad o prestigio,
como se ve en el caso de los cigarrillos.
La cerveza de marras era producida por un empresario cuyano
establecido en la capital de nuestro país, don Vicente
Moreno, con un taller en la avenida La Cañadilla, hoy
avenida Independencia. Según Oscar Aedo en "Las Marcas de la
Historia II", no tardo en hacerse muy apetecida en el pueblo
chileno.
El caso es que el envase de la cerveza de Moreno era de
greda, generándole el apodo de "marca chancho" entre los
corrientes, aunque no tenemos claro si efectivamente tenía
forma que semejara a la de un cerdito o bien la sociedad
chilena lo asoció a uno, quizá por algún parecido a las
alcancías de greda que son populares en nuestra alfarería
tradicional, en caso de ser exacta su explicación. No es la
única vez en el mundo en que se ha asociado alguna cerveza a
la imagen de un cerdo, por cierto, y en el caso chileno podría haber tomado para sí el nombre original de la marca inglesa "Pig" pero criollizado a "Marca Chancho".
Pese a que constituyó la cerveza de preferencia popular,
parece ser que la bebida de la casa Moreno no logró
afianzarse bien en el mercado y desapareció al mediar el
siglo XIX, cuando proliferó la competencia. No obstante, no
se perdió jamás el concepto de la "marca chancho", que
instaló en el imaginario nacional como sinónimo de lo bueno,
de calidad, barato y accesible, para terminar totalmente
girado hacia lo de mala calidad y merecedor de poca
confianza de compra.

Los mencionados cigarrillos "Marca Chancho"
entre cajetillas de otras marcas con nombres
tanto o más extravagantes, entre la colección de
O. Aedo que se expone en las vitrinas del café
de la Biblioteca Nacional, a la entrada del ex
Salón Azul.

Actualización: Después de la cerveza de Moreno,
siguieron apareciendo otras con la denominación
"marca chancho" en el mercado hasta épocas muy
posteriores, como una comerciada por una tal
Compañía Rogers de Valparaíso, posiblemente
importada (al menos eso asegura su publicidad).
Dato de Patricio Díaz González (Ebles Mancer)
que agradecemos.

Así, puede ser que la idea de la "marca chancho" haya
sobrevivido desde la cerveza hasta los tiempos en que la
firma Carrera y Cía. lo tomó para sí, bautizando a
sus cigarrillos con tan especial denominación, como hicieron
otros comerciantes con sus respectivos productos.
Cabe señalar, por cierto, que hubo varias marcas de época
dirigidas a clases trabajadoras que se colocaban nombres que
hoy nos resultarían publicitariamente de mal gusto, pero que
en su tiempo identificaban a los estratos populares donde
estaba la clientela, como "La Yolanda", "El Pijecito",
"El Compadrito" o "El Futre", como constata un
reportaje del diario "El Mercurio" publicado el domingo 17
de diciembre de 2006.
Llama la atención, además, que el nombre del cigarrillo sea
"Marca Chancho" y no "El Chancho" a secas, lo que refuerza
la idea de que el concepto de la
"marca chancho" ya existía como categoría en el
lenguaje del pueblo y sólo fue tomado y aprovechado por los
tabaqueros para ponerlo en su producto. Hemos visto que los
cigarrillos "Marca Chancho" gozaban de cierta altanería
autorreferente, cosa que, a fin de cuentas, quizás sólo
contribuyó a reforzar el anatema comercial de la marca
porcina.
Sería con el tiempo, entonces, que el concepto de "marca
chancho" pasó de ser sinónimo de económico y barato a,
definitivamente, de mala o dudosa calidad, representada por
el desconocimiento o desconfianza que inspirara una
etiqueta. Eso sí se lo podríamos deber -al parecer y si las
teorías tienen algo de cierto- a los mentados cigarrillos.
Las
"marcas chanchos" no deben ser confundidas, sin
embargo, con el concepto de las
"marcas mulas", correspondiente a las falsificaciones
o los artículos "chantas" ("truchas",
le dicen los argentinos, también con la misma pasión
zoomórfica) que intentan copiarle el nombre y el logotipo a
otros de mayor prestigio, como la ropa deportiva "Dida's"
(copia de Adidas), las pilas "Duravall"
(copia de Duracell), los artefactos "Sonya"
(copia de Sony) o los relojes "Cassio" (copia
de Casio). Ciertos fabricantes del lejano oriente se
han hecho expertos en esta clase de piratería comercial.
Algunas marcas que en su tiempo fueron señaladas como
"chancho" dentro de la historia del comercio chileno han
sido, por ejemplo, las zapatillas Senda, los
automóviles Lada, y los cigarrillos Record.

Copia de un amuleto casero que se hacía en la vieja
sociedad chilena: un cerdito confeccionado con un limón,
palos de fósforos y un cigarrillo. Si el cigarrillo se
consumía entero era garantía de suerte. Por el
contrario, su se quemaba a medias, era un mal anuncio.

El cerdo más limpio: chancho de aseo (fuente imagen: coronelb.cl)

Notable alegoría de nuestra imagen-país a nivel
internacional, según interpretación de la
revista "Poder" de mayo de 2008... Pasan los
siglos, y la identidad delatora de nuestra
"marca chancho" aún nos persigue.
Hay barrios comerciales de Santiago centro-poniente (otra
razón para considerar el tema en este blog) que se han
convertido en verdaderos núcleos de proliferación y oferta
de "marcas chanchos", especialmente las de factura
internacional, como los electrodomésticos de San Diego, las
prendas del Persa Estación o los artículos en general de
calle Meiggs, no obstante que la apertura a las
importaciones de mejor calidad ha ido dejando atrás el
estigma en estos sectores capitalinos, abriéndole paso a los
productos más económicos y menos onerosos, igualmente
satisfactorios para el cliente. Aún así, hemos podido ver la
virtual invasión de
"marcas chanchos", por ejemplo, en la venta de
calzados, la mayoría de ellas provenientes de China, Corea e
incluso de Viet-Nam.
Como se ve, el porcino está bien arraigado en nuestra
sociedad, no sólo entre los conceptos comerciales. También
llamamos "chancho" a un instrumento de aseo, y a las piezas
que repiten números interiores en el Dominó. Motores
de compresión son llamados "chanchitos" en le jerga
industrial. Lo mismo para las alcancías de greda. La
estética kitsch de los eventos y espectáculos recurre
con frecuencia al concepto de la chanchería y una de
las principales bandas rock nacionales ha colocado el nombre
de la "Marca Chancho" a uno de sus álbumes.
El histórico club parrillero y bailable "Chancho con
Chaleco" en Maipú, por su lado, ha sido por años un
concurrido local de diversión y, según la leyenda, su nombre
evocaría a la anécdota de dos tipos metieron un chancho
disfrazado de persona con un chaleco al antiguo tren hacia
la costa, porque el boleto era más barato que pagar la
carga. Mientras tanto, su competencia de Quinta Normal,
la "Capilla los Troncos", ofrece la parrilla típica de
la casa: la "Chanchada". Y en la Alameda, a la altura
de Estación Central, existió otro famoso restaurante llamado
"El Chancho en Batea", que se hizo reconocido por sus
arrollados calientes. En la entrada de Recoleta está "El
Chancho Viñatero", además. No todo es un mal nombre o
alusión de mala calidad, entonces.
Guste o no, el chancho es, así, parte de nuestra
cultura chilena a estas alturas... Acaso nuestra marca
nacional.
CRISS todo sus artículos son didacticos y entretenidos, enseñando o recordando del pasado. Gracias
ResponderBorrarBuen artículo...tenía referencias sobre la marca "Chancho" de cigarrillos, pero de los antecedentes no, muchas gracias!
ResponderBorrarinteresantisimo! my bueno:)
ResponderBorrarHOLA: 3 COSAS EL CIGARRILLO MARCA CHANCHO NO ES DE 1937 SINÓ DE MUCHO AÑOS ATRÁS (1910 APROX), NO SOLO EXISTE ESTA VERSIÓN ROJA EN PAPEL ARROZ, ADEMAS EXISTE UNA VERDE EN PAPEL TRIGO, SIN DESCARTAR QUE EXISTIERA OTRA, NUNCA SE SABE. ADEMÁS NO ERA SOLO CONSUMIDO EN LAS SALITRERAS SINO EN TODO EL PAÍS, SE HAN ENCONTRADO EN LAS OFICINAS SALITRERAS POR LAS CONDICIONES CLIMÁTICAS QUE PERMITEN LA CONSERVACIÓN DE ESTAS RELIQUIAS.
ResponderBorrarPOR ULTIMO NO PODEMOS ASEGURAR QUE HAYA SIDO DE MALA CALIDAD YA QUE EL VALOR O SU PRECIO DE VENTA ERA SIMILAR A MUCHOS OTRAS MARCAS DE LA COMPETENCIA Y ES ESCASA DE ENCONTRAR DEBIDO A QUE LA FIRMA CARRERA Y CÍA OFRECÍA PREMIOS A QUIENES ENVIABAN POR CORREO 10, 20, 50, 100.... CAJETILLAS VACÍAS.
Jajaja se fueron al chancho con esto Jajaja
ResponderBorrarJajaja se fueron al chancho con esto Jajaja
ResponderBorrarInteresante artículo! no sabía la historia del concepto "Marca Chancho". ¿tendrá más información sobre la historia del Chancho Juanito? Saludos desde Vancouver.
ResponderBorrarAntes de los años 80' no sé si existía la frase "marca chancho", pero en ese tiempo en el rubro ferretero cuando preguntaban la marca de un producto decían "marca Ching-chang" o "marca chang-chong" para referirse a un producto de mala calidad, y después comencé a escuchar algunas personas decir "marca chancho".
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